viernes 18  de  julio 2025
ESPAÑA

Alarma en Cataluña por acciones callejeras de grupos independentistas 

Amenazas contra el juez que procesó a los otros responsables del plan soberanista en la región, cortes de carreteras y retirada de las barreras de peajes son algunas de las acciones emprendidas

BARCELONA.- Mientras Carles Puigdemont y otros líderes independentistas catalanes insisten en que la ruptura con España debe buscarse de forma "no violenta y civilizada", grupos de activistas organizaron los últimos días acciones de "desobediencia" callejera que encendieron la alarma por la escalada de tensión en Cataluña.

Amenazas contra el juez que procesó a los otros responsables del plan soberanista en la región, cortes de carreteras y retirada de las barreras de peajes son algunas de las acciones con las que los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) subieron el tono de su lucha por la proclamación de una "república catalana".

El Partido Socialista de Cataluña alertó este lunes sobre el peligro de esas "acciones insurreccionales" que "no entran dentro del pacífico y legítimo derecho de manifestación". "Si no se les pone coto, se puede llegar a un enfrentamiento civil en Cataluña", sostuvo en duros términos el secretario de organización del partido, Salvador Illa.

El Partido Popular de Mariano Rajoy comparó lo ocurrido los últimos días en Cataluña con la "kale borroka", los actos de violencia callejera producidos por el entorno del grupo armado ETA en las calles de País Vasco, mientras que Ciudadanos vio en las acciones de los CDR "la cara oculta del nacionalismo".

Incluso Catalunya en Comú-Podem, marca del partido izquierdista Podemos que viene apoyando en diversos frentes los reclamos independentistas y sus críticas a la Justicia española, rechazó la actividad de los CDR. "Puede llevar a expresiones de un conflicto violento", avisó el líder de la formación, Xavier Domènech.

Los CDR son grupos pequeños y organizados en general por barrios. Nacieron para defender el referéndum soberanista ilegal celebrado el 1 de octubre en Cataluña, pero siguieron desarrollándose luego y acompañaron el turbulento proceso posterior que terminó con una declaración independentista el 27 de octubre y la intervención de la autonomía de Cataluña ese mismo día por parte del Gobierno central.

"Ante el avasallamiento y la agresión policial del Estado español, se dio un proceso de solidaridad de un montón de gente que vivía con dudas y en un desamparo y que decidió organizarse", explicó en marzo a dpa Pere, empresario de 50 años y miembro de un CDR de Barcelona, sobre los inicios del movimiento.

El arresto de Puigdemont el 25 de marzo en Alemania en cumplimiento de una orden europea de detención activada por España terminó de disparar ahora la tensión.

Ese mismo domingo, mientras miles de personas se manifestaban en Barcelona para reclamar la liberación de los nueve políticos catalanes que se encuentran en prisión preventiva y que el independentismo considera "presos políticos", se produjeron fuertes choques con la Policía que dejaron un centenar de heridos leves.

Los CDR proclamaron luego el estallido de la "primavera catalana", alusión a la "primavera árabe" que hace siete años revolucionó varios países del norte de África y Cercano Oriente. Durante la semana cortaron calles y carreteras de Barcelona y Cataluña y el domingo desmontaron barreras de varios peajes para liberar el paso.

Los grupos de activistas independentistas apuntaron también contra Pablo Llarena, el juez del Tribunal Supremo que procesó a 25 políticos soberanistas por delitos vinculados al plan soberanista.

Frente a una casa suya en una localidad catalana aparecieron pintadas con amenazas como "los Países Catalanes serán tu infierno". Se las atribuyó Arrán, grupo juvenil afín al partido soberanista y antistema CUP. En otras ciudades aparecieron también fotos invertidas del juez.

En una escena inusual, cientos de activistas marcharon el domingo hacia la localidad donde se encuentra la casa de Llarena con banderas independentistas y lemas como "libertad presos políticos". "Queremos dejar bien claro que el juez Llarena no es bienvenido", indicaron los CDR al difundir un video de la acción intimidatoria.

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El mismo día, Puigdemont envió un audio desde su prisión en Alemania insistiendo en mantener "de forma no violenta y civilizada" la lucha contra una España que, denunció, actúa "de forma cada vez más autoritaria". Los próximos días mostrarán si cala su mensaje, sobre todo cuando avance su posible entrega a España a partir de mañana.

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FUENTE: dpa/Pablo Sanguinetti

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