PARÍS — Después un verano de sequía, olas de calor e incendios forestales, unas violentas tormentas azotan Francia y han inundado las estaciones de metro de París, colapsado el tráfico y perturbado la agenda del presidente.
PARÍS — Después un verano de sequía, olas de calor e incendios forestales, unas violentas tormentas azotan Francia y han inundado las estaciones de metro de París, colapsado el tráfico y perturbado la agenda del presidente.
El martes se registraron vientos de más de 100 kilómetros por hora (60 millas por hora) en la cima de la Torre Eiffel durante una inundación repentina, y el miércoles se pronosticaban vientos similares en el sureste.
El granizo golpeó París y otras regiones en la repentina tormenta del martes. El agua de lluvia cayó por las escaleras de las estaciones de metro y los andenes, y los automóviles se deslizaron por los terraplenes donde el río Sena se desbordó.
En el sur de Francia, las tormentas eléctricas nocturnas, y que continuaban el miércoles, inundaron el puerto viejo de Marsella y el palacio de justicia de la ciudad y obligaron a cerrar las playas cercanas.
En el sur de Inglaterra también se produjeron tormentas el miércoles, empapando a los turistas y residentes de Londres tras un verano inusualmente cálido y soleado.
El servicio meteorológico nacional emitió avisos de tormenta para el miércoles y el jueves, aconsejando a la población a mantenerse alerta ante posibles inundaciones y cortes de electricidad.
Tormentas dispersas azotaron Bélgica el miércoles. Una de ellas inundó partes de la histórica ciudad de Gante tras semanas de implacable sequía.
Gran parte de Europa Occidental ha experimentado una temporada de clima extremo que los científicos relacionan con el cambio climático provocado por el ser humano.
En medio de las advertencias de tormenta, el presidente francés Emmanuel Macron pospuso un evento el miércoles en la Riviera francesa para conmemorar el 78vo aniversario de una invasión clave de los aliados en la Francia ocupada por los nazis. Fue reprogramado para el viernes.
Los aguaceros pusieron fin a semanas de calor histórico que dejaron gran parte de Francia reseca, los ríos secos y decenas de pueblos sin agua.
En gran parte de Europa este verano, una serie de olas de calor ha agravado una sequía crítica, creando condiciones óptimas para los incendios forestales.
Las lluvias de los últimos días han aliviado la carga de los bomberos que se enfrentan a la peor temporada de incendios de la última década en Francia, aunque las autoridades de emergencia dijeron que el miércoles seguían ardiendo incendios forestales dispersos en el suroeste de Francia.
FUENTE: AP