MIAMI.- Mientras en algunas zonas del planeta hacen falta nacimientos y la población envejece de forma alarmante, el lugares como India se practican esterilizaciones sin ningún tipo de control sanitario en los llamados “campamentos de planificación familiar”.
En la actualidad, la población de India supera los 1.250 millones de personas y, según proyecciones de Naciones Unidas, superará a China dentro de 15 años como país más poblado de la Tierra. Sin embargo, no parece una medida proporcional y adecuada el promover entre los gobiernos locales y engañar a las mujeres para que se sometan a la ligadura de trompas sin material técnico, píldoras caducadas y en salas sucias donde las mujeres quedan tiradas en el suelo sangrando tras la intervención, como denuncia Human Rights Law Network, en Nueva Delhi.
Muchas de estas mujeres fallecen y otras sufren severas infecciones, además de un tremendo trauma psicológico. El pasado sábado, murieron ocho y otras 17 permanecen en estado crítico tras un proceso en masa de esterilización al que se sometieron 83 mujeres en el estado de Chhattisghar.
Es importante que los medios demos cobertura a estas noticias desde la comodidad del primer mundo para que los líderes políticos de aquí y allá tomen conciencia de la magnitud del problema. Duele enterarse cómo muchas de estas víctimas de la desinformación y la falta de moral de líderes locales son engañadas con falsos regalos como coches, monedas de oro o premios de la lotería.
Tiene que haber otro tipo de medidas en las que se involucren las principales potencias mundiales para acomodar el desarrollo demográfico sin pasar por esta barbarie. Una vez más, las mujeres son víctimas del abuso y al menos si deciden finalmente pasar por la esterilización -que no deja de ser un parche al problema general- puedan ser intervenidas con garantías sanitarias.