MIAMI.- RUI FEREIRA
Especial
Hay tiempo y recursos para anunciar los lugares donde los desamparados, ante la falta de otro espacio, se dedican a aliviar sus necesidades fisiológicas
MIAMI.- RUI FEREIRA
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Es difícil entender cuáles son las prioridades de las autoridades de Miami-Dade cuando diseñan la política para promover el turismo. Normalmente, se crean mapas que ayudan al visitante para desplazarse por el área con puntos de referencia que lo hagan sentir confortable.
Sin embargo, hay tiempo y recursos para anunciar los lugares donde los desamparados, ante la falta de otro espacio, se dedican a aliviar sus necesidades fisiológicas. Algo así como un mapa de la caca que producen esos seres humanos.
La Autoridad del Desarrollo del Centro de Miami (DDA, por sus siglas en inglés), quien sostiene un duelo con el Fondo de los Desamparados de Miami-Dade (MDHT) sobre el futuro de los indigentes en el condado, plantea que la presencia de las personas sin hogar perjudica la imagen de la ciudad y, de cierta manera, atenta contra el ornato público, mientras la segunda entidad aboga por una amplia defensa que pretende ir más allá de acogerlos y quiere aumentar el número de albergues que, de momento, tienen su insignia en el centro de acogida Camillus House.
“Hay que defender el número cada vez mayor de residentes, negocios y visitantes del centro de la ciudad. Jamás vamos a dejar de insistir en que el aumento del número de los desamparados tiene un impacto negativo en el centro de la ciudad”, ha dicho en un comunicado la directora ejecutiva del DDA, Alyce Robertson.
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Cada uno tiene derecho a exponer sus argumentos. La cuestión es si los desamparados son realmente el objetivo de todo esto. Entonces, salta la pregunta por qué existe la legislación que protege la vida de los desamparados e indigentes en la ciudad. Lo que sucede, es que el tema ha salido a flote después que hace casi dos años la policía se vio imposibilitada de evacuar a decenas de manifestantes que protestaban contra las grandes corporaciones y bancos a quienes culpaban de la crisis económica, al estilo de Occupy Wall Street, como sucedió en Nueva York entonces.
A la policía le fue imposible desalojar a los manifestantes precisamente por la legislación que protege los indigentes y que fue resultado de una demanda que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ganó en las cortes de Miami-Dade. Ahora, en los pasillos del condado quieren acabar con esa legislación para evitar manifestaciones futuras.
DIARIO LAS AMÉRICAS intentó contactar a un portavoz de DDA para que comentara la confección del mapa escatológico. No hubo respuesta. No está claro si los empleados de la entidad realizaron el estudio a lo loco para confeccionar el mapa, ni si supieron distinguir las heces fecales humanas de las animales, ya que perros y gatos hay por doquier.