El chavismo no descansa y no pierde ninguna oportunidad para lanzar cualquier tipo de ataque contra la oposición democrática.
La ministra de comunicación de Venezuela, Delcy Rodríguez, publicó una lista con los lugares donde presumiblemente algunos de los dirigentes opositores han pasado sus vacaciones de esta Navidad. n
El documento, en el que se identifica con nombre y apellidos a los que pretende atacar, ha sido presentado para desprestigiarlos y para contraponer a éstos frente a un Nicolás Maduro que ha pasado estos días trabajando u201ccon el pueblo u201d.
Es normal que Nicolás Maduro deba permanecer en su oficina de trabajo, sobre todo dado el calamitoso balance que puede lucir de su actuación: una inflación cercana al 60%, más del 70% de escasez anual de alimentos, una violencia rampante...
Con este panorama, no es raro que desde las instancias gubernamentales traten de lanzar cualquier tipo de u201ctinta de calamar u201d para poder ocultar su desastroso balance. n
La publicación de dicha lista no es ética y su uso es espurio.
Además hay que recordarle a la ministra Delcy Rodríguez que tampoco es legal, pues estaría violando los artículos 21, 50 y 60 de la Constitución. Y una ministra debe operar bajo la ley y su escrupuloso respeto. n
Pero el ridículo que ha hecho con la publicación de estos datos (algunos de los cuales no son correctos) es máximo: parece olvidar la ministra que el derecho laboral ha sido una conquista de su tan cacareado socialismo y que, precisamente fue el movimiento obrero el que luchó por las vacaciones merecidas por su trabajo.
Si verdaderamente se situase al lado del pueblo, no tendría ningún reparo en respetar el descanso ajeno. Pero parece que ella, al igual que su jefe, está instalada de forma perpetua en la demagogia barata.
Con estos métodos, muy parecidos a los que utilizaban los fascistas, lo único que ha hecho es retratarse ella misma.