WASHINGTON.- Once grandes organizaciones científicas abogaron por un manejo prudente y comprometido de las técnicas de manipulación genética en embriones humanos, según publican en la revista especializada "The American Journal of Human Genetics".
WASHINGTON.- Once grandes organizaciones científicas abogaron por un manejo prudente y comprometido de las técnicas de manipulación genética en embriones humanos, según publican en la revista especializada "The American Journal of Human Genetics".
Los expertos consideran que implantar un embrión de ese tipo a una mujer para provocar un embarazo es en estos momentos inadecuado, aunque no hay motivo para prohibir la manipulación genética en un tubo de ensayo "con la supervisión y la aprobación" adecuadas.
"Mientras la investigación de base para la manipulación genética avanzará en los próximos años, todos nosotros exigimos a todos los implicados que lleven a cabo juntos un importante debate ético y social", señala la investigadorra Kelly Ormond, de la Universidad de Standford.
Entre otras, firman la declaración la Sociedad Estadounidense de Genética Humana (American Society of Human Genetics), la Asociación Canadiense de Asesores Genéticos (Canadian Association of Genetic Counsellors) y la Sociedad Internacional Epidemiología Genética (International Genetic Epidemiology Society), así como asociaciones transnacionales asiáticas y también de Reino Unido y Sudáfrica.
Sin embargo, las organizaciones no hacen alusión directa al estudio hecho público ayer miércoles, según el cual un grupo de científicos consiguió reparar un defecto genético en embriones humanos con ayuda de la técnica de edición genética CRISPR-Cas9, corrigiendo una mutación que producía una enfermedad cardíaca. Los embriones fueron después destruidos.
Sí se refieren, sin embargo, de forma explícita a las posibilidades y peligros que entraña la técnica de edición genética CRISPR-Cas9, que permite cortar y pegar de nuevo el ADN e introducir secuencias nuevas en él.
La técnica es en realidad un mecanismo de defensa de las bacterias frente a los virus: las bacterias utilizan unas herramientas llamadas CRISPR para localizar los genes introducidos por los virus y los cortan con las proteínas Cas9.
Su funcionamiento fue descubierto por el biólogo español Fracisco Martínez Mojica y en 2012 la investigadora francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna consiguieron reproducirlo artificialmente.
La modificación genética de embriones humanos es motivo de un intenso debate ético a nivel internacional.
FUENTE: dpa