La ayuda al prójimo debería ser una tarea de todos los días. Sólo hay que tener presente que lo único necesario es la voluntad de tenderle una mano a quien lo necesite.
La ayuda al prójimo debería ser una tarea de todos los días. Sólo hay que tener presente que lo único necesario es la voluntad de tenderle una mano a quien lo necesite.
No existe un manual para este tipo de ayudas, es cuestión de sentimiento y consciencia, por tanto sólo debemos atrevernos y darnos la oportunidad de sentirnos útil para la gente que necesita más que nosotros.
De eso trata precisamente la gestión de Parent to Parent, la organización sin fines de lucro que, tras 30 años de esfuerzos, continúa prestando asistencia a niños y adultos que padecen discapacidades.
Tal y como manifiesta la directora ejecutiva de la organización, Isabel García, “sin dinero nada es posible”, la junta directiva se plantea repetir, año tras año, la gran gala que sirve para recaudar fondos, que esta vez denominan Journey of Dreams y tendrá lugar el sábado 19, en los salones del JW Marriot Miami.
De hecho, uno de los objetivos de la celebración es honrar a quienes se dedican a promover iniciativas que sirven para estimular la vida de los demás. Sobre todo los proyectos comunitarios que beneficien a niños y adultos limitados para algunas actividades, a causa de una deficiencia física o psíquica.
Uno de los valores más sorprendentes de esta organización caritativa es que ha sido capaz de proveer asistencias a más de 16.000 familias, durante sus tres décadas de existencia.
“Queremos asegurarnos de que nuestra organización continuará cumpliendo su misión, ofreciendo estos servicios cruciales sin costo alguno”, subrayó García.
Es por ello que siempre debemos ponernos en el lugar del otro como método para motivarnos a ayudar.
Cuando tendemos una mano, sea económica o emocional, no lo hacemos para cumplir con un deber, actuamos así porque estamos convencidos de que la recompensa es la satisfacción de haber hecho el bien sin esperar nada a cambio.