miércoles 27  de  marzo 2024
LA VOZ DE LA DIÁSPORA

El petro, la nueva economía venezolana y las opciones monetarias

El engañoso petro apareció en el escenario como un lance del régimen para compensar al debilitado bolívar como medio de pago y contener el alza del dólar
Por VENAMÉRICA y JOSÉ SERNA - VenAmérica

Entre los aspectos de mayor urgencia a enfrentar en la construcción de la nueva economía venezolana está el saneamiento del sistema monetario, para asegurar la confianza, la estabilidad y la certidumbre que el dinero debe garantizar a sus usuarios en sus actividades productivas. Sin eso no hay posibilidad alguna de retomar el rumbo de progreso y bienestar del cual se ha extraviado Venezuela.

El engañoso petro apareció en el escenario como un lance del régimen para compensar al debilitado bolívar como medio de pago y contener el alza del dólar, moneda de vital demanda y confianza. Se asume el petro como criptomoneda o criptodivisa nacional, un medio de pago digital, basado en códigos encriptados y en principios operativos de descentralización e independencia. Su crecimiento en prestigio y popularidad estaría ligado al número de usuarios y de operaciones. Por lo tanto, su fuerza residiría en la recurrencia y confianza a captar y conquistar. Ello aseguraría su posicionamiento como divisa de inversión y negocios comerciales.

La moneda salvadora nació con un futuro incierto. Una falsa criptomoneda de partida, ya que no puede ser controlada por ningún agente específico, sino por un sistema de blockchain, que por fundamento debe ser autónomo y anónimo. Condición negada al petro, al sembrar un propietario: el gobierno, quien además le asigna una fuente y referencia de valor externo –petróleo y oro– a este injerto. También inciden tangencialmente la fama y los errores del régimen. Para mayor riesgo, su valor externo se liga a comodities, sujetas a variaciones, a veces muy bruscas, del mercado, tal y como recién ocurrió con el petróleo, que vacía de lleno al petro, y con el oro, que se esfuma del país, por entrega a acreedores, socios políticos o inversionistas, tanto en su disponibilidad de Reserva, como en la expropiación virtual de las minas.

Al día de hoy, el petro debería valer 60 dólares y a este tenor lo presentan oficialmente en su página web y lo convierten a esa tasa en el pago de pensiones. Pero para desembolsos a contratistas, reconocen 2 petros por cada 1 adeudado. Esto es efecto de la extinción actual de los activos de respaldo, el escaso éxito del petro como opción de inversión en divisas y la necesidad de honrar compromisos con usuarios cautivos. Al regreso del BCV como máxima autoridad monetaria, el destino del petro estará agendado.

En la estrategia que ahora despunta, con la inminente construcción de la economía venezolana, se debe dilucidar y despejar además toda esta problemática y definir una política monetaria enfocada a la estabilidad y por lo tanto a vencer la hiperinflación, y la que no es híper también, para mostrar claridad y ganar confiabilidad ante los sectores nacionales y las inversionistas de crédito y capital.

La dolarización ha avanzado profusamente en la Venezuela de hoy, sin ser legítima como institución, y tampoco extraña desde hace mucho, ni a la cultura comercial y financiera ni a los sectores fundamentales de producción, consumo e inversión. Hacer una comparación con países similares, para tomar provecho de las oportunidades y fortalezas que brinda el libre acceso al dólar y superar las amenazas y debilidades que puede implicar para nuestra nueva realidad es materia pendiente, son brechas a cubrir con apremio y audacia, no desprovista de precaución. Es tiempo de claridad y determinación.

El autor es director del Comité de Economía y empresas de VenAmerica

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