Una de esas figuras es Nelson Rolihlahla Mandela, para quien un simple adjetivo calificativo no es suficiente, porque él es el símbolo de valores como la libertad, la paz, el perdón y la reconciliación, todos tan necesarios en los albores del siglo XXI.
Por eso en su tierra lo llaman simplemente Madiba, como muestra de respeto y reconocimiento a su sencilla pero profunda sabiduría. n
Nació el 18 de julio de 1918, en Mvezo, como parte del clan Madiba, pero a los nueve años perdió a sus padres, y fue criado por su padrino y regente de la tribu Thembu. Esto le permitió recibir una educación privilegiada, teniendo como tutora a una misionera británica, quien lo bautizó con un nombre anglófono, y desde entonces pasó a llamarse Nelson Mandela. n
Hombre y líder n Se casó tres veces, y tuvo cinco hijos, tres de los cuales murieron.
Su actividad política lo acompañó durante toda la juventud, pero la creación del Partido Nacional Sudafricano en 1948, con su política de segregación racial, lo convirtió en líder, especialmente tras la Campaña de desobediencia civil de 1952, y el Congreso del Pueblo de 1955. n
Y es que a Mandela le tocó crecer en la época del apartheid, palabra del afrikáans que se traduce como"separación", y nombre con el que se conoce al fenómeno de segregación racial que marcó la Sudáfrica del siglo XX.
En este período histórico, que culminó en 1992, prevalecía una división en grupos raciales liderada por los blancos.
Su posición contraria al régimen establecido lo mantuvo 27 años en prisión, donde era simplemente el prisionero número 466/64, lo que significa que fue el preso número 466 del año 1964 en la Isla de Robben.
Aires de libertad n
El mundo cambió el 11 de febrero de 1990, y no sólo para Nelson Mandela o para su país: cambió para todos, cuando el hombre, ya convertido en leyenda, salió en libertad, y emprendió un nuevo camino para demostrar su talante y la fortaleza de sus convicciones.
Era el símbolo antiapartheid, pero pocos sabían realmente quién era este individuo de 71 años, maltratado tras 27 años de encierro e injusticias, incluso muchos dudaron si estaría a la altura del monumento que se había construido alrededor de su figura.
Pero el sencillo, menudo y contundente Madiba superó las expectativas en cuanto a presencia, carisma, encanto y lucidez, desde la primera vez que apareció ante los medios, cuando afirmó que la fórmula para el fin del Apartheid era u201creconciliar las aspiraciones de los negros con los temores de los blancos u201d. n
El 27 de abril de 1994, una fecha histórica, hoy conocida como Día de la Libertad, los sudafricanos fueron a las urnas con enorme entusiasmo y expectativa. El resultado no sorprendió: Nelson Mandela arrasó en la contienda alcanzando el 99% del voto negro, y el apoyo del 66% del electorado en general, así se convirtió en Jefe de Estado para el período 1994-1999, y juró como presidente el 10 de mayo de ese año. n
Una vez en el poder, mantuvo la coherencia, fue fiel a sus ideas. Hizo su trabajo, cumplió con su sueño y se retiró cuando llegó el momento. Entregó el mando y decidió seguir colaborando con su país y con la igualdad racial en su patria, pero desde un costado menos combativo y mucho más reflexivo. n
También se solidarizó con causas que siempre había considerado nobles, como la erradicación del sida y de la pobreza.
Fue mediador en los conflictos de Angola, Burundi y República Democrática del Congo, y durante cuatro décadas, recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales, así como 50 doctorados Honoris Causa, y cuenta, al igual que la Madre Teresa de Calcuta y Khan Abdul Ghaffar Khan, con el Bharat Ratna, el premio civil de mayor prestigio de la India.