Su nombre completo es Luisa Marvelia Ortega Díaz quien con paciencia y astucia se convirtió en perfecto brazo “legalizador” de las trapisondas de una montonera que llegó al Poder para desmantelar el estado y saquear las arcas públicas, y por supuesto para buscar eternizarse y así preservarse de las sanciones ante tanto crimen. Hasta el último día del mes de marzo del año 2017 nadie pudo jamás encontrarle el menor rastro de repudio hacia una banda de militares y civiles que con tesón y absoluta impunidad convirtieron a Venezuela en un Narcoestado totalmente dependiente de la Cuba tiranizada por los Castro y su nomenclatura, banda de la cual es parte.
Esta mujer que ahora le han salido algunos devotos que si se les deja pedirán su canonización fue la que durante el año 2014 resultó la gran inquisidora en la investigación de las protestas opositoras que causaron el arresto de múltiples estudiantes y dirigentes políticos, entre ellos Leopoldo López, que continúa preso y sin ninguna garantía a sus derechos más elementales. Leopoldo, el preso de Maduro y de mucho seudo opositor.
Esta vivaracha, cuya familia está muy bien “Colocada” y con ganancias propias de todo el que se encastra con la Peste Roja, no puede tampoco borrar su pasado al lado del ex vicepresidente y ex fiscal general de tan ridícula y maligna recordación, aquel Isaías Rodríguez que con solo mirar a los ojos a un delincuente calibraba su inocencia, de él sin dudas aprendió desde que se inició a su lado en causas laborales en el estado Aragua.
Solo cómplices o cínicos pueden ahora simular amnesia y sorprenderse si recordamos que su mano pecadora la encontramos en el juicio que se le siguió a Iván Simonovis y al resto de los comisarios de la Policía Metropolitana, después de los sucesos del 11 de abril de 2002. Para esos inocentes que aún permanecen unos presos en infectas cárceles y otros sin libertad plena la ahora “Santa Luisa de Valle de la Pascua” solicitó las penas más altas contempladas en la legislación penal venezolana, y esa avispada ahora pone cara de “Yo no fui” cuando por años ha estado conociendo de las denuncias de torturas y homicidios de la fuerza pública durante las protestas que se dieron a comienzos de febrero del 2014 en todo el país, y de otras más…
Y el pasado 31 de marzo, Luisa Ortega indudablemente una importante figura de los juristas del horror del Narcoestado, transmitida además a través de Venezolana de Televisión canal secuestrado por el régimen para sus campañas proselitistas, desinformación y lavado de cerebro aparece risueña diciendo que “las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) evidencian una violación del orden constitucional y desconocen el modelo de Estado consagrado en la Constitución”… Lo dice y se lo aplauden cómplices y necios a la pérfida Luisa Ortega esa que ha convertido en delito la libertad.
Y claro, de inmediato se desnudó su verdadera intención que por supuesto no ha sido otra que la de mostrar una independencia de Poderes de un Estado que con el castrochavismo desapareció hace mucho. Así, a menos de 24 horas el nuevo tiranillo latinoamericano Nicolás Maduro en combinación con el espurio TSJ suprimió las dos sentencias que limitaban la inmunidad de los diputados y despojaban a la Asamblea Nacional de sus atribuciones. Junto con otro parapeto rojo al que llaman Consejo de Defensa Nacional Maduro dijo haber “Revisado las sentencias” que líderes e instituciones mundiales así como casi toda la prensa internacional calificaron de Golpe de Estado y como parte del guión del nuevo sainete hechura cubana, sin explicaciones en el portal web del TSJ el sábado 1° de abril se publicaron las sentencias 157 y 158, que suprimen la decisión anterior sobre la inmunidad de los diputados.
Como es ya costumbre con otros astutos a precio fijo, Maduro urde y Luisa Ortega aturde apareciendo “Independiente y honestísima” justo cuando un Narcorégimen del que ella es parte, enfrenta la crítica mundial y la posibilidad cierta de que la Organización de Estados Americanos OEA le aplique la Carta Democrática Interamericana. ¡Ah! Y también los bribones harto conocidos de la Unasur, Martín Torrijos, Leonel Fernández, Rodríguez Zapatero y nuevamente Bergoglio junto al tiranuelo Maduro vuelven a invitar a la oposición a incorporarse al falaz diálogo.
Por eso lo que impedirá que nos hundamos en el interminable espanto castrocomunista cubano -es sin miedo- desnudar a cada fingido opositor, a cada deshonesto.
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