La propuesta de ley, que facilitó a Pedro Sánchez mantener el poder del gobierno español, volverá a la mesa de negociaciones
Pedro Sánchez, derecha, no esconde su preocupación durante pleno del Congreso español.
EUROPA PRESS MIAMI.- La propuesta de ley de amnistía a separatistas catalanes en España se ha quedado atascada en el Congreso de los Diputados, gracias a la exigencia de partido independentista catalán Junts, que pide aún más concesiones.
De esta manera, la propuesta de ley, que facilitó el apoyo de los grupos parlamentarios catalanes independentistas, Junts y Equerra Republicana, para Pedro Sánchez mantener el poder del gobierno español, volverá a la mesa de negociaciones.
Pedro Sánchez rápidamente salió del hemiciclo, junto a su equipo de legisladores, tras escuchar el resultado de la votación.
“Esto demuestra que el apoyo del Congreso a Sánchez es inseguro”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS el profesor emérito de Derecho de la Universidad de Lleida, en Cataluña, España, Ferran Espaser.
Si Sánchez pierde los cinco votos de Junts, “sería el fin de su mandato”, anticipó el catedrático.
A diferencia de otros países, donde el electorado elige directamente presidentes, en España existe democracia parlamentaria y son los diputados elegidos por el pueblo los que deciden quien es el mandatario.
Pese al llamamiento de Junts, que está dirigido por el expresidente catalán Carles Puigdemont que huyó de España tras declarar la independencia de Cataluña; de negociar hasta el último minuto, las caras de los diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) reflejaban angustia.
Con un resultado de la votación: 171 votos a favor y 179 en contra, incluyendo el no del Partido Popular y VOX, la propuesta de ley tendrá que ser modificada a favor de Junts para Sánchez poder obtener la aprobación que espera y necesita para seguir gobernando.
El plazo para emitir un nuevo dictamen es de 30 días como máximo, pero la mesa de trabajo el Congreso español prevé hacerlo en 15 días al calificarlo de urgencia.
Se necesita una amnistía "integral, que no deje a nadie atrás", señaló la diputada de Junts, Miriam Nogueras, en ranca referencia a Puigdemont, que organizó el referendo ilegal de 2017 y a al actual presidente del gobierno de Cataluña, Pere Aragonès, que podría estar involucrado en la dirección del grupo subversor Comités de Defensa de la República (CDR), que paralizó calles, carreteras y aeropuerto durante las jornadas que secundaron el referendo ilegal.
Junts aseguró que está dispuesto a tumbar la ley si es preciso porque “deja fuera a dirigentes del llamado a independencia”.
Horas después, el PSOE trataba de digerir la derrota y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, reconoció que el pedido de Junts, que trata de incluir todo presunto delito de terrorismo o de traición al Estado, quita la “garantía constitucional” que pregona Sánchez.
Por otra parte, la agrupación política EH Bildu, independentista del País Vasco, defendió la propuesta de ley porque considera que es "necesaria para que el conflicto de Catalunya pueda resolverse y sacarlo del marco judicial, a donde no tuvo que llegar nunca".
"Será justa y buena no solo para la sociedad catalana, también para el Estado", afirmó, en calar referencia a lo que le podría convenirle.
El líder de Vox, Santiago Abascal, criticó a todos los grupos parlamentarios. Tanto a los que apoyaban la ley por las "terribles consecuencias de la “impunidad del terrorismo callejero", como al Partido Popular, que también se opone fuertemente a la propuesta de ley, pero le acusa de ayudar al Gobierno por "ejercer una oposición a tiempo parcial".
A su turno, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, personalizó su rechazo a la ley en el presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, asegurando que "los virajes del PSOE cómicos y cósmicos".
"Junts ha retratado a Sánchez y a todo el Partido Socialista. No tienen ningún problema en mentir. Ustedes mantienen el despacho (gobierno) gracias al expresidente Puigdemont. Pero cuando diga "colorín colorado" no les quedará nada. Esta ley es infame desde el minuto uno, pero enmienda a enmienda es una matrioska rusa", (caja de sorpresas), sentenció.
Un día después, al ser preguntado si considera terrorismo de ‘baja intensidad’ lo que sucedió en Cataluña, Feijóo subrayó que "el terrorismo es terror".
"En Catalunya hubo momentos, días, de absoluto terror", dijo, para añadir que ahora "le corresponde a los jueces (no el gobierno) tipificar este tipo de actos y este tipo de conductas".
Los jueces creen que el uso de fondos públicos para realizar un plebiscito ilegal, porque no portaba el aval de la Constitución española, fue un acto de malversación.
De hecho, la propuesta de ley de amnistía busca además perdonar a quienes utilizaron fondos públicos de Cataluña, y otros otorgados por el Gobierno nacional, para sufragar los gastos de la campaña y el referendo inconstitucional.
Esta situación halla un nuevo muro de contención en las autoridades de la Unión Europea, a las que España debe, o tiene que, responder.
La comisión de Justicia del Parlamento Europeo aprobó una enmienda que pide que las amnistías que se aprueben en los Estados de la Unión Europea (España incluida, por supuesto) no puedan exonerar de castigos delitos de corrupción.
“Los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para prohibir cualquier indulto o amnistía en beneficio de quienes hayan sido considerados responsables de cualquiera de las infracciones penales a que se refieren los artículos” que velan por el buen uso de fondos públicos, especifica el texto aprobado.
Muchos preguntan por qué amnistía hoy y hace un año o más no.
Cualquier amnistía tiene que ser aprobada por el Congreso español y validada por el Tribunal Supremo de la nación española.
Carles Puigdemont, que era el presidente del Gobierno catalán cuando declaró unilateralmente independencia y luego huyó del país, sería el primer beneficiado. Podría incluso volver a optar por esa jefatura.
Sánchez, cuyo gobierno ya concedió indultos a varios líderes del movimiento independentista catalán, dice que “es hora de pasar página y seguir adelante. Que la amnistía es “positiva para España” porque “calmaría a la sociedad catalana”.
“Hoy en Cataluña hay menos interés por la independencia que cuando el propio gobierno catalán trató de convencer a la población de que era buena”, comentó el catedrático español, jurista de formación y profesión.
“Esta amnistía me parece inmoral porque es conveniente”, recalcó.
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