BINGHAMTON.— Unos testigos se han reunido en una pequeña ciudad en el norte de Nueva York para prestar testimonio en el juicio de un hombre acusado de matar a una joven estudiante. Sin embargo, no hay ni jurado ni juez estadounidense presentes y el hombre está sentado junto a su abogado a 3.540 kilómetros de distancia en Nicaragua.
En un proceso legal extremadamente inusual, el juicio de Orlando Tercero se lleva a cabo en un tribunal de Managua, Nicaragua, con un fiscal y un juez nicaragüenses que aplican la ley del país centroamericano.
Tercero, exalumno de la Universidad de Binghamton, está acusado de matar por estrangulamiento a Haley Anderson, de 22 años, en 2018.
Los fiscales estadounidenses no tienen ninguna autoridad en el juicio, pero la fiscalía del condado de Broome en Nueva York está sumamente involucrada como mediador para los testimonios de testigos. Con ayuda de un intérprete, los testigos han podido intervenir en el caso a través de una videoconferencia en una habitación de la fiscalía en el centro de Binghamton.
Las autoridades dijeron que Tercero, que actualmente tiene 23 años, estranguló a Anderson en su residencia ubicada en el campus de Binghamton en marzo de 2018. Anderson fue encontrada sin vida en la cama del hombre. Los dos estudiantes universitarios tenían una relación romántica, pero Tercero quería algo más serio, de acuerdo con el testimonio.
Tercero presuntamente mató a Anderson y huyó a Nicaragua, que rechazó una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, según las autoridades. El fiscal del condado de Broome Steve Cornwell dijo que el juicio nicaragüense podría ser la única forma para obtener justicia. Tercero tiene ambas nacionalidades.
“Tenemos el deber y la responsabilidad de solucionar esto a través de cualquier proceso judicial que podamos”, comentó Cornwell.
La situación de una persona que es juzgada en otro país bajo un sistema legal extranjero por un asesinato que ocurrió en terreno estadounidense es inusual, pero no inédita.
FUENTE: Con información de AP