Hace doscientos cuarenta años que Estados Unidos ha sido faro de libertad. Ciudad brillante en la cumbre donde hombres y mujeres sin importar las diferencias o antecedentes han sido empoderados para lograr una mejor vida.
Voy a seguir trabajando en el Congreso para abogar por las libertades que disfrutamos en nuestro país pero que son negadas a muchos
Hace doscientos cuarenta años que Estados Unidos ha sido faro de libertad. Ciudad brillante en la cumbre donde hombres y mujeres sin importar las diferencias o antecedentes han sido empoderados para lograr una mejor vida.
Nuestra nación fue creada con la esperanza y el sueño que cada estadounidense tenga las mismas oportunidades. Cuando nuestra bandera ondea en este Día de la Independencia, nos recuerda que la victoria nunca es indiscutible, pero a través de la perseverancia y dedicación en 1776, ahora disfrutamos de prosperidad y libertad.
Nuestros fundadores lucharon por el derecho a un Gobierno estable, y los 56 hombres que deseaban una nación libre y democrática firmaron la Declaración de Independencia para solidificar nuestros ideales. Lo que antes era sólo un gran deseo, se convirtió en una realidad. Nuestra valiosa libertad nos recuerda los momentos difíciles para lograrla y que debemos seguir nuestra gran lucha por conservarla.
Estados Unidos es conocido en el mundo como un país de oportunidades. Vivimos en una nación donde millones han llegado a cumplir sus sueños, encontrar felicidad y garantizar una mejor vida para ellos y sus familias. En el proceso, han ayudado a dar forma a un gran logro de la libertad que hoy celebramos. Sin embargo, no todos los países son tan afortunados de vivir en un sistema libre y democrático, como el nuestro.
En mi patria nativa Cuba, por ejemplo, tales derechos no existen y continúa la falta de libertad. El régimen opresivo durante todos los 57 años que Castro ha abusado sistemáticamente los derechos del pueblo cubano a través de violaciones de derechos humanos. El régimen sigue oprimiendo todo tipo de libertad de expresión, asociación, asamblea, movimiento y prensa.
Como refugiada de un régimen comunista, la Declaración de la Independencia juega un papel muy importante en mis creencias personales: sirve como un símbolo de la libertad y los derechos humanos, las libertades de que ha sido privado el pueblo cubano.
Tampoco podemos olvidar las naciones en nuestro Hemisferio, como Venezuela y Nicaragua, que aspiran a la libertad pero son reprimidas por los regímenes opresivos de Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
Voy a seguir trabajando en el Congreso para abogar por las libertades que disfrutamos en nuestro país pero que son negadas a muchos. Cuando nos reunimos a disfrutar de los juegos artificiales, barbacoas, desfiles y carnavales con nuestras familias y amigos, no olvidemos la importancia simbólica de este día. Además nuestras tradiciones en los Estados Unidos, han formado y definido fundamentalmente nuestro patriotismo americano, orgullo y cultura. En este aniversario de nuestro gran Día de la Independencia, debemos recordar el nacimiento de este sistema político, donde el poder se deriva de la fuente que lo impulsa, un Gobierno para el pueblo, por el pueblo y del pueblo.