RAQUEL REGALADO
Miembro de la Junta Escolar
Cuando yo era niña tuve la bendición de tener un abuelo que creía que lo peor de un ser humano era ser irresponsable. Mi abuelo, Tomás Regalado Molina, un exprisionero político, siempre nos hablaba sobre lo importante que es aceptar responsabilidad por nuestras acciones y por lo que decidimos no hacer.
“Raquelita no es solo lo que uno hace si no también lo que deja de hacer como dijo Eleanor Roosevelt ‘[n]uestras decisiones dan forma a nuestras vidas, y nos forman a nosotros mismos. El proceso nunca termina hasta que nos morimos. Y todas las decisiones que tomamos son nuestra responsabilidad y nunca la culpa es de otro’ porque como decimos nosotros en cubano, quien siembra vientos recoge tempestades.”
Lamentablemente muchos de nuestros representantes electos no tuvieron la bendición de un abuelo tan sabio y piensan que el tiempo y la bulla borran el pasado. Por ejemplo, este fin de semana El Miami Herald público una investigación sobre las quejas de los autobuses, poniendo en primera plana como noticia lo que todos los que hemos montado un autobús en el condado de Miami-Dade sabemos que los autobuses están sucios y no llegan a tiempo. Respondiendo a la crítica de las miles de quejas que fueron ignoradas por años hasta que el Miami Herald las puso en la primera plana, la administración de Carlos Giménez le echó la culpa al exalcalde Carlos Álvarez, y la decisión que este tomó de usar el dinero del medio centavo para el mantenimiento de los autobuses.
Como siempre el Miami Herald tapa el Sol con un dedo y no le pide cuentas a Giménez que fue Comisionado cuando Álvarez fue Alcalde y aprobó esos presupuestos que ahora culpa y ha sido el alcalde fuerte de Miami-Dade por 5 años. Cualquiera que escucha a Giménez pensaría que el alcalde cayó en paracaídas ayer y que Álvarez ha estado controlando el Gobierno del condado desde su casa los últimos 5 años. Claro que ese no es el caso, ya que el mismo Giménez continuó la práctica de mal usar el dinero del medio centavo y ahora se niega a tomar responsabilidad por las decisiones que ha hecho y las que dejó de hacer en sus 11 años en el Gobierno del condado Miami-Dade.
Añadiendo insulto a la situación, el martes el Miami Herald elogió a Giménez por comprometerse a limpiar los autobuses, otra vez ignorando que fue el propio Giménez quien eliminó la limpieza de los mismos autobuses hace varios años. Giménez admite que no hay una solución mágica al problema del tránsito del condado de Miami-Dade y en vez de montar los autobuses viejos y sucios con los residentes del condado, tuvo una conferencia de prensa con los nuevos autobuses de 60 pies, cada uno de los cuales cuesta $950.000. Respondiendo a preguntas de la prensa sobre por qué la compra de 45 de estos autobuses a un costo de $42.750.000 dijo que a él le dijeron que hay autobuses llenos y que estos autobuses que tiene capacidad para 100 personas responden a esa necesidad.
Yo no sé quién le dijo a Carlos Giménez que la solución al problema que él ha creado es gastarse $42.750.000 en autobuses enormes pero si sé que en las miles de quejas sobre el sistema de autobuses del condado la gran mayoría era que estaban sucios y que no llegan a tiempo. Pero un cosa es cierta, que diga lo que diga el Miami Herald la realidad es que nos hemos pasado 5 años esperando soluciones y que cada día lo único que tenemos son más escusas, más problemas y como dijera mi abuelo, ‘tremenda tempestad.’
