Los Estados Unidos están con el pueblo venezolano en su lucha por defender sus derechos humanos y su continua batalla contra el régimen represivo de Maduro. La última ronda de sanciones, contra funcionarios vinculados a PDVSA, es otra medida que demuestra que no toleramos la opresión en Venezuela. Dado el continuo asalto de Maduro a la libertad y a la democracia, la nueva imposición de sanciones económicas al régimen añade presión al dictador Maduro y a sus secuaces.
La semana pasada, durante una conferencia telefónica con otros congresistas, hablé con el vicepresidente Mike Pence y le di las gracias a él y a la Casa Blanca por su continuo liderazgo por la seguridad nacional, especialmente en el Hemisferio Occidental. El anuncio de la Casa Blanca es una respuesta directa a aquellos que están dispuestos a ayudar al régimen de Maduro, ya que estas últimas sanciones prohibirán las transacciones financieras y cualquier trato nuevo de deuda o bonos del Gobierno de Caracas y su corrupta entidad estatal PDVSA.
En junio, condené enérgicamente a Goldman Sachs por proporcionar una infusión de ayuda financiera al régimen de Maduro.
Impedir que CITGO transfiera sus ganancias a PDVSA y que Maduro ya no vuelva a tener acceso a los sistemas financieros estadounidenses es fundamental.
Esta nueva medida es un paso hacia adelante en esta contienda contra el régimen de Maduro para cortar el flujo económico y cualquier transacción con PDVSA. Nuestro gobierno está escuchando al pueblo venezolano y a la comunidad venezolana en el sur de la Florida y no descansaremos hasta que reine la libertad en Venezuela.