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MIAMI.- El país aún lamenta la desaparición física de George H.W. Bush, cuadragésimo primer presidente de los Estados Unidos de América. El hombre que fue piloto de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, congresista, embajador en la ONU, director de la CIA, vicepresidente de Ronald Reagan y presidente de la nación.
El exmandatario, que era republicano, llevaba varios años con problemas de salud, aquejado de la enfermedad de Parkinson. Su esposa, Barbara, con la que estuvo casado 73 años, falleció en abril. Tuvieron seis hijos, entre ellos un expresidente y un precandidato presidencial.
Legado
No son pocos los que lo recuerdan como el hombre que, desde la Casa Blanca, lideró el fin de la Guerra Fría, la primera guerra del Golfo y la invasión de Panamá, mientras la Unión Soviética se desmoronaba y Alemania se reunificaba.
No fue precisamente un cautivador político pero sí un hábil negociador. Tuvo por receta la cautela y la fuerza. Y ello lo llevó a inducir a los entonces soviéticos, en 1991, a firmar un tratado para la reducción de armas nucleares.
Un año antes, tras la invasión iraquí a Kuwait, logró convencer a medio mundo que había que sacar a Sadam Hussein del pequeño país árabe y formó un ejército de más de 30 países que lo salvó de ser tachado de invasor.
Entonces, su popularidad llegó a rebasar el 80% en el país, aunque muchos cuestionaban las verdaderas razones para liberar a la nación petrolera.
El 20 de diciembre de 1989, con un ataque que duró apenas unas horas, logró llevar a la justicia estadounidense al dictador panameño Manuel Antonio Noriega para ser juzgado por narcotráfico.
Tal vez su éxito económico más importante fue el gran tratado de libre comercio NAFTA, entre EEUU, México y Canadá, que más tarde el presidente Clinton firmó.
Pero también tuvo pasajes sombríos, como el aumento de impuestos, luego de haber prometido que no lo haría.
Y también miró al otro lado cuando miles de hombres morían de sida y el Congreso se quedaba de brazos cruzados. “Cambien la conducta” (sexual) fue el consejo del Presidente.
Jubilación
Los triunfos no fueron suficientes para Bush padre lograr la reelección en 1992. El país no ostentaba entonces una economía saludable y el surgimiento de un candidato independiente conservador, Ross Perot, le restó votos ante el demócrata Bill Clinton.
Bush padre se retiró a vivir en Texas, junto a su esposa, las tierras que lo acogieron muy joven, tras haber nacido en Massachusetts, el 12 de junio de 1924.
"Las cosas han cambiado tanto dese que se jubiló que no sé por dónde empezar... Bueno sí, la falta de respeto y la división. Ahora no entendimiento y él fue capaz de lograrlo", expresó a la agencia de noticias EFE Cassandra El Amin, al salir de la capilla ardiente donde reposaban los restos del expresidente.
Cassandra fue una de las miles de personas que acudieron al Capitolio para mostrar tributo al expresidente fallecido. Bajo la cúpula que corona la sede del Congreso, ciudadanos, políticos, antiguos compañeros e incluso, sorpresivamente, el presidente Donald Trump acudieron a rendirle tributo.
"Fue un ejemplo humano de liderazgo, trajo mucho honor internacional a Estados Unidos", señaló Cassandra.
Tributo
La plana mayor de la política del país, desde el exmandatario Jimmy Carter hasta el presidente Donald Trump, incluyendo su antiguo adversario Bill Clinton y Barack Obama, además de George W. Bush, acudieron a las honras fúnebres en Washington DC.
"Junto con su servicio de toda la vida dedicada al país, recordaremos al presidente Bush por su dedicación a su familia, especialmente el amor por su esposa, Barbara", apuntó Trump en un comunicado conjunto con su esposa, la primera dama Melania Trump.
Por su parte, el expresidente Obama dijo que Estados Unidos había perdido a "un patriota y un humilde servidor", que durante 70 años sirvió al pueblo estadounidense desde varias posiciones.
"La vida de George H. W. Bush es un testimonio de que el servicio público es un oficio noble y jubiloso. (...) Su legado jamás será igualado, aunque a él le gustaría que todos lo intentemos", indicó Obama en un comunicado firmado junto a su esposa, Michelle Obama.
Asimismo, congresistas de ambos partidos también lamentaron la pérdida del exmandatario y coincidieron en que Bush padre fue un presidente "honesto, gentil y trabajador".
Por otro lado, el Comité Nacional Demócrata (DNC, en sus siglas en inglés) recordó a Bush padre como un "patriota y gran servidor público".
"George H. W. Bush combinó su profundo sentido de responsabilidad personal con honestidad, gentileza y arduo trabajo", destacó Tom Perez, presidente del DNC.
Las muestras de respeto por el expresidente llegaron también desde múltiples lugares del mundo, incluyendo Rusia, Alemania, Canadá y numerosos países de Latinoamérica.
De hecho, el último presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, lamentó la muerte del exmandatario y subrayó su contribución al desarme nuclear y al fin de la Guerra Fría.
"Muchos recuerdos me unen a Bush. Nos tocó trabajar juntos en años de grandes cambios. Fueron tiempos duros, de gran responsabilidad. El resultado fue el fin de la Guerra Fría y de la carrera armamentista nuclear", declaró Gorbachov a la agencia Interfax.