MIAMI.- Las estadísticas afirman que las sobredosis accidentales de calmantes tipo opiáceo sintético, algunos de ellos tan potentes como la heroína, va en aumento en la Florida.
MIAMI.- Las estadísticas afirman que las sobredosis accidentales de calmantes tipo opiáceo sintético, algunos de ellos tan potentes como la heroína, va en aumento en la Florida.
Según los datos preliminares del estado, un estimado de 6,8 personas por cada 100.000 habitantes muere por ingerir una cantidad mayor de la recetada para estos peligrosos analgésicos, lo que significa un incremento de casi el 100 % respecto al año anterior.
Entre ellos figura el matrimonio de Daniel Kelsey, 32 años, y Heather Kelsey, 30 años, de la zona de Daytona Beach, quienes murieron a causa de una sobredosis de fentanyl, que es un tipo de droga, de 50 a 100 veces más fuerte que la morfina, que es administrada regularmente a pacientes en estado terminal para aliviar los dolores.
El joven matrimonio dejó atrás a los pequeños Joey, 5 años, Aiden, 2½, y Nicholas, 1½, a cargo ahora de sus abuelos maternos, que ya tenían planes de jubilarse, según reportó el periódico Orlando Sentinel.
“Esto denota la imagen precisa de lo que sucede en nuestro país hoy”, declaró el sheriff condal de Volusia, Michael Chitwood, cuya agencia investigó el caso.
Entre los múltiples analgésicos de este tipo, sean de fabricación reconocida o genérico de marca blanca, destacan entre los más populares: vicodin, oxycodone, y oxycodone HCL.
“Heather y Daniel no eran criminales, ni delincuentes que robaran en las calles. Fueron personas que padecían una enfermedad y la enfermedad los mató”, resaltó el sheriff.
Epidemia
Hoy el consumo de estos medicamentos, que es la adicción a opiáceos farmacológicos, heroína y opiáceos químicos de fabricación clandestina, es considerado una epidemia en el país.
Por ejemplo, acorde al estudio realizado por The New York Times cerca de 59.700 personas murieron en EEUU en 2016 por el consumo de drogas, frente a las 52.400 de 2015. Del total de muertes, 35.000 se debieron a consumo de heroína sola o cortada con opiáceos ilegales.
Mientras tanto, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas prevé que los datos de 2017 denoten una cifra de víctimas aún mayor.
De hecho, los llamados opiáceos farmacológicos causaron la muerte de más de 180.000 personas en EE UU entre los 2000 y 2015, y se estima que unos dos millones de estadounidenses son adictos a estos tipos de pastillas.
No obstante, se mantiene vivo el elemento de esperanza de un moderado progreso en el control de las recetas médicas e incluso los medicamentos que son suministrados en consultas médicas. Para ello, los gobiernos federal y estatal disponen de nuevas regulaciones y propuestas de ley que podrían controlar una parte del problema.