Tenemos claro que el papel por excelencia de un cuerpo de policía es hacer cumplir la ley.
Pero para nadie es un secreto que ante la complejidad de esta sociedad, debido a su densidad de población y la heterogeneidad que la caracteriza, esos cuerpos policiales deben formarse con personal capacitado como para lidiar con cualquier situación y ser capaces siempre de preservar el orden y la seguridad de los ciudadanos.
Debe ser esa la razón por que la Asociación Benevolente de la Policía de Miami-Dade, PBA por su sigla en inglés, se esté mostrando preocupada y haya pasado a tomar acción legal, por las críticas que despiertan los métodos que la Policía de Miami utiliza en la política de ascenso de sus oficiales.
Según declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS, Luis Fuste, abogado y secretario del Sindicato de Policías del Condado (PBA), en el Departamento de Policía de Miami, desde hace ocho años, no se realizan exámenes para efectuar las promociones al rango de teniente.
Fuste asegura que esa importante decisión la han dejado a criterio de quien esté al frente del departamento. Igualmente aseguró que “un oficial puede ser promovido a comandante, sin que el ascenso esté avalado por un examen previo”.
La aplicación de estos métodos ha sido objeto de críticas por parte de muchos sargentos que han presentado una demanda por el proceso en que aseguran se han violado normas del Servicio Civil.
Y al parecer, el problema no es nuevo para Miami, a partir de los registros, en 1997, el sindicato de Policía de esa ciudad tuvo que llegar a un acuerdo con el Gobierno Federal tras ser demandado en 1995 por prácticas discriminatorias contra mujeres, hispanos y afroamericanos.
Ciertamente, debe ser motivo de preocupación para cualquier ciudadano responsable, que los policías de alto rango tengan el entrenamiento debido y posean un conocimiento cabal de las leyes para que cumplan de manera eficiente y justa su función.
