CHICAGO — El estado de Illinois y la ciudad de Chicago demandaron este lunes a la Administración del presidente Donald Trump por el despliegue de tropas de la Guardia Nacional, mientras la Casa Blanca apunta a ciudades lideradas por los demócratas en el marco de las discrepancias sobre la política de control migratorio.
Illinois y la ciudad de Chicago, gobernadas por la extrema izquierda, han permitido los ataques contra ICE. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió el domingo la medida, afirmando en Fox News que Chicago es "una zona de guerra".
"El despliegue de tropas federalizadas en Illinois por parte de los demandados es manifiestamente ilegal. Los demandantes solicitan a este tribunal que detenga la federalización ilegal, peligrosa e inconstitucional de los miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos, incluidas tanto la de Illinois como la de Texas", reza el documento.
En este sentido, subraya que "el pueblo estadounidense, independientemente de dónde resida, no debería vivir bajo la amenaza de ocupación por parte de las tropas militares estadounidenses, en particular simplemente porque el liderazgo de su ciudad o estado haya caído en desgracia ante un presidente".
Sin embargo, las medidas no están dirigidas a los ciudadanos estadounidenses, sino contra los indocumentados, principalmente a los que han cometido crímenes en Estados Unidos.
La demanda ocurre después de que el presidente estadounidense autorizara el envío de 400 miembros de la Guardia Nacional de Texas a Chicago, Portland y otras ciudades "donde sea necesario". Antes, envió 300 uniformados de Illinois a Chicago, a pesar del rechazo del gobernador de dicho estado, JB Pritzker, que denunció lo que califica como una "invasión" por parte de Trump.
Horas después de presentar la demanda, Pritzker realizó una rueda de prensa en la que aseguró que el objetivo de Trump con el despliegue de tropas es "crear violencia y caos" en la ciudad para "tener un pretexto para invocar la Ley de Insurrección", que autoriza al inquilino de la Casa Blanca a desplegar fuerzas militares para reprimir una rebelión. "No hay ninguna invasión aquí. No hay ninguna insurrección aquí", según su apreciación.
"Zona libre de ICE"
El alcalde de Chicago, el demócrata Brandon Johnson, firmó durante la jornada una orden ejecutiva que establece una "zona libre" del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE) y que prohíbe que sus agentes federales utilicen propiedades del Ayuntamiento para llevar a cabo sus operaciones.
Al mismo tiempo, el documento invita a las empresas locales y a las organizaciones de la comunidad a que "se unan en los esfuerzos de la ciudad de salvaguardar los derechos inalienables de cada residente".
"No toleraremos que los agentes del ICE violen los derechos constitucionales de nuestros residentes ni permitiremos que el Gobierno federal ignore nuestra autoridad local. Están deteniendo a funcionarios electos, lanzando gases lacrimógenos contra manifestantes, niños y policías de Chicago, y abusando de los residentes", ha manifestado.
Para Johnson, con esta orden ejecutiva Chicago "se mantiene firme en la protección de los derechos constitucionales" de sus vecinos y comunidades migrantes, así como en la defensa de la democracia, según ha indicado a través de su perfil en la red social X.
FUENTE: Con informaciòn de Europa Press y AFP