Obtuvo una puntuación de 49,78, en una evaluación en la que 100 representa las condiciones más favorables en cuanto al sistema de vacunación. "La inmigración puede contribuir a que la tasa de vacunación sea más baja, en el sentido de que para poder tener una vacuna necesitas un seguro. Las vacunas no son gratuitas en Estados Unidos, como ocurre en otros países, tienes que pagarla", explicó Dadilia Garcés, médico epidemióloga y profesora de Miami Dadd College, a DIARIO LAS AMÉRICAS.
La tasa de inmunización de niños y adolescentes se ubicó en la posición 20, mientras que la de adultos y ancianos se situó en el puesto 50, según la investigación del sitio web de finanzas personales, en el que 1 simboliza la mejor calificación.
Florida se encuentra entre los peores estados en cuanto a la inmunización de sus ciudadanos. Se posicionó en el puesto 46° en la tasa de vacunación contra la influenza en niños de 6 meses a 17 años; y en el 48° en el porcentaje de adolescentes con vacunas meningocócica ACWY masculina y en la tasa de vacunación contra el tétanos en adultos.
También obtuvo una calificación de 49 en la tasa de vacunación contra el VPH en adolescentes y de 50 en la de vacunas contra la gripe en adultos.
El temor en los migrantes en Florida
La doctora indicó que la tasa de vacunación no es tan baja en los niños en edad escolar debido a que en Florida, los infantes tienen que ser vacunados para poder ingresar al sistema de educación. "La única manera de no recibir la vacuna es por una justificación médica o por razones religiosas", agregó.
En cambio, en adultos la inmigración causa un mayor impacto en el sistema de vacunación, puesto que las vacunas deben ser cubiertas por un seguro de salud y no todas las personas están aseguradas.
Se encuentran en mayor desventaja los inmigrantes indocumentados, quienes por la nueva Ley de inmigración, que entró en vigor en julio del año en curso, temen acudir a los centros de salud público a aplicarse "una simple vacuna" porque deben reportar su estatus legal en el país.
A esto se le suma, en opinión de Garcés, una "generación antivacuna", en la que muchos ciudadanos no creen en las vacunas y se niegan a vacunarse. "Desde la perspectiva de la vacuna del COVID-19 hubo una gran politización de las vacunas. Esto ha influido en la credibilidad de las vacunas ante el público, sobre todo al público latino y afroamericano, donde lamentablemente se tienen experiencias en Estados Unidos de que han sido utilizados o no se les ha informado sobre uso de medicamentos o procedimientos", señaló.
Movimiento "antivacunas" y desinformación
La epidemióloga recordó que a inicios del año 2000 hubo un movimiento "antivacunas", que promovía un estudio que asociaba las vacunas con el autismo, aunque no cumplía con los requisitos para comprobarlo.
"La información salió y eso creó parte de esta campaña 'antivacunas' que tienen muchas personas, de que no creen en las vacunas porque tienen esa falsa creencia, con base a un estudio que no cumplía con las características científicas para ser publicado, de que el autismo y otras enfermedades neurológicas están relacionadas con las vacunas, cosa que no es verdad", subrayó.
Garcés aseguró que este informe del movimiento "antivacunas" causó un daño en la población y, junto a los movimientos políticos y migratorios, han contribuido a que los estados del sur de EEUU, como Mississippi, tengan bajas tasas de vacunación.
Las vacunas previenen muertes
Las vacunas previenen entre cuatro y cinco millones de muertes por año, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También, han reducido drásticamente la prevalencia de enfermedades epidemiológicas como el sarampión, polio, tétanos y varicela, entre otras, y lograron erradicar por completo la viruela en el mundo en 1979.
"Las vacunas son más eficaces cuando una gran parte de la población las obtiene, por lo que es importante asegurarse de que las personas sean educadas sobre la importancia de las vacunas y cuánto bien han hecho por la salud pública", resalta el análisis realizado por WalletHub.
Además, recuerda que tras la pandemia de COVID-19, en Estados Unidos se desarrollaron vacunas que redujeron significativamente los contagios y las muertes, permitiendo que el país retornara a la normalidad.
Politización de la salud
La epidemióloga consideró que las vacunas han dado muestra de que salvan vidas y son "uno de los grandes precursores de salud" que tiene la sociedad desde el siglo. "Las grandes masas de personas y de niños que quedaban con secuelas ya no se ven gracias a las vacunas", sostuvo.
Sin embargo, señaló, la politización de la salud y de las vacunas han contribuido a la desinformación que hoy sataniza a las vacunas.
Garcés destacó la importancia de que los gobiernos entiendan que la salud pública "no es un asunto político", por lo que no se puede politizar. Además, de que se debe educar a la población de cómo se transmiten las enfermedades y cómo las vacunas prevenirlas.
"Hay que dejar de politizar la salud y crear también la confianza en la población, sobre todo, en esos grupos minoritarios, que históricamente se han visto afectados por programas de gobierno que supuestamente iban a hacerles un bien y terminaron creando problemas en la salud de esa población, como ha ocurrido con los afroamericanos y los latinos", enfatizó.
Estos son los 10 estados que más vacunan en Estados Unidos:
- Massachusetts, con 75,74 puntos.
- Rhode Island, con 74,88 puntos.
- Iowa, con 70,31 puntos.
- Vermont, con 69,70 puntos.
- Connecticut, con 68,02 puntos.
- Washington, con 67,00 puntos.
- Dakota del Norte, con 66,56 puntos.
- Wisconsin, con 66,11 puntos.
- Nueva Hampshire, con 65,81 puntos.
- Colorado, 65,64 puntos.
Abram Wagner, profesor asistente de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Michigan, consideró que el éxito que han tenido las vacunas en EEUU ha hecho que los ciudadanos vean la baja prevalencia de enfermedades como una razón para no vacunarse, en lugar de valorarla como un efecto del "increíble esfuerzo" que los profesionales de salud han puesto en la vacunación.
A su juicio, las conexiones que establezcan las autoridades locales, los funcionarios de salud pública y proveedores de atención médica dentro de una comunidad ayudará a contrarrestar la desconfianza que tiene la población hacia las vacunas.
"Tener un sistema regulador respetado y tener fácil acceso a las vacunas puede aumentar la confianza de los individuos en ellas", indicó, citado por WalletHub.
Asimismo, resaltó el papel fundamental que tienen los medios de comunicación mediante la información que proporcionen sobre los brotes de enfermedades prevenibles por vacunación. "Hasta que las enfermedades se erradiquen en todo el mundo, la vacunación sigue siendo necesaria, y los medios de comunicación pueden ayudar a educar a las personas sobre estas enfermedades, que en generaciones pasadas eran lamentablemente tan comunes", subrayó.
Los cincos estados con baja incidencia de vacunación son:
- Wyoming, con 41,01 puntos.
- Georgia, con 40,00 puntos.
- Arizona, con 39,80 puntos.
- Alaska, con 38,93 puntos.
- Mississippi, con 18,63 puntos.