MIAMI.- REDACCIÓN
Según analistas, la forma de proceder de la dictadura que lidera Kim lleva a pensar que todo responde a un frío cálculo.
MIAMI.- REDACCIÓN
Apenas un mes después de que Corea del Norte lanzara una prueba nuclear con una supuesta bomba de hidrógeno -que logró atemorizar a gran parte del mundo- las amenazas del régimen de Kim Jung-Un continúan. Ni siquiera el Consejo de Seguridad de la ONU había llegado a un acuerdo sobre el tipo de sanciones que se iban a imponer por ese acto de enero, cuando el Gobierno de Pyongyang hizo sonar de nuevo las alarmas lanzando un cohete.
Según analistas, la forma de proceder de la dictadura que lidera Kim lleva a pensar que todo responde a un frío cálculo. Pero, ¿qué es lo que puede lograr Pyongyang volviendo a poner a la comunidad internacional en su contra? El debate sobre las nuevas medidas de sanción contra Corea del Norte se acelerará ahora con el lanzamiento del cohete, apunta la agencia alemana dpa.
Corea del Sur, Estados Unidos y Japón han solicitado una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Sin embargo, el régimen norcoreano celebró la "puesta en órbita con éxito del nuevo satélite de observación terrestre Kwangmyongsong-4 (estrella luminosa)", citaron medios estatales a la agencia espacial de ese país.
Según las autoridades, un cohete puso en órbita el satélite. Con el lanzamiento, indicaron, se persiguen fines pacíficos sobre la investigación espacial. Pero el servicio secreto surcoreano indicó en Seúl que el satélite es demasiado pequeño para funcionar. Al igual que Estados Unidos, Corea del Sur considera que ese tipo de lanzamientos son una forma de realizar pruebas encubiertas sobre la tecnología de misiles intercontinentales con capacidad nuclear.
Algunos observadores apuntan que Corea del Norte se podría estar viendo presionada. La semana pasada, un destacado diplomático chino pidió moderación al régimen durante una visita a Pyongyang. Y Corea del Norte respondió adelantando la fecha de lanzamiento. "Tengo la sensación de que la fecha se adelantó para que no se siga especulando, amenazando y negociando dos o tres semanas más", indicó el director de la oficina de la Fundación Friedrich-Naumann en Seúl, Lars-André Richter.
El servicio secreto de Corea del Sur informó sobre indicios de preparativos para una quinta prueba nuclear en Corea del Norte.
Además de Estados Unidos y Corea del Sur, otras naciones amenazan al régimen en Pyongyang con consecuencias graves. Corea del Sur y Estados Unidos consideran que ahora es importante ante todo la respuesta de China.
Para Pekín, el desarrollo de armas nucleares por parte de Corea del Norte es una causa de continuo malestar, pero el país juega un papel de relevancia estratégica para China en la lucha del gigante asiático por una mayor influencia en Asia. A Pekín le interesa sobre todo evitar que el régimen se descomponga con consecuencias imprevisibles.
Con las sanciones se pretenden lograr medios eficientes con los que ejercer presión política. "La cuestión sin embargo parece ser que China no es consecuente con la aplicación de las sanciones", señala Richter.
Con el lanzamiento de un cohete el panorama de la amenaza se va concretando para Estados Unidos. Se teme que con cada prueba exitosa que realice se acerque más a su objetivo de construir misiles nucleares. "Por supuesto que Corea del Norte puede aprender mucho con los lanzamientos de misiles de una tecnología que puede usar para construir misiles balísticos", señaló el físico y director de la Asociación de Científicos Preocupados en un blog del grupo, después de que se anunciase la semana pasada que Corea del Norte lanzaría un cohete. La tecnología básica en ambos cohetes es la misma, se asegura en el blog. "Es por eso que preocupa el lanzamiento".
Pyongyang empleará ahora desde el punto de vista propagandístico el lanzamiento del cohete. En mayo se volverá a celebrar por primera vez en 36 años un congreso del partido único en el país, el Partido de los Trabajadores. "Ante una cita tan determintante", se podrían tomar decisiones importantes sobre nombramientos, señala Richter.
Ya la prueba nuclear se entendía en gran medida en clave interna. Con el lanzamiento del cohete ocurre algo similar, agregó el analista. Kim Jong-Un intenta "seguir ganando autoridad y hacer que le apoyen también los escépticos".
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