El presidente electo Donald Trump ha propuesto al senador Marco Rubio como próximo secretario de Estado, en un momento extremadamente peligroso para los intereses nacionales norteamericanos y la causa de la libertad alrededor del mundo.
Muy cercano a su corazón, sin por ello disminuir muchas otras prioridades en su agenda, se encuentra todo lo que tiene que ver con tres países: Cuba, Venezuela y Nicaragua
El presidente electo Donald Trump ha propuesto al senador Marco Rubio como próximo secretario de Estado, en un momento extremadamente peligroso para los intereses nacionales norteamericanos y la causa de la libertad alrededor del mundo.
Quiera Dios que su extensa experiencia como senador federal por más de 13 años, vicepresidente del Comité de Inteligencia y miembro del Comité para Política Extranjera del Senado de EE.UU. se traduzca en una política coherente en favor de los pueblos que ansían vivir libres y en paz.
Sin lugar a duda, su nominación no debe enfrentar obstáculos en ser aprobada por el Senado y no es difícil identificar cuáles son las cuestiones que tendrá que encarar en ese peligroso y difícil laberinto después del 20 de enero próximo.
Muy cercano a su corazón, sin por ello disminuir muchas otras prioridades en su agenda, se encuentra todo lo que tiene que ver con tres países: Cuba, Venezuela y Nicaragua, los tres aliados de China, Rusia, Irán y Corea del Norte en el hemisferio occidental.
En el laberinto que es la política mundial, China, Rusia, Irán y Corea del Norte serán una prioridad para la nueva administración. Seguramente ya el nuevo equipo en el Departamento de Estado habrá iniciado conversaciones con Londres, Paris, Berlín, Tokio, Jerusalén, Kiev y otras capitales.
Aún falta más de un mes para la inauguración de la administración del presidente Trump, pero un asunto tras otro demandan atención: aviones de guerra rusos bombardean Siria; la crisis migratoria en las fronteras con Canadá y México; el conflicto bélico en Ucrania; el peligro de que los brotes de dengue y otra epidemias en Cuba salten el Estrecho de la Florida; Israel, Irán y la crisis del Medio Oriente; cómo responder a acciones peligrosas de Rusia y China, para mencionar algunas cosas importantes.
No tardará mucho en oírse el clamor de amigos y analistas que promueven la urgencia de tomar medidas sobre un asunto u otro que consideran de absoluta e inmediata prioridad. Pero debemos recordar que el pueblo norteamericano ha depositado su confianza en hombres y mujeres que no estarán en control de los destinos de la nación, hasta el 20 de enero próximo.
A Marco Rubio no le son ajenas las preocupaciones éticas ni una concepción del mundo como creación de Dios. A punto de entrar en ese peligroso laberinto y en los mares tormentosos que son su agenda de trabajo, Marco Rubio se fortalecerá con su visión ética de la vida y su creencia en Dios.
Millones de personas en Estados Unidos y alrededor del mundo le desean que llegue a puerto seguro, y una exitosa gestión.
Frank Calzón es un politólogo cubano.