MIAMI.- Los residentes legales permanentes en Estados Unidos, titulares de la conocida Green Card, cuentan con un estatus que les otorga derechos similares a los de los ciudadanos estadounidenses en diversas áreas, entre ellas la compra y posesión de armas de fuego.
Sin embargo, obtener un arma y, en particular, el permiso para portarla en público, está sujeto a una combinación de regulaciones federales y estatales que todo migrante debe conocer antes de iniciar el trámite.
De acuerdo con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), un residente permanente puede adquirir armas de fuego en el país siempre que cumpla con los requisitos legales básicos. Entre ellos figuran tener al menos 21 años de edad para la compra de pistolas o 18 años para escopetas y rifles, no poseer antecedentes criminales graves, no estar sujeto a órdenes de restricción ni haber sido condenado por violencia doméstica. Además, no debe haber incurrido en violaciones de las leyes migratorias que puedan poner en riesgo su estatus legal.
¿Cuál es el proceso para comprar un arma en EEUU?
El proceso de compra de un arma en EEUU incluye llenar el formulario federal ATF 4473, en el que el comprador debe declarar bajo juramento que no se encuentra dentro de las categorías prohibidas por la ley.
Este documento se presenta directamente al vendedor autorizado (FFL dealer), quien remite la información al Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales (NICS, por sus siglas en inglés). A través de este sistema se revisan registros criminales, historial migratorio y otros factores que podrían impedir la compra.
En cuanto a la documentación, los residentes con Green Card activa deben mostrar su tarjeta de residente permanente (I-551) como prueba de estatus legal en el país, así como un documento adicional que confirme su residencia, como una licencia de conducir estatal o un recibo de servicios públicos.
¿Qué regula el porte de armas?
Ahora bien, la compra de un arma no equivale a la autorización para portarla en público. La ATF subraya que la portación de armas está regulada por las leyes de cada estado.
En algunos, como Arizona o Tennessee, rige el principio constitutional carry, que permite portar un arma sin necesidad de licencia adicional. En otros, como Florida o California, es obligatorio obtener un permiso de portación, ya sea abierto ( open carry) o encubierto (concealed carry).
El USCIS también recuerda que, pese a que los residentes permanentes gozan de amplios derechos en materia de posesión de armas, deben cumplir estrictamente las leyes locales para evitar sanciones que podrían incluso afectar su estatus migratorio.
En medio de un clima de debate sobre la violencia armada en Estados Unidos, la ATF ha reiterado que las normas para residentes permanentes son claras: "Un extranjero admitido legalmente en Estados Unidos como residente permanente puede adquirir y poseer armas de fuego en las mismas condiciones que un ciudadano estadounidense, salvo en aquellos casos en los que exista una prohibición específica por razones de antecedentes penales, violencia doméstica o salud mental".
Es decir, un residente con Green Card activa que desee obtener un arma en EEUU debe presentar la documentación correspondiente, pasar la verificación de antecedentes del NICS y cumplir con los requisitos federales.
Para portar el arma fuera del hogar, deberá ajustarse a la normativa de su estado de residencia, lo que en muchos casos implica solicitar un permiso de portación adicional.
FUENTE: Con nformación de ATF / USCIS