MIAMI.- El Directorio Democrático Cubano (DDC) deploró que la alta comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, no haya emitido aún, según dijo esa asociación, una “declaración de condena” o “iniciado una investigación” por las violaciones que se le atribuyen al régimen cubano en contra de la población el pasado 11 de julio.
En una carta de protesta, el DDC reclama a Bachelet “que tanto ella, ni su oficina, ni el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, han emitido una condena o investigación contra el régimen Castro-Canel”, por los abusos que habrían cometido las fuerzas policiales en 45 ciudades cubanas, con el fin de apaciguar el más grande levantamiento popular durante 62 años de la dictadura comunista en el poder.
Asimismo, en la misiva se le pide a la alta comisionada que “reconsidere su actitud” para que “tome las medidas apropiadas y actúe a la altura de la importante posición que ocupa”.
La carta se hace eco, según el DDC, de “la violencia y la ferocidad” con la que el “régimen atacó al pueblo cubano en las demostraciones, la muerte por la espalda del joven Diubis Laurencio Tejeda por parte de las fuerzas policiales, así como una joven baleada en una pierna, varios agentes golpeando a un ensangrentado manifestante y a otro ciudadano que de tantos golpes, lo dejan inconsciente en el piso”.
Además, de acuerdo con esa institución del exilio cubano, “las fuerzas represivas allanaron viviendas y hasta dispararon contra personas desarmadas. Así como más 1.000 arrestos arbitrarios con golpizas, realizados y desapariciones de detenidos”.
A continuación, la carta enviada por el Directorio Democrático Cubano a Michelle Bachelet, alta comisionada de Derechos Humanos de la Naciones Unidas (ONU):
Alta comisionada Bachelet:
Estamos profundamente consternados porque después de un mes y medio de la sangrienta y violenta represión que usó la dictadura cubana contra el pueblo en las protestas pacíficas del 11 y 12 de julio, ni usted, ni su oficina, ni el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, han emitido una condena, anunciado una investigación o siquiera han formulado una declaración sobre las graves violaciones de derechos humanos que ocurrieron y que continúan sucediendo en Cuba.
Las evidencias de la ferocidad con que las fuerzas represivas de la dictadura atacaron y reprimieron a los manifestantes pacíficos han circulado por todos los medios informativos del mundo libre. Si usted o su oficina no los han visto, se los podemos enviar. Son videos y fotografías que muestran a las fuerzas policiales disparando contra personas desarmadas y pacíficas, a una persona muerta por los disparos (Diubis Laurencio Tejeda), a una joven baleada en una pierna, a varios agentes golpeando a un ensangrentado manifestante, a otro que de tantos golpes lo dejan inconsciente en el piso. Los hechos son irrefutables.
La violencia usada no se limitó al día de la manifestación multitudinaria y espontánea que se extendió a más de 45 ciudades de Cuba, sino que, al día siguiente, las fuerzas represivas allanaron viviendas y hasta dispararon contra personas desarmadas (también hay un video mostrando un allanamiento, disparos y el piso ensangrentado). El jefe de la dictadura, Miguel Díaz-Canel, ordenó ante las cámaras de la televisión una “guerra revolucionaria” contra la población y armó con garrotes de madera a cientos de policías vestidos de civil a los que trasladó en autobuses a diversas ciudades para apalear a los que identificaron como participantes en las protestas del día anterior. Las agencias cablegráficas mostraron videos de los agentes bajándose de los autobuses con los garrotes en las manos.
Sra. Alta Comisionada, las organizaciones defensoras de los derechos humanos en Cuba han documentado más de 1,000 personas arrestadas por simplemente ejercer el derecho, internacionalmente reconocido, de manifestarse pacífica y públicamente para expresar sus opiniones. Es inaceptable que usted y su oficina, la más alta instancia mundial en materia de derechos humanos, mantenga un silencio que puede interpretarse como cómplice de los ejecutores. Somos respetuosos de las opiniones políticas personales, pero quien ocupa una posición como la suya, en una institución mundial, tiene que comportarse profesionalmente y colocar a un lado sus preferencias políticas o ideológicas.
Hechos como éste, su silencio e indiferencia ante las atrocidades en Cuba, son los que han trivializado el tema de los derechos humanos y lo ha degradado en importancia y respetabilidad.
Esperamos que usted reconsidere su actitud, tome las medidas apropiadas y actúe a la altura de la alta posición que ocupa.
No es posible todavía entregar una lista de los heridos y arrestados por las fuerzas represivas porque el régimen se niega a dar información. Tenemos testimonios sobre detenidos que han sido sometidos a golpizas después de los arrestos. Esta grave situación reclama su actuación inmediata.
De UD., atentamente,
Dr. Orlando Gutiérrez-Boronat,
Secretario General
Directorio Democrático Cubano