MIAMI — Un agente armado de la Patrulla Fronteriza deambulaba en días recientes por los pasillos de una sala de emergencias en Miami mientras enfermeras empujaban camillas y carros médicos por el hospital, y familias esperaban a que los médicos atendieran a sus seres queridos.
El agente en uniforme verde olivo entraba y salía libremente del cuarto de una mujer que fue llevada en ambulancia después de vomitar y desmayarse mientras estaba detenida por una violación inmigratoria, según abogados que vieron la escena.
La presencia de las autoridades inmigratorias es cada vez más común en centros de atención médica de Estados Unidos, y los hospitales batallan para poner un límite y proteger los derechos de los pacientes al aumentar el control inmigratorio durante el gobierno del presidente Donald Trump.
Algunos médicos consideran que la mayor presencia podría afectar la salud pública en ciudades con grandes poblaciones de inmigrantes al asustar a los pacientes que necesitan atención provocando que eviten los hospitales.
Usualmente, los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Patrulla Fronteriza entran a hospitales cuando los detenidos necesitan servicios médicos de emergencia o atención especializada. En muchos casos, los agentes escoltan a los inmigrantes enfermos a hospitales después de aprehenderlos en la frontera. En algunos casos, los han detenido después de salir de un hospital.
En 2017, agentes de la Patrulla Fronteriza siguieron a una inmigrante de 10 años con parálisis cerebral a un hospital en Texas y la detuvieron después de someterse a cirugía. Fue llevada a Estados Unidos desde México cuando era una niñita.
Los médicos, abogados y familiares se han quejado de que los inmigrantes son encadenados en hospitales y de la presencia intrusiva de agentes uniformados en salas de auscultación durante su tratamiento y discusiones con médicos sobre la atención médica.
La publicación American Medical Association Journal of Ethics dedicó la totalidad de su edición de enero a la atención de inmigrantes que están en el país sin autorización, incluido el debate de si las instalaciones médicas se deberían declarar “hospitales santuario”, similar a como lo hacen las ciudades santuario.
“Nuestros pacientes no deben temer que entrar a un hospital terminará en arresto o deportación. En las instalaciones médicas, los pacientes y familiares deberán enfocarse en su recuperación y salud, no las ramificaciones de su estatus migratorio”, dijo la asociación en un comunicado.
Sin embargo, la doctora Elisabeth Poorman, médico general en la Universidad de Washington en Seattle, dijo que las instalaciones deben constantemente capacitar al personal sobre cómo interactuar con los agentes y pacientes inmigrantes en estas situaciones.
“El terreno cambia constantemente. Puedo decirle a un paciente que estoy comprometida con su seguridad, pero bajo la actual administración no podemos decirles a todos que están 100% seguros”, dijo.
FUENTE: Con información de AP