jueves 17  de  julio 2025
REPORTAJE

Gobierno de Sweetwater pide 8.000 dólares para celebración de tradición nicaragüense

El jefe de despacho del alcalde Orlando López asegura que la suma cubriría gastos de seguridad y limpieza

MIAMI.- JUDITH FLORES
Especial

La alcaldía de Sweetwater le exige un pago de 7.732 dólares a la organización Community  Performing Arts, por la realización de la fiesta tradicional que la comunidad nicaragüense dedica a su patrona, La Inmaculada Concepción.

El festejo, conocido popularmente como La Gritería, se instauró en el sur de la Florida desde finales de los 70 cuando comenzó el auge de inmigración nicaragüense.

La celebración masiva que tiene lugar en la avenida 107, desde la calle Flagler hasta la 4, desde el año 2013 la ha organizado la activista comunitaria Consuelo Espinoza. 

El costo que está pidiendo la alcaldía para autorizar la celebración  es para cubrir los gastos de la Policía que garantizaría la seguridad del evento y la limpieza de las calles, según informó Ralph Ventura, jefe de despacho del alcalde Orlando López.

El evento está pautado para el próximo 5 de diciembre. Espinoza se presentó a la reunión de la Comisión para solicitar apoyo y evitar pagar los costos, pero Ventura dijo que el Ayuntamiento no puede cubrir los gastos debido a la crisis financiera que enfrenta la ciudad.

“Llevamos más de un mes tratando el tema de la Purísima con la Comisión. Primero tienen que entender que la ciudad no tiene dinero para apoyar y darle servicios gratis; segundo, en cualquier otro municipio que se hace algo parecido se cobra y se cobra mucho más de lo que nosotros estamos cobrando; tercero, le hemos dicho que pueden celebrar su festival en uno de los parques gratis, tuvieran que pagar solamente por un policía, pero ellos quieren cerrar la 107, que es la avenida más grande en la ciudad”, dijo en funcionario.

De acuerdo con Ventura, la Gritería en los dos años anteriores tuvo altos costos para la ciudad porque requiere de 29 policías, aunque aseguró que el cobro actual es para cubrir el pago de ocho oficiales y la limpieza.

El evento organizado por Espinoza a partir del 2013, fue respaldado con fondos de la ciudad por decisión del exalcalde Jose M. Díaz, algo que criticó la comisionada Isolina Maroño, asegurando que ahora la ciudad enfrenta un problema financiero.

Maroño propuso que la Gritería se haga en la avenida 108, que es una calle menos transitada y reduciría los costos, pero Espinoza no acepta otra propuesta que no sea el cierre de la avenida 107, la de mayor tráfico en la ciudad que lleva a los principales centros comerciales como el Dolphin Mall y el International Mall.

Espinoza afirmó que no ha solicitado dinero a la Comuna, lo único que quiere es llegar a un acuerdo para realizar el evento en la 107 avenida.

“Hemos rebajado los costos bastante pero lo que está organización quiere hacer sino consiguen los costos gratis, es hacer la limpieza ellos y eso no se puede permitir porque la calle le pertenece al estado y a las 12 de la noche tiene que estar completamente limpia porque se tiene que abrir de nuevo, si existen inconvenientes la ciudad tendrá que pagar por eso”, acotó Ventura.

El jefe de despacho negó que el alcalde haya expresado que no le interesaban los actos culturales a como afirmó Espinoza a un canal de televisión.

“No, eso no es cierto, absolutamente lo niego”, respondió Ventura, al tiempo que sostuvo “que no es nada contra la organización de Espinoza, tampoco contra la actividad religiosa“.

“Consuelo me dijo a mí que si no hacíamos lo que ella quería se iba a dirigir a los medios de comunicación, eso fue para mí una amenaza, en realidad aquí se ha tratado con ellos por semanas para tratar de rebajar los gastos“, aseguró Ventura.

 Una situación similar se registró en el 2013, cuando el alcalde interino José Díaz, suspendió la ordenanza del exalcalde Manny Maroño, que había destinado un área cerrada para la realización de la Gritería, con el fin de evitar accidentes en el cruce de las calles.

Espinoza entonces acusó a Díaz de discriminación religiosa por suspender la decisión de Maroño. Díaz cedió a cerrar el área, pero también permitió que los devotos de la Virgen María, hicieran la celebración de la manera tradicional, el recorrido en las calles.

La parte de mayor costo de la fiesta es la de mantenimiento y Espinoza ha propuesto poner los voluntarios para dejar las calles limpias, sin embargo las autoridades rehúsan negociar en ese sentido.

El exalcalde Díaz, dijo que la ciudad tiene grandes retos económicos pero a su juicio existen alternativas y “con un liderazgo verdadero las cosas se hubieran podido solucionar, tengo que hablar con el director de finanzas y con el propio alcalde para ver que se puede hacer al respecto, pero quizás las oportunidades que existían anteriormente no son las mismas que existen en estos momentos, en la parte que me corresponde anteriormente exhorté a muchos trabajadores que donaran su tiempo, a muchos policías que donaron su tiempo y de esta forma rebajar los costos y que podía ser asimilada por la organización de la señora (Consuelo) Espinoza”.

En años anteriores la organización de Espinoza fue patrocinada por instituciones que sostienen vínculos con el régimen sandinista de Daniel Ortega, incluido el consulado de Nicaragua en Miami.

Espinoza llegó a la Comisión acompañada de un grupo de nicaragüenses, entre ellos promotores de una organización de artistas vinculados al Gobierno sandinista.

Uno de los acompañantes que abogó a favor de Espinoza, fue el locutor nicaragüense Leobardo Rueda,  quien ha organizado eventos “culturales” con altos funcionarios del régimen sandinista. Además consiguió que el alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, entregara un Pergamino a funcionarios del gobierno sandinista, distinción que el alcalde posteriormente revocó tras protestas de residentes de origen nicaragüenses.

El exalcalde José Díaz, que mantiene una disputa con el actual alcalde Orlando López, dijo que hará gestiones con empresarios para apoyar a la organización que dirige Espinoza.

Sweetwater fue la primera ciudad que celebró la Gritería en 1979, desde la llegada de miles de nicaragüenses que huían del sandinismo. La fundadora de la tradición religiosa en Miami, es Violeta Ocampo, que la celebra en el parqueo del restaurante Los Ranchos desde hace 36 años en la 107 avenida y la Flagler, con el apoyo de una comisión de voluntarios.

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