JERUSALÉN- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reivindicó este martes por la noche una "inmensa victoria para la derecha" en las elecciones legislativas, las cuartas en casi dos años en Israel, pero por el momento carece de escaños suficientes para formar gobierno.
El Likud de Netanyahu lidera los comicios según los sondeos a boca de urna, pero a él y a sus aliados les faltan algunos votos para obtener la mayoría de los escaños, lo que hace que todas las miradas se centren en Naftali Bennett, el líder de la derecha radical que aún no ha dicho si se unirá al bando de Netanyahu.
"¡Ciudadanos de Israel, gracias! Habéis dado una inmensa victoria a la derecha y al Likud bajo mi dirección. (...) Es evidente que una abrumadora mayoría de ciudadanos israelíes son de derecha y quieren un gobierno de derecha, fuerte y estable", reaccionó Netanyahu, pidiendo a Bennett que se una a él.
Según las encuestas a boca de urna, el Likud obtuvo entre 31 y 33 escaños de los 120 de la Knesset (Parlamento).
"Está claro que una clara mayoría de los ciudadanos israelíes son de derechas y quieren un Gobierno de derechas fuerte y estable que preserve la economía de Israel, su seguridad y su tierra. Eso es lo que hemos hecho. ¡Te amo!", escribió en su cuenta de Twitter un exultante Netanyahu.
De acuerdo con las primeras cifras que manejan los medios israelíes, la siguiente opción más votada es la principal opción opositora, el centrista Yesh Atid, liderado por Yair Lapid, que habría logrado 16 asientos en la Knesset. Le sigue otra ristra de partidos con siete y ocho diputados, entre ellos Azul y Blanco, antiguo socio del Likud en la fallida legislación anterior.
Entre esos partidos está Yamina, una coalición de la derecha y la extrema derecha liderada por Bennett, que de momento ha evitado confirmar si apoyará a Netanyahu, aunque asegura que un "verdadero derechista une, no separa".
"Haré solo lo que sea bueno para el Estado de Israel", afirmó Bennett, informa 'Times of Israel. El portavoz del partido, Moshe Basus, señaló que se sentarán a negociar "una vez que los resultados sean definitivos".
En caso de lograr el apoyo de las formaciones políticas más conservadoras, el Likud del primer ministro israelí contaría con 59 de los 120 escaños del Parlamento, mientras que el bloque opositor, una heterogénea coalición de partidos que van desde la izquierda a la derecha más moderada, lograría unos insuficientes 53 o 54 diputados.
Entre las formaciones más escoradas a la derecha está el Partido Sionista Religioso, que ha logrado entra a la Knesset con siete parlamentarios. "Pondremos la Torá en primer lugar. Bendito eres el Señor nuestro Dios, el bueno y el benévolo", expresó tras conocer los primeros resultados su líder, Bezalel Smotrich.
El presidente del Comité Central de Elecciones, Orly Adas, informó de que algo más de cuatro millones de electores han acudido a las urnas, el 67,2 por ciento de las personas con derecho a voto en Israel, lo que supone la participación más baja desde 2009.
FUENTE: AFP y Europa Press