Grandes ciudades, como Nueva York, Washington DC, Chicago, Los Ángeles y Miami, además de Minneapolis, han sido testigos de multitudinarias protestas y enfrentamientos con la Policía, además de injustificables actos de violencia y saqueo a establecimientos.
Miami no fue ajena a esta situación, tal vez por haber vivido en carne propia episodios similares de abuso policial, y masivas manifestaciones, armadas de mascarillas, dada la situación actual de coronavirus¸ letreros y cánticos que recordaban el sufrimiento de Floyd “I can´t breath”, no puedo respirar, se lanzó a las calles del centro de la ciudad y zonas adyacentes para reclamar con ímpetu el cambio necesario.
La jornada del sábado tomó incluso la importante autopista I-95 pero terminó mal, cuando un grupo de ellos optó por lanzar piedras a los agentes del orden en las cercanías del cuartel municipal e incluso quemar vehículos patrulleros.
De esta manera, Miami volvió a sentir la fuerza de gases lacrimógenos y la detención de decenas de individuos que no honraron la memoria Floyd con sus actos.
Un toque de queda fue establecido. No quedó otra opción para defender la ciudad, la ciudadanía y la propiedad privada.
El domingo la multitudinaria manifestación regresó a las calles, mientras la Policía, montada en bicicletas y apenas armada, observaba a 100 metros de distancia, sin equipos antidisturbios pero a la expectativa de lo que podría ser otra jornada de hechos de violencia.
“Estamos aquí porque hay que protestar la violencia policíaca. No podemos seguir de brazos cruzados, mientras algún policía racista decide golpear, abusar y hasta ocasionar la muerte de gente común y corriente, sea negro, latino o chino”, reclamó uno de los manifestantes ante la muchedumbre, altoparlante en mano.
Unos portaban letreros alegóricos contra la “brutalidad policial”, mientras otros pedían hasta “suspender los fondos públicos de la Policía” o “cerrar las cárceles”.
“Siempre hay de todo”, reclamó una joven de Fort Lauderdale, que viajó a Miami para participar en la manifestación. “Yo solo pido justicia”, subrayó.
Una hora antes, el alcalde de Miami, Francis Suárez, habló a la prensa a los pies del cuartel general de la Policía municipal, donde repitió que la muerte de Floyd “es un acto abominable y que los cuatro policías involucrados (en los hechos)”, además del primero inculpado por homicidio, “deben responder a la justicia”.
Por otro lado, el alcalde recordó que “protestar pacíficamente es un derecho, pero causar daños o actos violentos no” y que estaba al tanto de la existencia de “personas que proceden de otras ciudades, que vienen a Miami a agitara los demás” y que eso “no será permitido”.
Posición oficial
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) dijo que la agencia tiene identificado a un número de personas que han "instigado activamente la violencia" durante estas manifestaciones pacíficas.
En un comunicado, el FBI señaló que "respeta los derechos de las personas a protestar pacíficamente y ejercer sus derechos de la Primera Enmienda" pero “en consecuencia, estamos comprometidos a aprehender y acusar a instigadores violentos que se aprovechan de protestas legítimas y pacíficas".
Luego continuó: "La violencia sigue, la amenaza potencial a la vida y la destrucción de propiedades en el país interfieren con los derechos y la seguridad de los manifestantes pacíficos protegidos por la Primera Enmienda, así como de todos los ciudadanos".
El comunicado exhorta además a quienes hayan sido testigos de actos de violencia y/o asaltos a establecimientos a enviar cualquier información relevante, fotos o videos al portal fbi.gov/violence en Internet o llamar al número 1 800 225 5324 por teléfono.
Por otra parte, el jefe de la Policía de Miami, Jorge Colina, afirmó, en declaraciones exclusivas a DIARIO LAS AMÉRICAS, que de los 57 detenidos el sábado 30 “44 viven fuera de Miami” y que siete de ellos radican en estados como “Nueva York, Minnesota o Michigan”.
“No sabemos si son miembros de Antifa”, el grupo de izquierda radical que apuesta por la abolición del capitalismo, pero afirmó que “son extremistas que vinieron a crear problemas. Eso sí puedo decirlo con toda seguridad”.
Entretanto, el presidente Donald Trump se refirió al grupo Antifa como el encargado de radicalizar las protestas por la muerte del Floyd e instó a los gobiernos locales a utilizar la fuerza de la Guardia Nacional si no pueden controlar la violencia.
“El sábado todo empezó (en Miami) como una protesta bastante tranquila, pero cuando empezó a bajar el sol, algunos que estaban protestando se pusieron agresivos”, recordó el oficial Colina.
Piedras y botellas fueron lanzadas entonces a agentes del orden, e incluso quemaron dos vehículos policíacos. La Policía respondió con gases lacrimógenos y balas de gomas.
Algunos locales comerciales, incluso ventanas y paredes de edificios colindantes, fueron vandalizados e inclusive saqueados por los agitadores, que los organizadores de la protesta pacífica aseguran “no forman parte de ellos”.
El domingo 31 la protesta en Miami comenzó pacíficamente en Biscayne Boulevard y cinco horas después, tras recorrer las principales calles del centro, estuvo a punto de tornarse violenta, cuando un grupo de manifestantes optó por asaltar una importante tienda CVS y otro se atrincheró frente a las puertas del establecimiento para evitar que los otros rompieran los cristales y saquearan el lugar.
“No. Para. Eso no”, gritaban unos, mientras los agitadores trataban de romper el cerco. En pocos minutos, la Policía municipal y condal antimotines acudió al lugar y ambos grupos salieron corriendo.
De hecho, el alcalde condal de Miami-Dade, Carlos Giménez, vio el suceso por televisión y declaró que le gustaría conocer a “quienes impidieron el asalto” para felicitarles por la valentía.
Antecedentes
No son pocos los que opinan que, de la misma manera que nuestro país ha logrado establecer el orden y el estado de Derecho, las manifestaciones, los disturbios e incluso la violencia han estado presentes en los más de dos siglos de historia del país.
“Cuando nuestros Padres Fundadores lucharon por la independencia, la violencia fue el método que tuvieron que emplear”, reflexionó Mario Tavares, profesor de ciencias políticas de Fordham University, en Nueva York.
Entonces se escucharon frases como "vive libre o muere", "dame libertad o dame muerte" y "la rebelión a los tiranos es obediencia a Dios".
Hoy, dadas las circunstancias y la repetición de hechos de abuso policial contra afroamericanos y otras etnias, “las manifestaciones pacíficas y también los disturbios han estallado en todo el país”.
Sin embargo, “se presta más atención a la violencia. Se les llama a todos por igual: saqueadores, matones e incluso afirmaciones de que no son estadounidenses”.
“No me importa si Floyd era investigado o no por una cosa u otra. No hay razón para haberlo abusado y causado su muerte”, recalcó.
Luego el profesor opinó que “un motín puede ser un acto de violencia temporal” pero que “podría convertirse, ante tanta inacción por parte de autoridades, en un estallido social de mayor envergadura”.
Y subrayó: “Es algo lento pero cuando esté completamente maduro, estallará si no cambiamos las cosas”.
La muerte de Floyd ha sido recalificada de homicidio culposo y ahora Rereck Chauvin, de 44 años, es acusado de asesinato en segundo grado, lo que implica pena de cárcel y, en algunos casos, cadena perpetua.
Por otra parte, la autoridad fiscal de Minnesota imputa ahora a los tres oficiales que estuvieron presentes en el lugar de los hechos, y no evitaron el inconcebible suceso, “de ayudar e instigar” a cometer el abuso, el delito, que conllevó a la muerte de Floyd.