jueves 28  de  noviembre 2024
NARCOTRÁFICO

"Operación Tejón del Dinero", el procedimiento con el que la DEA espiaba al chavismo

Un memo devela la operación encubierta con la que la DEA investigó a funcionarios venezolanos por narcotráfico

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI — “Operación Tejón del Dinero”, así se llama el procedimiento con el que la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por su siglas en inglés) habría espiado durante varios años a funcionarios del régimen chavista, incluido el propio dictador Nicolás Maduro, según un informe secreto obtenido por la agencia de noticias The Associated Press.

De acuerdo con la información difundida, con esta operación encubierta, la DEA se infiltró a operativos en Venezuela para grabar a escondidas y armar causas por narcotráfico contra el régimen venezolano.

“Es necesario llevar a cabo esta operación de forma unilateral y sin notificar a las autoridades venezolanas", señala el memorando del 2018, que consta de 15 páginas, al que tuvo acceso la agencia estadounidense.

Esta operación tenía como objetivo investigar a decenas de jerarcas chavistas, incluido el propio Maduro. Y, según reconoce Washington, este es un plan que podría considerarse una violación al derecho internacional, aunque no exista un mecanismo claro mediante el cual se pueda responsabilizar legalmente a EEUU.

Sin embargo, con esta revelación se podría agitar aún más las ya tensas relaciones entre el régimen de Maduro y el gobierno de EEUU. AP menciona, además, que con esta investigación existe la posibilidad de que agrave el resentimiento hacia Washington en toda Latinoamérica, por la “percepción de intromisión”.

Asimismo, esta operación muestra una “inusual perspectiva” de hasta dónde estaba dispuesta a llegar la DEA para luchar contra las drogas en Venezuela, un país que prohibió la presencia de sus agentes en 2005, hace casi dos décadas, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez la acusó de espionaje.

Implicados en la investigación

EEUU ha investigado a algunos aliados cercanos a Maduro, entre ellos, el empresario colombiano Alex Saab, acusado de ser testaferro del dictador venezolano, a quien la administración del presidente Joe Biden liberó en diciembre pasado en un canje por 11 presos estadounidenses, incluido un contratista de defensa prófugo de la justicia.

No obstante, hasta el momento no se conocía que las investigaciones estadounidenses contra el régimen chavista incluyera “tácticas legalmente cuestionables”, como la “Operación Tejón del Dinero”.

“No nos gusta decirlo públicamente pero somos, de facto, la policía del mundo”, dijo Wes Tabor, un exagente de la DEA que fungió como agregado de la agencia en Venezuela mucho antes del inicio del operativo descrito en el reporte.

Pese a que no confirmó la existencia de operaciones de este tipo, Tabor indicó que medidas unilaterales y encubiertas sirven como “herramiento eficaz”, siempre que se lleven a cabo con “los límites y la responsabilidad adecuadas”. Especialmente, en un país como Venezuela, donde las “difusas líneas” entre el Estado y el hampa lo convierten en un lugar de tránsito ideal para el 15% de la cocaína que se trafica en el mundo.

No estamos en el negocio de acatar las leyes de otros países cuando estos países son regímenes canallas y las vidas de los niños estadounidenses están en juego", añadió. “Y en el caso de Venezuela, que nos está inundando de droga, el riesgo merece la pena”.

Reclutamiento

El documento al que tuvo acceso AP se remonta a 2018, una época de hostilidad creciente entre EEUU y Venezuela, en la que investigadores federales ambiciosos en Nueva York, Miami, Houston y Washington competían para ver quién penetraba más profundamente en el hampa venezolana.

Como parte de esa competencia no declarada, el Grupo 10 de la División de Campo de la DEA en Miami reclutó a un informante de ensueño: un lavador de dinero profesional acusado de robar 800 millones de dólares del sistema venezolano de moneda extranjera mediante un plan de importaciones fraudulentas.

A través es esta actividad ilícita, el informarte ayudaba a la DEA a reunir pruebas contra el blanco principal de la operación de espionaje: José Vielma Mora, un secuaz de primera hora del difunto Chávez que en dos décadas de servicios del chavismo ejerció altos cargos, entre ellos los de ministro de Comercio y jefe del Servicio Impositivo.

Su presunto socio era el exmilitar Luis Motta Domínguez, ministro de Energía en ese entonces, según recoge el documento de la DEA.

El memo de la DEA, además, autorizaba a tres informantes a grabar furtivamente las reuniones con los blancos.

“Existe un riesgo especial de que (las fuentes confidenciales) estarían en peligro si su cooperación con la DEA llegara a conocimiento de autoridades del país anfitrión”, dice el documento. “Las penas posibles incluyen encarcelamiento”.

Aunque contra Vielma Mora y Motta Domínguez existen acusaciones de lavado de dinero vinculado con sobornos, no se le ha relacionado directamente con el narcotráfico.

Ambos sigue en Venezuela y son parte del círculo “leal” a Maduro, Vielma Mora como legislador y la esposa de Motta Domínguez como gobernadora del estado Aragua (al centro del país), el mismo estado que estuvo durante años bajo control de Tareck El Aissami, exministro de Petróleo.

Zach Margulis-Ohnuma, un abogado del general retirado Hugo Carvajal, exjefe del espionaje venezolano preso en Estados Unidos a la espera de juicio por narcoterrorismo, dijo que “la fama de la DEA por su desprecio de las leyes es bien merecida”.

“Un programa que institucionaliza la ilegalidad al autorizar a agentes e informantes de la DEA a violar leyes extranjeras”, dijo, “es poco eficaz para impedir la entrada de drogas a Estados Unidos y a la vez socava la integridad de la DEA y el prestigio de Estados Unidos en el exterior”.

Un accidente

La “Operación Tejón del Dinero” jamás debió salir a la luz, pero por “accidente” fue introducida, junto con decenas de documentos del gobierno, en un sitio web para compartir archivo por la fiscalía federal de Manhattan el año pasado, durante el juicio por asociación ilícita para cobrar sobornos contra dos exsupervisores de la DEA que ayudaron a encabezar la ofensiva contra el régimen de Maduro.

Sin embargo, la retiraron horas después de que un reportero de la AP empezara a hacer preguntas. Días después, y a pesar de las objeciones de la agencia de noticias, el juez federal del juicio por sobornos tomó la decisión altamente inusual de cerrar las puertas mientras se discutía el documento.

Sostuvo que hacerlo a puertas abiertas conllevaría “repercusiones diplomáticas graves”. Ni el juez ni los fiscales aclararon cuáles serían esas consecuencias.

Los exsupervisores de la DEA Manny Recio y John Costanzo Jr. fueron condenados por filtrar información policial confidencial a los abogados defensores en Miami, como parte de una asociación ilícita para cobrar sobornos. Uno de los casos en discusión era el de Saab, un empresario nacido en Colombia y blanco de “Tejón del Dinero” por la presunta desviación de 350 millones de dólares de contratos estatales.

Recio, quien posteriormente trabajó como investigador privado que conseguía nuevos clientes para los abogados, envió los planes venezolanos a su cuenta personal de email días antes de jubilarse en 2018. Aprobó los planes como agente especial adjunto a cargo, en tanto Costanzo, especialista en cuestiones venezolanas, supervisó la operación de infiltración encubierta. Los dos previsiblemente purgarán condenas en prisiones federales, sumándose a la lista creciente de agentes de la DEA tras los barrotes.

“Esta clase de información jamás debe salir de los servidores del gobierno, dijo Michael Nadler, un exfiscal federal en Miami que ayudó a coordinar la operación en el extranjero, en testimonio a puertas cerradas, de acuerdo con una transcripción parcial. “Contiene información que permite identificar a personas que han aceptado colaborar con Estados Unidos en situaciones bastante peligrosas”.

La AP intentó contactar tanto a la DEA como el Departamento de Justicia, no obstante, ambas instituciones rechazaron responder a las preguntas sobre el informe, la frecuencia con la que Estados Unidos realiza actividades unilaterales y quiénes forman el comité que aprueba esos operativos.

El Ministerio de Comunicación de Venezuela, por su parte, tampoco respondió a un pedido de comentarios. Pero recientemente Maduro acusó a la DEA y a la CIA de llevar a cabo esfuerzos para desestabilizar el país. La CIA se negó a realizar declaraciones.

“Yo no creo que el presidente (Joe) Biden esté involucrado", dijo Maduro en una aparición en televisión. “Pero la CIA y la DEA son organismos independientes, imperialistas, criminales”.

La AP, por su parte, decidió no publicar el memorando en sí ni identificar a los informantes para evitar ponerlos en peligro.

Una época de máxima presión

El memo fue escrito durante el apogeo de la campaña de “máxima presión” para desalojar al dictador venezolano, bajo el mandato del presidente republicano Donald Trump.

Maduro acababa de iniciar un giro autoritario luego de ganar su reelección el 22 de mayo de 2018, en un proceso fuertemente cuestionado por la comunidad internacional y que el gobierno de Trump calificó de “amañado”.

En las semanas siguientes, funcionarios de la DEA planearon enviar al menos tres informantes clandestinos para grabar a altos funcionarios sospechosos de convertir a Venezuela en un narcoestado.

Pero dado que parecía un atropello de la ley venezolana y el derecho internacional, el plan requería la aprobación del llamado Comité de Revisión de Actividades Confidenciales (SARC por sus siglas en inglés), un panel furtivo de altos cargos de los departamentos de Estado y Justicia que estudia los casos de la DEA más delicados, los que implican cuestiones éticas, legales o de política exterior excepcionalmente complejos.

Significó una expansión agresiva de “Tejón del Dinero”, la operación creada por la DEA y fiscales de Miami en 2013, y que investigaría a un centenar de venezolanos implicados, de acuerdo con dos fuentes enteradas de la operación y que hablaron bajo la condición de anonimato por tratarse de asuntos policiales.

Al autorizar transferencias de fondos de otro modo ilícitas a través de empresas fachadas y cuentas bancarias asentadas en Estados Unidos, la DEA esperaba desenmascarar a los narcotraficantes colombianos y funcionarios corruptos que utilizaban el mercado de cambios venezolano, estrechamente controlado, para lavar sus mal habidas ganancias.

Pero con el tiempo lo amplió para abarcar a la familia y los principales aliados de Maduro, aunque este posteriormente sería acusado de narcotráfico por la fiscalía federal de Manhattan.

Ninguna de las actas de acusación de venezolanos de antes o después del memo de 2018 menciona el espionaje estadounidense. Y “para limitar o mitigar la revelación de las actividades unilaterales”, el documento aconsejaba a los agentes de la DEA a que protegieran a sus informantes y limitaran sus encuentros en persona con los blancos.

Actualmente no está claro si la operación “Tejón del Dinero” aún está activa.

Guante de seda

El gobierno del presidente demócrata Joe Biden, que asumió en 2021, ha tratado con "guante de seda" al dictador chavista. En estos años ha aliviado sanciones y presentado pocas acusaciones nuevas contra los miembros del régimen de Maduro, en la medida que el Departamento de Justicia ha vuelto su atención hacia Rusia, China y el Oriente Medio.

La administración demócrata también ha tratado de atraer a Maduro de regreso a las negociaciones con la oposición, amenazando con volver a imponer sanciones petroleras paralizantes si el país miembro de la OPEP no cumple un acuerdo de realizar elecciones libres e imparciales este año.

La operación contra el círculo íntimo de Maduro no es la primera que realiza Estados Unidos en el exterior sin avisar al país blanco.

En 1998, México fustigó a Washington por ocultarle un operativo de infiltración contra el lavado de dinero, conocido como “Operación Casablanca”, realizado en parte en territorio mexicano, en la que se implicó a 160 personas, entre ellas varios directivos bancarios.

Expertos en derecho sostienen que ningún tribunal internacional tiene jurisdicción para obligar a Estados Unidos o sus agentes a rendir cuentas por acciones policiales en otros países, y la Corte Suprema ha defendido los arrestos y las pruebas reunidas en esas misiones.

Evan Criddle, profesor de la facultad de derecho William & Mary en Virginia, dijo que el derecho internacional prohíbe las operaciones clandestinas como las descritas en el memorando que se realizan sin consentimiento en el territorio de un tercer país.

Prevé que la difusión del memo “causará algún bochorno a Estados Unidos, impulsará a diplomáticos venezolanos a registrar objeciones y posiblemente inhibirá la futura cooperación”.

Varios agentes de la DEA en actividad y retirados que examinaron el documento dijeron a la AP que no les sorprendía tanto el descaro del plan como que la agencia lo reconociera en documentos internos.

“Es muy raro que se haga simplemente porque existe la posibilidad de que le explote en la cara al gobierno de Estados Unidos”, dijo Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA. “Pero Venezuela ya se había convertido en un Estado canalla. Creo que sacaron la conclusión de que no tenían nada que perder”, enfatiza.

FUENTE: Con información de AP

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