MIAMI.-JESÚS HERNÁNDEZ
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@hesushdez
Tras los atentados en Bruselas, en el que 31 personas murieron y 270 fueron heridas, el mundo pregunta si los países europeos están preparados para frenar la ola de horror
MIAMI.-JESÚS HERNÁNDEZ
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El director asociado del Instituto Latino y Latinoamericano del American Jewish Committee (AJC), Juan Dircie, conversó con DIARIO LAS AMÉRICAS acerca del peligro inminente del terrorismo internacional y el futuro de la paz en el Medio Oriente.
-¿Está Europa preparada para frenar la ola de terror?
Primero, debemos solidarizarnos con el pueblo belga, que en estos momentos está atravesando una de las etapas más difíciles de su historia contemporánea. Europa tiene que entender que el modelo de multiculturalismo e inserción de inmigrantes no funcionó. Existen sectores, dentro de la comunidad inmigrante musulmana, que no ven a Europa como un lugar para integrarse a un sistema de vida que provee libertades, oportunidades y democracia, sino que ven en Europa la posibilidad de implementar valores totalmente ajenos a los valores europeos, como la violencia, la supremacía y exclusión, de crear guetos donde no se aplique la ley europea. Esto atenta contra la supervivencia misma de Europa. Tienen que entender que la amenaza terrorista es cotidiana y tienen que tomar medidas legislativas, necesarias, para lidiar con un mal que hoy está adentro de la sociedad europea. Sea un atentado en Bruselas, París, Londres, Nueva York [e incluso Miami] o Buenos Aires, la amenaza es latente.
-En Argentina continúa abierto el expediente de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que atendía la investigación del ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, el 18 de julio de 1994, en el que murieron 85 personas y 300 resultaron heridas.
La muerte del fiscal Nisman fue un golpe muy duro. La sociedad argentina lo veía como una de las pocas personas públicas que estaban comprometidas a traer una resolución a la investigación del atentado a la AMIA. Han salido acusaciones en contra de la víctima, el fiscal Nisman [declarado suicidio por peritos]. Lamentablemente, no hay una carátula (clara resolución) sobre la muerte del fiscal Nisman. La esperanza es el nuevo gobierno argentino, encabezado por el presidente Mauricio Macri, que se ha comprometido reiteradamente en avanzar esta investigación.
-¿Afecta el acuerdo nuclear de EEUU con Irán las relaciones entre Jerusalén y Washington?
Las relaciones entre Israel y Estados Unidos, en algunos casos, están en su mejor momento [como la información mutua de inteligencia]. El nivel de cooperación que existe entre los sistemas de inteligencia de ambos países, y otros, alcanza récords sin precedentes en la historia. Hoy trabajan en conjunto porque entienden que la amenaza del terrorismo es una amenaza global. Sea Al Qaeda, Hamás, Hezbolá o ISIS, la amenaza es la misma y el mundo tiene que enfrentarse en forma conjunta contra ellos. La relación entre Estados Unidos e Israel no está basada en personas ni en políticas, sino en valores que ambas naciones comparten, como el respeto a la diversidad, la democracia, la libertad y la igualdad. Como esos son los ejes (que identifican), tanto a la sociedad estadounidense como en la israelí, eso es lo que transciende cualquier gobierno que esté temporariamente a cargo de un país o el otro.
-A Israel no le faltan enemigos y a esto agregan la fuerza de ISIS. ¿Cómo percibe Israel la cercanía de esta fuerza militar? Ubicada en el traspatio del país hebreo, justamente al otro lado de los Altos del Golán, en la frontera que comparte con Siria.
Si miramos un mapa del Medio Oriente, el único lugar que está seguro, donde la amenaza de ISIS es mínima, es Israel. El resto de los países tiene una amenaza real, una penetración de ISIS inminente, porque permitieron la presencia de otros grupos terroristas, y hoy no tienen los parámetros para hacerles frente. Si permiten que un grupo de terroristas funcione, le dan un lugar y dinero para que trabajen, sin lugar a dudas va a venir otro. Israel es un país que tiene una posición fuerte contra el terrorismo y entiende que no se puede negociar con ellos.
-No obstante, el Estado de Israel ha negociado con los terroristas. Hace apenas cuatro años realizó un canje muy significativo, de 450 palestinos por un soldado israelí.
Eso no es negociar con el terrorismo, sino intercambiar prisioneros. El Ejército israelí está compuesto [mayormente] por muchachos y muchachas que, obligatoriamente, tienen que servir el Estado por tres y dos años [respectivamente]. Es decir, el Ejército israelí está integrado por los hijos, hermanos, sobrinos y vecinos de unos y otros, por lo cual hay un compromiso por cuidar y devolverlos a casa. Es uno de los lineamientos centrales del Ejército israelí y por eso vimos la negociación que hubo para traer a casa al soldado Guilad Schalit (18 de octubre de 2011), que fue secuestrado por Hamás y liberado por una cantidad exagerada de terroristas. Hoy, muchos de ellos son muy activos dentro del terrorismo, pero Israel entendió que era más importante traer el soldado a casa, por tal de garantizar, a la ciudadanía israelí, que el Estado siempre hará todo lo necesario por traer a sus hijos a casa.
-Tras casi 70 años de existencia, luego que la Organización de Naciones Unidas estableció la necesidad de Israel a existir, en la antigua Palestina, ¿será posible la paz entre israelíes y árabes algún día?
Lamentablemente, hoy no hay ningún proceso de paz. Hace unos días, el primer ministro Benjamín Netanyahu reiteró su ofrecimiento de sentarse a negociar sin condiciones con Mahmud Abbas (presidente de la Autoridad Nacional Palestina), pero no hubo respuesta, sólo silencio absoluto. No podemos hablar de un proceso de paz porque el liderazgo palestino de la Autoridad no acepta sentarse a negociar. Por otro lado tenemos al liderazgo palestino de Hamás, en la Franja de Gaza, que ni siquiera reconoce a Israel y sólo cree en la desaparición del Estado de Israel. Por otro lado, sí existe una cooperación, muy fuerte, entre las autoridades israelíes y palestinas, sobre todo en el tema de seguridad. Pero dentro de esa autoridad (autónoma) palestina, que tiene una autoridad absoluta, que incluye la Policía, la educación y los servicios sociales, existen grupos que van en contra de una solución. Hasta que la Autoridad Nacional Palestina no cambie el discurso, con el que sigue prometiendo que todo (el territorio) será palestino, no va a haber solución. Hasta que no entiendan que una negociación ninguna de las partes consigue el cien por ciento (de lo que quiere), no habrá solución. Hay que estar dispuesto a renunciar a algo para conseguir algo.
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