El regreso del fútbol nos puso a celebrar y volvimos a tener ese día a día que tanto extrañamos durante la pandemia. Pero junto con el día a día de goles y jugadas volvieron las polémicas y los fantasmas.
El regreso del fútbol nos puso a celebrar y volvimos a tener ese día a día que tanto extrañamos durante la pandemia. Pero junto con el día a día de goles y jugadas volvieron las polémicas y los fantasmas.
Ha pasado a ser una costumbre que en el caso de la rivalidad Barcelona-Real Madrid aficionados de lado y lado buscan prácticamente con lupa decisiones arbitrales que generen polémica y permitan sembrar duda sobre la transparencia del arbitraje. Es algo así como una necesidad de probar que al rival lo favorecen los árbitros.
Es por eso que ahora, inclusive, ponemos como protagonistas y hablamos de los árbitros en la previa de los partidos. Hemos olvidado que el protagonismo es de los jugadores y el árbitro debe pasar desapercibido para que su trabajo sea óptimo.
En los últimos días se ha hablado de penal regalado a Messi, gol mal anulado al Valencia, penal que no fue sobre Vinicius, gol que no debió contar por mano de Benzema, gol mal anulado a la Real Sociedad, roja perdonada a Messi…, entre otras.
Parece que es más importante la "persecución "arbitral en contra de un equipo, que el fútbol que nos muestren sobre la cancha.
En épocas como esta, reitero y me gozo en la existencia y presencia del Var, que sigue siendo el cambio que más ha beneficiado al fútbol. Revisadas en el Var, en la mayoría de estas jugadas me queda claro que se tomaron decisiones correctas y la tecnología nos dio una vez más la tranquilidad de haber buscado la perfección.
Si, las decisiones arbitrales favorecen ampliamente la existencia del Var, que ha venido para acercarnos lo más posible a la perfección.
Muchos pensaron de manera ilusa que no se podía ser tendencioso con el Var y que las polémicas se acabarían. Eso no era más que un sueño guajiro.
Polémicas y arbitrajes tendenciosos siempre van a existir, son parte del bendito fútbol, pero contar con la tecnología y poder revisar antes de tomar decisiones, esa ha sido una gran bendición.
Las decisiones arbitrales favorecen la existencia y la continuidad del Var.