lunes 2  de  diciembre 2024
ENTREVISTA

Estados Unidos fortalece a la OEA para hacerla más eficaz

El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Frank Mora, revela que fue contratada una consultoría para evaluar por completo a esa organización multinacional

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI. – “Uno de los propósitos de Estados Unidos en estos momentos es contribuir a fortalecer la Organización de Estados Americanos (OEA)”, afirmó Frank Mora, embajador de la nación estadounidense ante ese organismo regional, en entrevista concedida a DIARIO LAS AMÉRICAS.

La OEA ha sido un actor clave en la promoción de la democracia en la región. Sin embargo, sus gestiones no han sido efectivas para el retorno de las libertades en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, en donde la situación política y el respeto a las libertades individuales siguen siendo precarios.

Algunos analistas consideran que el protagonismo de la OEA se ha ido diluyendo y que instrumentos como la Carta Democrática Interamericana (CDI), promulgada el 11 de septiembre de 2001 en Lima, Perú, para garantizar la democracia y la institucionalidad en el hemisferio occidental, hoy podría no infundir un mayor respeto entre los países firmantes de ese tratado.

El embajador Mora salió al paso de estos cuestionamientos y dijo que EEUU trabaja para fortalecerla y para ello aumentó el presupuesto de la OEA en un 10%, que, asegura, durante cuatro décadas permaneció siendo el mismo.

-La OEA ha sido cuestionada por su papel quizás un poco blando, con políticas que probablemente no han sido tan efectivas para lograr sus propósitos frente a países en dictadura y otros. ¿Qué está haciendo Estados Unidos?

La OEA, en el Consejo Permanente, con ahora 32 miembros, funciona en base al consenso. Nosotros usualmente no tomamos medidas, a no ser que haya un consenso. Eso es difícil, no solo porque hay 32 miembros, sino que la región está bien polarizada. En el mundo, la política está bien polarizada y, por supuesto, eso se va a reflejar en el Consejo Permanente [de la OEA] y eso puede que lleve a cierto nivel de parálisis en el Consejo. Pero a pesar de eso, recientemente la OEA ha actuado de una manera muy positiva en favor de la democracia, del Estado de derecho y en contra de la corrupción. Para dar algún ejemplo, veamos lo de Guatemala. Para frenar un esfuerzo de socavar la voluntad del pueblo guatemalteco, la OEA y el secretario general [Luis Almagro] actuaron y fuimos un factor para ayudar a que el proceso de transición condujera al cambio de gobierno, con el presidente [Bernardo] Arévalo. Hubo reuniones, resoluciones, presiones. A veces, nosotros los embajadores nos enfocamos demasiado en lo que hace el Consejo Permanente, pero hay otra OEA, de la cual no se habla, que es la Secretaría General, la Secretaría de Seguridad Multidimensional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia, dónde están las misiones electorales. Todo ese trabajo que se hace ahí y del cual la gente no sabe, es importante, tiene impacto. Las investigaciones que hace la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las misiones de observadores electorales les dan legitimidad a las elecciones, y eso es lo que hace la OEA. En ese sentido, hace mucho y hay que defenderla y promoverla. Estados Unidos y otros países empujamos mucho el tema de aumentar el presupuesto de la OEA, que no se había aumentado desde hace 10 o 12 años. Eso es una locura.

- ¿Estaba abandonada la OEA?

En su presupuesto, sí. Con nosotros no, porque el presidente [Joe] Biden y el secretario [Antony] Blinken dijeron claramente desde el principio del gobierno que las instituciones internacionales son de suma importancia. Hay que fortalecer esos mecanismos porque los problemas que estamos enfrentando son transnacionales y requieren de respuestas transnacionales, y Estados Unidos, con todo el poder que tiene, solo no lo puede hacer. Existen entidades como la OEA, donde podemos trabajar para lidiar con los problemas del cambio climático, el tema de la corrupción, y en esto la OEA está haciendo un buen trabajo. Lo que pasa es que la gente se enfoca mucho en lo que ha hecho la OEA en cuanto a Venezuela y Cuba. En realidad, no tenemos las herramientas para presionar porque somos una organización internacional. Dos de los grandes pilares de la OEA son la democracia y los derechos humanos. Existe la Carta Democrática Interamericana, que se utilizó en Nicaragua y también en Guatemala.

-Pero no se ha utilizado con otros países.

Claro, por eso estamos en proceso de fortalecer la CDI. Yo presido un grupo voluntario de miembros que estamos trabajando para ver cómo podemos fortalecer la Carta porque es un documento de hace 23 años, cuando las amenazas a la democracia eran diferentes y todo eso, al final del día, fortalece a la OEA.

- ¿Ya no infunde ‘miedo’ la Carta Democrática Interamericana?

En Guatemala, mucho miedo; en Nicaragua también, pero llegó la dictadura en Nicaragua y decidió salirse de la OEA. Y lo hizo porque no le gustaron las presiones que venían de la OEA y de otras organizaciones con el tema de la democracia y los derechos humanos.

- ¿En qué consiste el fortalecimiento de las instituciones internacionales promovido por Estados Unidos, específicamente en el caso de la OEA?

Aumentamos el presupuesto en un 9% o 10%. En dólares de 1984, el presupuesto de la OEA era de aproximadamente 84 millones de dólares. Después de 40 años, el presupuesto en dólares de hoy era la misma cantidad de esa época. Así no se puede.

- ¿En qué se va a invertir ese dinero?

Se invirtió en una consultoría que va a realizar una evaluación total de la organización, que nos va a entregar recomendaciones de dónde se puede invertir y en dónde no se puede invertir para tener una organización más moderna, eficaz y relevante. Es una consultoría privada que se contrató y que comenzó su trabajo hace algunas semanas. Van a ver todos los frentes, la gobernabilidad, el presupuesto, las políticas, y después nos tocará a nosotros los embajadores tomar esas recomendaciones e implementarlas.

- ¿Este es un ‘salvavidas’ que le está dando a Estados Unidos a la OEA?

No quiero usar esa palabra porque un salvavidas en cuando alguien se está ahogando y está por morir, y no es el caso de la OEA, pero sí es una inversión para fortalecerla.

- El recurrente tema de las dictaduras en la región, ¿cómo es visto en estos momentos por la OEA? ¿La comunidad internacional se acostumbró a ver estos regímenes?

Voy a empezar por Cuba, y tiene toda la razón. Cuba no ha sido miembro y no participa en la OEA desde hace muchos años. Lo lamentable es que la comunidad internacional, por lo menos la comunidad hemisférica, ha abandonado al pueblo cubano. Quizás no todos los países, pero la gran mayoría. La gente ha aceptado que Cuba es así, pero también algunos países tienen intereses porque Cuba les envía médicos y les da apoyo. De todos modos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sigue trabajando el tema en Cuba y presentó un informe donde prueba claramente que Oswaldo Payá (1952-2012) fue asesinado. Después de las protestas del 11 de julio de 2021 [en Cuba], la Comisión hizo un informe preliminar de lo que había ocurrido. La idea era que se le diera a la Comisión la oportunidad de presentar el informe al Consejo Permanente, pero algunos gobiernos se opusieron por razones diferentes. Nicaragua se retiró la OEA, pero nosotros aprobamos una resolución importante donde decimos, entre otras cosas, que no vamos a abandonar al pueblo nicaragüense, a pesar de que la dictadura denunció la Carta Democrática, pero siguen siendo miembros del Sistema Interamericano y también están bajo algunas convenciones. Estamos en este momento en proceso de establecer dentro del Consejo Permanente un grupo de trabajo que le va a dar seguimiento a Nicaragua, aunque se haya ido de la organización. Ese es un grupo de trabajo que se está formando, todavía no se ha aprobado, que lo están liderando Canadá y Chile, y Estados Unidos es miembro de ese grupo. Ahora debe ir al Consejo Permanente, es un tema difícil, se necesita consenso.

-Venezuela es otro país que anunció su retiro de la OEA y hay algo de confusión al respecto. ¿Cómo se puede explicar ese proceso?

Ese es un tema legal complicado, ellos realmente no están fuera de la OEA. Maduro dijo que se iba, igual que lo hizo Nicaragua. Esto fue durante el gobierno anterior de Donald Trump. Una semana antes de que se cumpliera el plazo para salirse, presentaron el gobierno interino de Juan Guaidó, quien dijo que no, que se suspendiera esa fecha y que Venezuela seguía siendo miembro de la OEA. Entonces, hay esa confusión de que sí o que no es miembro. Creo que en estos días vamos a tener una discusión sobre Venezuela, a la luz de lo que ha ocurrido desde el Acuerdo de Barbados y el incumplimiento de ese trato. Estados Unidos tiene esa opinión, no es la opinión del Consejo Permanente. Creemos que es el momento de abordar el tema porque muchos gobiernos, incluso Brasil y Colombia, se han pronunciado en contra de la inhabilitación de María Corina Machado [candidata presidencial venezolana] y otras cosas que se han hecho. Me parece que el clima político está en el momento para tener esa discusión, para apoyar ese proceso y que tenga éxito.

-¿Cómo ven ustedes la presencia de rusos, de iraníes y también de elementos de organizaciones internacionales asociadas al terrorismo en países que están en dictadura, como Venezuela?

A nosotros lo que realmente nos preocupa en ese sentido es la desinformación y la intervención en campañas políticas y el proceso político por parte de Rusia. Es impresionante la campaña de desinformación, especialmente después de la invasión de Ucrania, en un esfuerzo para articular y cambiar la narrativa, buscando tener más simpatizantes. Esto de Rusia es impresionante; es todo un sistema que tienen muy sofisticado y me parece que es una política de Estado. Estuve recientemente en Colombia. Uno enciende el televisor y hay dos estaciones de Rusia diciendo cualquier cantidad de tonterías, y la gente ve eso y lo cree. Para nosotros, eso es un gran problema, porque están haciendo todo lo posible para hacer más débil la democracia.

-¿Cuando dijo que el hemisferio occidental se ha olvidado del tema de Cuba, también tenemos que mencionar a Estados Unidos como protagonista de ese olvido?

No. Hay que tener en cuenta que si La Habana no está dispuesta a modernizar, reformar o tomar en serio los cambios que son necesarios, desde el punto de vista de nosotros que estamos muy comprometidos con el tema de la democracia y el desarrollo, eso se nos hace muy difícil en el sentido de que ellos no quieren embarcarse en empezar a tener los cambios que se necesitan. Para nosotros, el tema de la democracia y los derechos humanos en Cuba es fundamental, y si no hay movimiento en ese aspecto, entonces se nos hace difícil tener una negociación que pueda traer cambios importantes.

-¿Cómo analiza Estados Unidos la expansión de China en la región?

Es indiscutible que China tiene una campaña para aumentar su influencia en la región a través de instrumentos o herramientas económicas. La respuesta que tenemos nosotros, y cuando digo nosotros me refiero a Estados Unidos, es que tenemos que competir. Tenemos que competir con China en el sector económico y hay que tener las herramientas para hacerlo. Por eso, contamos con la Alianza para la Prosperidad Económica en Las Américas (APEP). Ahora mismo tenemos 11 o 12 miembros y en ese marco la idea es fortalecer los lazos económicos, más allá del libre comercio, entre los gobiernos y los países de la región con Estados Unidos.

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@danielcastrope

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