lunes 25  de  marzo 2024
SEXO Y TU CIUDAD

Punto G, ¿Mito o realidad?

Sobre el punto G se ha hablado tanto que a estas alturas las opiniones están muy divididas y lo que es peor, su búsqueda ha llevado a la desesperación de miles de féminas tras intentos frustrados de dar con él y a miles de hombres a sentirse amantes incompletos al no conseguirlo

Por ADRIANA NAVARRO

@navarroadris

“Es una realidad”, afirman muchos hombres. “Por supuesto que existe y yo lo he encontrado”, aseguran. Otros, sin embargo, siguen en la búsqueda, cual conductor sin GPS perdido por las calles de Miami.

Sobre el punto G se ha hablado tanto que a estas alturas las opiniones están muy divididas y lo que es peor, su búsqueda ha llevado a la desesperación de miles de féminas tras intentos frustrados de dar con él y a miles de hombres a sentirse amantes incompletos al no conseguirlo.

La polémica se remonta a los años 40 cuando el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg aseguró haber descubierto un punto de máximo placer dentro de la vagina, que de ser bien estimulado origina un orgasmo más vigoroso de lo normal, e incluso, en algunos casos, la eyaculación femenina. Según sus hallazgos, se trata de una pequeña zona palpable en la cara anterior de la vagina a una distancia de 2,5 a 7 cm de la entrada, detrás del hueso púbico y alrededor de la uretra. Desde entonces se han publicado innumerables artículos al respecto y se ha creado una industria millonaria, que incluye vibradores con estimulación directa del punto G e incluso procedimientos para agrandarlo de manera que sea más fácil su localización.

Sin embargo, y desde un punto de vista científico, no se han encontrado evidencias consistentes para afirmar la existencia de una estructura anatómica diferenciada para el punto G. Es más, los últimos estudios realizados por investigadores de la Universidad de Florencia, en Italia, van más allá cuando aseguran que el punto G es una invención y que los conceptos punto G, orgasmo vaginal u orgasmo por clítoris causan confusión. Así que, recomiendan, sólo se debería hablar de un tipo de “orgasmo femenino” a través de una correcta estimulación del clítoris, los labios menores y el cuerpo esponjoso de la uretra.

Hasta ahí la teoría. Ahora pasemos a conocer las respuestas que provienen de la práctica.

“¿El punto G? Claro que lo conozco. Está en el clítoris”, comentó Luis, 52 años. “Me parece que está entre la vagina y el ano, ¿no?”, Tony, 31 años. “El punto G en cada mujer es diferente y el hombre debe de encontrarlo”, Ana, 44 años. “Dudo que exista, al final la excitación es algo mental, no cosa de puntos”, José, 29 años. “¿Será punto G de gastar no? Dudo que haya otro que genere más placer”, Andrea, 25 años. “Sí existe, pero no sé dónde”, Mary, 37 años. “En la parte interior de la vagina, pero debes saber ubicarlo bien y después presionarlo con ritmo”, José, 46 años. “Entre los labios y el clítoris”, Rosa, 40 años. “Existe pero es necesario estimularlo a la vez que el clítoris, de otra manera no sirve”, Eduardo, 55 años. “No entendí la pregunta”, Alejandra, 65 años.

Como ven, el punto G sigue siendo un misterio en pleno siglo XXI. Muchos juran y perjuran haberlo encontrado, pero la realidad es que la mayoría ni siquiera sabe dónde está y numerosas mujeres acaban aplaudiendo hazañas que ni ellas mismas se creen. También es cierto que lo que a unos les funciona a otros no tanto, porque cada persona es un mundo con sus propios puntos de placer. Lo más importante es explorar desde la confianza y el respeto muto para dar con las zonas placenteras, sin obsesionarse en la búsqueda de un lugar específico, del que ni siquiera se confirma su veracidad.

Lo que sí está comprobado científicamente es que la estimulación del clítoris, órgano sexual femenino por excelencia, origina placer y orgasmos en la mujer, y que, más allá de la diferenciación que en su momento realizó Freud sobre los orgasmos dividiéndolos en clitorianos y vaginales (una diferenciación que al día de hoy sigue generando frustración entre parejas), las estadísticas muestran que el 80% de las mujeres consigue el orgasmo con la llamada “maniobra puente” o lo que es lo mismo tocándose el clítoris , y no precisamente con la estimulación del famoso punto G.

Así que señoras y señores, no se vuelvan locos y disfruten la sexualidad según lo que les de placer y no en base a lo que les cuenten los científicos o sus amigos. ¡Ah! Y si lo que realmente les origina curiosidad es el punto G hay que señalar que en el hombre también aseguran haberlo encontrado, pero ese, por su ubicación y el pudor que genera, lo dejamos para otro capítulo.

*Adriana Navarro  es reportera y presentadora de AméricaTeve Canal 41 de Miami. Desde hace años está a cargo del segmento “Vivir Mejor” en el noticiero de las 5 de la tarde donde aborda temas de salud, belleza, gastronomía, cultura y educación.

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