Para los regímenes comunistas los principios políticos nacionales de soberanía y auto-determinación solamente son válidos cuando sirven a su conveniencia o intereses. Lo acabamos de ver en Ucrania.
Para los regímenes comunistas los principios políticos nacionales de soberanía y auto-determinación solamente son válidos cuando sirven a su conveniencia o intereses. Lo acabamos de ver en Ucrania.
Para lanzar su invasión militar contra Ucrania, Vladimir Putin esgrimió como argumento central “el peligro de que ese país ingrese en la OTAN y coloque armas que amenazarían la seguridad nacional de Rusia”. Esto significa que para Putin los ucranianos no pueden ejercer su soberanía ni auto-determinación para ingresar en la OTAN porque el presidente ruso considera esa acción “peligrosa” para su país. Ni siquiera tiene validez el hecho de que la OTAN es un bloque militar defensivo y no ofensivo.
Vladimir Putin no esperó a que Ucrania materializara su intención de solicitar formalmente el ingreso al bloque militar occidental. Solo bastó el deseo o la intención de Ucrania para que él iniciara la agresión. La soberanía y la auto-determinación de los ucranianos no existen para Putin.
Traslademos esta situación a nuestro hemisferio. Hace poco menos de un mes, Sergei Ryabkov, Viceministro de Relaciones Exteriores ruso, dijo que “Rusia estudia la posibilidad de colocar armas y soldados en Cuba y Venezuela”. Las declaraciones las hizo como una advertencia a EEUU de que Rusia podría colocar armas cerca de su territorio de la misma forma que la OTAN podría colocarlas en Ucrania.
Tanto Miguel Díaz-Canel como Nicolás Maduro guardaron silencio e implícitamente estuvieron de acuerdo en que Rusia use los territorios de sus países para colocar armas que amenacen la seguridad de los EEUU.
Basados en ese mismo concepto, la aceptación de Díaz-Canel y Maduro para que Rusia coloque armas y soldados rusos en Cuba y Venezuela le concede a los Estados Unidos “el derecho” a lanzar una invasión militar contra ellos para evitar que coloquen armas que pongan en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos.
En el caso específico de Cuba, el asunto es mucho más serio y creíble porque ya en el pasado los rusos, entonces soviéticos, colocaron armas nucleares de alcance medio en Cuba y pusieron a la seguridad nacional de Estados Unidos en un serio peligro.
¿Estarán conscientes Díaz-Canel y Maduro de la insensatez de sus palabras y acciones? ¿Entienden que su disposición a permitir que los rusos coloquen armas contra Estados Unidos en sus países puede servir como excusa para una invasión norteamericana, como ahora lo está haciendo Rusia contra Ucrania? Lo dudo, sería pedirles mucho.