MIAMI.- Imagen del venezolano que provocó el cierre temporal de una de las teminales del aeropuerto de Miami. (Álvaro Mata y Cortesía)
MIAMI.- Lo que inicialmente fue presentado como una broma, se ha convertido en un lamentable dolor de cabeza para Manuel Alberto Alvarado y su familia
MIAMI.- Imagen del venezolano que provocó el cierre temporal de una de las teminales del aeropuerto de Miami. (Álvaro Mata y Cortesía)
JOSÉ PERNALETE/DLA
Lo que inicialmente fue presentado como una broma, se ha convertido en un lamentable dolor de cabeza para Manuel Alberto Alvarado y su familia. En la mañana de este miércoles cuando se disponía a abordar un avión en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), Alvarado causó el caos cuando dijo en un tono que pudo ser escuchado por otros, que dentro de su maleta de mano tenía una bomba, lo que implicó la activación inmediata del protocolo de seguridad dentro del terminal aéreo.
Lo que después explicó Alvarado que había dicho a manera de broma, representó que le impusieran el pago de una fianza de 50.000 dólares.
Alvarado es médico neurólogo que trabaja en una conocida clínica en Caracas. Además es profesor de medicina para residentes de la Universidad Central de Venezuela y viajó a Estados Unidos para conocer detalles técnicos de un equipo de esterilización de insumos médicos.
Su hermana, Raiza Velazco, conversó con DIARIO LAS AMÉRICAS y dijo que el profesional de 60 años es una persona que se ha destacado en su campo a lo largo de su carrera y atribuye el incidente en la terminal aérea a “un comentario sin ninguna mala intención”.
Esta no es la primera vez que el neurólogo viajaba a Estados Unidos, de hecho el día de la alarma en Miami regresaba de Atlanta para viajar a la capital venezolana luego de una escala en Bogotá.
“Estamos preocupados porque nosotros no contamos con ese dinero de la fianza, él es un médico trabajador pero no reúne esa cantidad de dólares para la fianza, él depende de su sueldo”, comentó Velazco.
Ella espera que los abogados contratados por la familia del médico puedan llegar a un acuerdo en la Corte. El bufete de expertos fue contactado por las dos hijas de Alvarado quienes son abogadas internacionalistas y viven en Nueva Zelandia.
Velazco no duda que luego de superar este percance, “como hermana mayor pueda decirle algunas cosas a Manuel por lo que hizo”. Agregó que aunque reconoce el cuidado necesario ante posibles ataques terroristas, las autoridades deben investigar a profundidad antes de levantar acusaciones como las que pesan sobre su hermano.
Otra persona que expresó su inquietud por el “malentendido” es un amigo que le conoce hace cuatro décadas, Francisco Yélamo. Este empresario venezolano radicado en Georgia conoce al especialista también como padre de familia y profesional dedicado a nobles causas.
“Manuel atiende a pacientes así no tengan dinero, presta sus servicios al Hospital San Juan de Dios en Venezuela, él no representa ningún peligro”, comentó.
Aseguró que su amigo hizo ese comentario “sin asimilar las condiciones tan críticas que está atravesando Norteamérica”. También cuestionó las políticas de seguridad aplicadas en Miami por oficiales de seguridad aeroportuaria, a su juicio, no interrogan debidamente al turista y “sólo se limitan a practicar arrestos y levantar todos los cargos que puedan”.