viernes 21  de  marzo 2025
OPINIÓN

La nueva generación, barreras para la participación política

Este artículo explora el papel crítico que juegan las inseguridades financieras al impedir que los jóvenes busquen puestos como funcionarios electos y las implicaciones para la formulación de políticas en Estados Unidos

Diario las Américas | Jose Miguel Martin Maldonado
Por Jose Miguel Martin Maldonado

La aparición de los Millennials y la Generación Z como fuerzas significativas marca una era transformadora en la política estadounidense. Aunque estos grupos poblacionales más jóvenes están impulsados por fuertes motivaciones de cambio, enfrentan barreras sustanciales para la participación política, particularmente cuando se trata de postularse para cargos públicos. Este artículo explora el papel crítico que juegan las inseguridades financieras al impedir que los jóvenes busquen puestos como funcionarios electos y las implicaciones para la formulación de políticas en Estados Unidos.

Barreras financieras

Postularse para un cargo es extremadamente costoso. En 2014, el candidato promedio a la Cámara de Representantes gastó cerca de $700,000 en su campaña. Incluso las elecciones locales pueden requerir una inversión significativa, con algunas contiendas de distritos escolares costando cientos de miles de dólares[1]. Estos altos costos crean una barrera financiera sustancial para los jóvenes que pueden no tener acceso a esos recursos.

Los candidatos también incurren en un costo de oportunidad sustancial. Las complejidades diarias de dirigir una campaña ocupan una gran cantidad de tiempo, con estimaciones de que los candidatos necesitan alrededor de 540 días de trabajo electoral para ganar. En estas circunstancias, se vuelve poco realista mantener un empleo y/o estudios[2]. Esto representa un desafío significativo para los jóvenes que están en las primeras etapas de sus carreras o que aún están cursando sus estudios.

Aquellos que se postulan tienden a estar más cómodos financieramente. La investigación encuentra que más del 60% de los jóvenes de 18 a 25 años que se postularon tenían un ingreso anual de al menos $50.000. Para los candidatos de 26 a 34 años, casi el 50% ganaba más de $80,000 al año.[3] Esto sugiere que la estabilidad financiera suele ser un requisito previo para postularse a un cargo, excluyendo a muchos jóvenes que aún no han alcanzado ese nivel de seguridad económica.

Impacto en la representación política

Las barreras financieras para postularse tienen implicaciones significativas:

  • Falta de voces diversas: A pesar de su subrepresentación en cargos electos, los jóvenes afrodescendientes se están postulando a una tasa mayor que las personas mayores del mismo grupo racial. Las mujeres jóvenes representan solo el 30% de todos los candidatos y tienen significativamente menos probabilidades de indicar interés en postularse[4]. Esta subrepresentación significa que las perspectivas y experiencias de los jóvenes, especialmente aquellos de orígenes diversos, a menudo están ausentes en los debates sobre políticas.
  • Disparidades económicas: La inseguridad financiera actúa como una barrera importante para que los jóvenes se postulen, y los jóvenes que ganan menos de $50.000 al año tienen menos probabilidades de hacerlo[5]. Esto crea un ciclo en el que aquellos que se ven más afectados por las políticas económicas son los menos propensos a estar en posiciones para influir en esas políticas.
  • Perspectivas políticas limitadas: Cuando los jóvenes de diversos orígenes económicos no pueden postularse, se limita el rango de perspectivas políticas en el gobierno. Esto puede llevar a políticas que no aborden adecuadamente las necesidades y preocupaciones de las generaciones más jóvenes.

Motivaciones y prioridades de los votantes jóvenes

A pesar de estas barreras, los jóvenes estadounidenses están cada vez más motivados para participar en política. Desde 2018, los miembros de la Generación Z se han involucrado políticamente en temas como el control de armas, el medio ambiente, la salud reproductiva, la educación y la justicia racial, y, cada vez más, se postulan para cargos públicos[6].

La Generación Z son votantes basados en valores motivados por la protección y expansión de derechos básicos: aire limpio, agua limpia, sentirse seguros en la escuela, derechos reproductivos. Les preocupan aquellos que son más vulnerables que ellos mismos, específicamente los miembros de la comunidad LGBTQ[7]. Básicamente, la protección de nuestra democracia. Eso es lo que yo llamaría las apuestas mínimas.

Sin embargo, las preocupaciones económicas siguen siendo una prioridad para muchos votantes jóvenes: Aunque el aborto y el conflicto Israel-Hamas han sido las narrativas dominantes en torno a las prioridades políticas del voto juvenil, la economía es la prioridad abrumadora de los votantes menores de 30 años[8]. Esto es resultado directo de los tremendos desafíos económicos que enfrentan los jóvenes estadounidenses.

Abordando las barreras financieras

Para aumentar la participación juvenil en política y asegurar una representación más diversa, se pueden tomar varios pasos:

  • Reforma del financiamiento de campañas: Implementar reformas que faciliten la postulación de candidatos con recursos financieros limitados, como proporcionar financiamiento público para campañas o igualar donaciones pequeñas.
  • Apoyo financiero para candidatos: Las comunidades e instituciones en todos los niveles pueden y deben trabajar juntas para hacer que postularse sea una alternativa viable y realista para una amplia variedad de jóvenes[9]. Estas voces diversas en cargos electos son esenciales para lograr una democracia más inclusiva, equitativa y representativa.
  • Educación y compromiso cívico: Los hallazgos en este artículo señalan lo que estos esfuerzos deben implicar: oportunidades para el compromiso y la acción cívica, alcance de redes personales, así como aliento y apoyo explícitos que puedan fomentar sentimientos de estar calificado para postularse y aliviar preocupaciones sobre barreras financieras y otros factores disuasorios[10].
  • Abordar la inseguridad económica: Los jóvenes también han estado experimentando una serie de desafíos, desde una crisis de salud mental hasta dificultades económicas, que también pueden servir como barreras para votar. Solo el veintitrés por ciento de los jóvenes se consideran financieramente seguros, con otro 33% diciendo que están “estables” lo suficiente para satisfacer las necesidades básicas[11]. Abordar estos desafíos económicos más amplios puede ayudar a crear un campo de juego más equitativo para la participación política.

En conclusión, mientras que la nueva generación de votantes estadounidenses está impulsada por fuertes motivaciones de cambio, las inseguridades financieras presentan barreras significativas para su plena participación en la política, especialmente cuando se trata de postularse para cargos públicos. Abordar estos obstáculos financieros es crucial para crear una democracia más inclusiva y representativa que refleje las experiencias y perspectivas de todos los ciudadanos, incluidos los jóvenes de diversos orígenes socioeconómicos.

[1] https://circle.tufts.edu/latest-research/what-research-says-youth-running-office?t

[2] https://circle.tufts.edu/latest-research/what-research-says-youth-running-office?t

[3] https://circle.tufts.edu/latest-research/what-research-says-youth-running-office?t

[4] https://circle.tufts.edu/latest-research/running-for-office?t

[5] https://circle.tufts.edu/latest-research/running-for-office?t

[6] https://news.harvard.edu/gazette/story/2023/04/rising-political-tide-of-young-adults-gen-z/?t

[7] https://news.harvard.edu/gazette/story/2023/04/rising-political-tide-of-young-adults-gen-z/?t

[8] https://www.brookings.edu/articles/how-economic-concerns-are-shaping-the-youth-vote-in-2024/?t

[9] https://circle.tufts.edu/latest-research/running-for-office?t

[10] https://circle.tufts.edu/latest-research/running-for-office?t

[11] https://circle.tufts.edu/latest-research/2024-poll-barriers-issues-economy?t

José Miguel Martin es un líder estratégico y experto en relaciones gubernamentales con una sólida trayectoria en recaudación de fondos, desarrollo de negocios y gestión de proyectos. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Políticas, con Maestrías en Comunicación Política y Alta Dirección de Empresas, combina pensamiento estratégico con habilidades prácticas para impulsar el éxito en diversos campos.

Como estratega político y columnista, José Miguel se especializa en liderazgo estratégico y planificación. Es reconocido como speaker en temas de innovación y sostenibilidad en comunicación política. Actualmente, se desempeña como CMO de Viralink Studio, donde aplica su experiencia en marketing digital y desarrollo empresarial.

Su enfoque en la innovación y los resultados lo ha llevado a destacarse en la creación de narrativas convincentes y la optimización de procesos. José M Martin M está especializado en acelerar el impacto de actores del desarrollo a nivel mundial, con particular énfasis en la región MENAN y LATAM. Su visión se centra en la creación de negocios innovadores, sostenibles y de alto impacto, buscando transformar industrias clave a través de la tecnología, la educación y el bienestar.

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