El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, advirtió a EEUU que deje de "cruzar líneas rojas" y de "jugar con fuego" sobre la cuestión de la soberanía china sobre Taiwán, en un nuevo encontronazo entre ambos países sobre el estatus de la isla, cuyas autoridades defienden su independencia respecto de Pekín.
"No habrá lugar ni para compromisos ni para concesiones", amenazó el ministro chino sobre la situación de la isla. "Los dos lados del estrecho de Taiwán deben ser y con seguridad serán reunificados. Es la tendencia de la historia y la voluntad colectiva de toda la nación china".
El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, instó, de igual manera, a EEUU a que deje de inmiscuirse en los asuntos de otros países tras acusar a Washington de "interferir deliberadamente en los asuntos internos de otros países bajo los argumentos de la democracia y los derechos humanos".
"Esto ha creado muchos problemas en el mundo y, en algunos casos, turbulencias y conflictos", dijo Wang. "Es importante que EEUU lo reconozca lo antes posible. De lo contrario, el mundo distará mucho ser un lugar tranquilo", advirtió.
El ministro reconoció la existencia de diferencias permanentes entre China y EEUU, dados los diferentes sistemas sociales de cada país. "Lo que más importa es gestionarlas de forma eficaz mediante una comunicación sincera para evitar errores de cálculo estratégicos y evitar conflictos y confrontaciones", enfatizó.
"No es de extrañar que haya competencia entre China y Estados Unidos, ya que sus intereses están entrelazados, pero ambos países deben tener una competencia sana sobre la base de la justicia y la equidad".
A juicio de Wang, la cooperación debería ser el objetivo principal tanto para China como para EEUU en beneficio de ambos países y del mundo entero, según el ministro, antes de recordar el contacto mantenido el mes pasado por los presidentes de ambos países, Xi Jinping y Joe Biden.
"China está lista para trabajar con Estados Unidos con el fin de regresar las relaciones bilaterales al rumbo correcto de crecimiento saludable y estable", aseguró en rueda de prensa en los aledaños del Congreso Nacional del Pueblo, protagonizada por el politburó del Partido Comunista, tal y como recoge la agencia oficial de noticias Xinhua.
Estas declaraciones ocurren 4 días después de que el secretario de estado de EEUU, Antony Blinken, dijera que el país está listo para enfrentar a China como fuera necesario, y consideró la relación con la potencia asiática la "mayor prueba geopolítica" del siglo.
En un discurso considerado el más relevante desde su asunción, Blinken prometió que la administración del presidente Joe Biden pondrá la diplomacia por delante de la acción militar y buscará la cooperación internacional en desafíos globales, como el cambio climático y la pandemia de covid-19.
"Manejaremos la mayor prueba geopolítica del siglo XXI: nuestra relación con China", dijo Blinken en el Departamento de Estado.
En ese sentido, destacó el compromiso de defender los derechos de Hong Kong y de la etnia uigur y dijo que, de no hacerlo, "China actuará con aún mayor impunidad".
"China es el único país con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para desafiar seriamente el sistema internacional estable y abierto: todas las reglas, valores y relaciones que hacen que el mundo funcione como queremos", dijo.
"Nuestra relación con China será competitiva cuando deba ser, colaborativa cuando pueda ser y contradictoria cuando deba ser. Y nos relacionaremos con China desde una posición de fuerza", aseguró.
Las declaraciones del secretario de Estado coinciden con un endurecimiento de la postura de Washington hacia China durante la presidencia del republicano Donald Trump, que culpó a Pekín por la pandemia de covid-19 y entró en una batalla comercial con el gigante asiático.