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martes 28
de
enero 2025
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@danielcastrope
MIAMI.- La grave crisis humanitaria que golpea a Venezuela ha ocasionado la muerte de un sinnúmero de niños en clínicas y hospitales por falta de atención médica oportuna, pero también por la escasez de medicamentos que nunca antes se había padecido en ese país sudamericano.
En tal sentido, el Movimiento Nacidos del Pavimento, surgido durante las protestas que tuvieron lugar en calles venezolanas en 2017, donde murieron más de 100 personas a manos del régimen que encabeza el dictador Nicolás Maduro, viene realizando una campaña internacional para trasladar hacia otros países, a niños venezolanos enfermos de cáncer.
Katiuska Rodríguez, presidenta de la organización, para quien Estados Unidos es un país que ha sido clave en el logro de nuevos “apadrinamientos de niños”, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que si esos pequeños “no hubieran sido trasladados a otros países, en estos momentos estarían muertos”.
¿Cómo ha trabajado para, desde el exilio, llevarles ayuda a los venezolanos que más lo necesitan?
Lo primero que debo decir es que Estados Unidos, desde que llegamos, nos ha brindado mucho apoyo, sobre todo los cubanos, colombianos, nicaragüenses, estadounidenses; hemos realizado muchas alianzas porque conocen las vivencias de los venezolanos, y hemos estado con apadrinamientos que se envían a nuestro país, y ahora desde Venezuela tenemos en la frontera a muchos niños que están huyendo y los estamos atendiendo. Nuestra organización no es una fundación, es un movimiento precisamente para despertar conciencia, y movilizar tanto a fundaciones extranjeras como fundaciones dentro del país.
¿Qué propósito tienen en Estados Unidos?
Estamos gestionando alianzas que nos permitan enviar recursos directamente a las manos de las personas que realmente lo necesitan. Por ejemplo, distribuirlos en lugares específicos como el [hospital] Oncológico Infantil, en el estado Anzoátegui [ubicado en el lado nororiental del país], en donde hay 22 niños. Lo que nosotros hacemos es apadrinarlos; buscamos la forma de hacerles llegar dinero y que sus familias se encarguen de buscar los medicamentos.
¿Cuántos niños tienen apadrinados?
En este momento tenemos ocho niños apadrinados. Quizás suena poco, pero en total atendemos a 22 menores y a otros en la parte comunitaria, cultural y deportiva, y realmente el enfoque de nosotros es ayudar tomando cada caso y terminándolo. En el Oncológico Infantil teníamos unos niños que tuvimos que llevar a Brasil, porque ya no había forma de ayudarlos en un centro en donde no funciona ni el laboratorio. Los niños no se están muriendo por sus enfermedades, sino por desnutrición. Entonces lo que hacemos es pedirles a sus padres que decidan si quieren salir del país y nosotros los apoyamos con dinero para que consigan lo que necesitan por fuera. Esto es porque realmente no conseguimos medicamentos en Venezuela. Algunas fundaciones están enviando sus donaciones, por ejemplo, pañales o medicamentos para quimioterapias, pero ¿los niños se están salvando o se están curando? No se están salvando, ni curando. Se trata de simples pañitos de agua caliente.
Es decir, ¿ustedes prefieren llevarse a esos niños hacia otros países?
Sí. Cuando realmente el niño no tiene la atención que debe recibir a nivel de nutrición, de exámenes y de los medicamentos para quimioterapia, que muchos están vencidos, entonces el mismo padre nos dice que quieren irse del país y nosotros hacemos nuestra labor, con contactos y dinero, para que puedan salir de Venezuela. Gracias a Dios, de los ocho niños que tenemos, dos se han salvado en Boa Vista (Brasil). Tenemos un niño que se llama Brenyer, y otros dos más en Brasil, y al primer niño le dijeron que ya está curado. Si se hubiese quedado en Venezuela, hubiera muerto, como ocurre con tres o cuatro por semana en nuestro país.
¿Qué tipo de niños apadrina el movimiento?
Del Oncológico Infantil, en lo que es el área de salud, son niños diagnosticados con cáncer. Son niños que tomamos cuando apenas se conoce su diagnóstico y ayudamos también a la familia, si alguien necesita medicamentos o ayuda sicológica, porque si los familiares están en un alto nivel de estrés, el niño puede recaer. Lo que hacemos es tomar el caso completo hasta que el pequeño pueda estar lo mejor posible.
¿Cómo logran conseguir apoyo internacional?
Tenemos diferentes tipos de gestiones por medio de contactos con empresarios, también con algunos políticos que nos han ayudado muchísimo, especialmente algunos candidatos de la zona, entonces con ellos logramos los apadrinamientos después de que ven nuestro trabajo y les demostramos que su apoyo realmente llega a su destino. Estados Unidos nos ha ayudado muchísimo. Este cambio de venir a este país ha sido fundamental porque los dólares que recogemos aquí, en nuestro país se convierten en mucho dinero. También estamos organizando una serie de eventos para captar más ayudas con cenas navideñas y otras actividades.
¿Cómo logran evadir los controles del régimen para hacer llegar las ayudas?
Cada día se pone más compleja la situación porque entre más queremos ayudar a nuestra gente, nos ponen más trabas. Ejemplo de esto es que nosotros sacábamos a los niños, los ayudábamos, tenían su pasaporte, pero ahora no tienen ese documento. En este sentido, ACNUR [Agencia de la ONU para los refugiados] nos ha ayudado con niños que llegan a Brasil solamente con la cédula. Tenemos una gran aliada que es Tamara Taraciuk, de Human Rights Watch. Ellos nos han dado toda su ayuda, y también realizaron un documental muy importante sobre la situación de Venezuela, en donde muestran que la crisis que se está viviendo es fuerte, y casualmente ella [Tamara Taraciuk] se tropezó con los niños que nosotros tenemos en Brasil. Así fue que ella decidió apoyarnos y ser aliada del movimiento para superar todas esas trabas que se nos han presentado.
¿Cuál es su mensaje para quienes quieran ayudar a los niños necesitados de Venezuela?
Les hago un llamado de conciencia. Sabemos que hay muchas fundaciones que están pidiendo ayudas, que buscan cómo colaborar en esta crisis. Entonces llega un momento en que algunos se abstienen de dar más donaciones porque somos muchos en esta labor. Por eso estamos tratando de conciliar a todas las organizaciones para poder hacer un solo envío a Venezuela. Los donantes pueden seguirnos por las redes sociales del movimiento, en donde también tendrán participación otras organizaciones y las personas que quieran sumarse a esta causa podrán hacerles seguimiento a los casos observando cuando su donación llegue a las mismas manos del niño que lo necesita. Y no solo estamos en el Oncológico Infantil, también estamos abriendo un comedor en el estado Miranda. También estamos ayudando a otros niños con problemas de columna. Trabajamos igualmente a nivel de cultores apoyando a todos estos exiliados que están fuera del país para que sean reconocidos a nivel artístico. Por ejemplo, estamos apoyando a un escritor con su primer libro sobre la diáspora venezolana, y así estos artistas también nos apoyan con una parte [de lo que obtienen] de la venta de sus libros. Asimismo, el pintor Christopher Pacillo nos hizo la donación de unos cuadros. Lo que hacemos en estos casos es ayudarlos y que ellos también nos ayuden.
¿Hacia dónde cree que va la crisis en su país?
Yo creo que nosotros no podemos dejar la política a un lado para seguir luchando por el rescate de Venezuela, trabajando de la mano con las ayudas sociales y humanitarias. No solo es rescatar el país, sino recuperarlo en años de todo esto que nos contagió la plaga que hoy gobierna a Venezuela. Nosotros hemos pedido la intervención inmediata de la dictadura porque necesitamos entrar a nuestro país; tenemos y queremos regresar a Venezuela, y seguir ayudando. No solo es liberarlo, sino seguir con el rescate y la recuperación del país.
Un movimiento que nace de la lucha en las calles
El Movimiento Nacidos del Pavimento se concibe, según sus fundadores, bajo la necesidad de ayudar a pacientes y familias de escasos recursos a sobrellevar la crisis que aqueja a Venezuela desde que el chavismo llegó al poder.
El nombre de esta organización evoca la lucha que protagonizó la comunidad en las calles venezolanas durante las protestas de 2017, cuando la arremetida del régimen de Nicolás Maduro, contra la población que demandaba un cambio en el país, dejó un saldo de más de 100 muertos, en su mayoría jóvenes.
“Nuestro movimiento busca articular ayudas de toda índole mediante campañas de sensibilidad social con la diáspora, a fin de paliar las necesidades que demandan los familiares de los pacientes”, dijo Katiuska Rodríguez, presidenta de esa organización.
Agregó que el movimiento cuenta con voluntarios que realizan dos visitas semanales al hospital oncológico Luis Razetti, en Barcelona, estado Anzoátegui, para llevar comida, ropa y medicinas necesarias en los complejos tratamientos que enfrentan los pequeños atendidos en este centro.
El equipo, de acuerdo con Rodríguez, está conformado por veinte personas entre tesoreros y representantes en Venezuela, Perú, Argentina, Brasil y Estados Unidos, así como un equipo logístico y de comunicaciones en su país de origen.
Añadió que “con parte de la ayuda recibida de la sociedad civil, emprendedores, cultores y gremios de la salud, hemos apoyado en la realización de exámenes médicos que debido a su alto costo es difícil para los familiares poder cubrirlos”.
Asimismo, el movimiento ha realizado alianzas para hacer llegar a Venezuela toda clase de insumos. “Sin embargo, no cubrimos con la totalidad las demandas que hoy aquejan a los pacientes a quienes les llevamos sus casos”.
Entre las actividades realizadas por esta organización destaca una jornada médica dirigida a 1.500 personas en el estado Anzoátegui, una entrega de juguetes a niños de la calle, la recuperación de un comedor comunitario, traslado de niños a otros países, el apoyo a varias fundaciones y estudiantes universitarios en el pago de sus estudios, y conferencias motivacionales sin ánimo de lucro.
Katiuska Rodríguez completa seis meses en EEUU, en su condición de perseguida política. Desde el 2015 funge como activista del partido Voluntad Popular, que lidera Leopoldo López, y en la Florida también es representante de la organización MOVERE (Movimiento Venezolano de Resistencia en el Exterior) que dirige Kennedy Bolívar.