Recientemente, líderes de la oposición venezolana en el sur de la Florida fueron a Washington D.C., para hablar con los miembros del Congreso sobre la triste y trágica verdad de lo que realmente está sucediendo en Venezuela bajo el régimen de Maduro. Estos opositores representan una voz unificada que aboga por los que sufren, y algunos incluso mueren a manos del régimen de Nicolás Maduro. Llevan un mensaje importante, porque a pesar de que esta Administración ha tomado una postura firme contra Maduro, todavía queda mucho más por hacer.
El primer paso que debemos dar, para hacer más, es educar a algunos de mis colegas que desconocen la crisis en Venezuela, o que se niegan a creer que Maduro es tan malo.
El segundo paso sería procurar que el Congreso y esta administración aumenten la presión para usar las herramientas que tenemos disponibles para hacer responsables a Maduro y sus cómplices. Ya hemos visto que algunas de estas herramientas funcionan, nuestras sanciones están funcionando, tanto que Maduro está buscando forma de eludirlas, como es la idea de lanzar su propia moneda criptográfica. Le estamos dando, y tenemos que aprovechar este avance.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de abogar en nombre del pueblo de Venezuela que sufre, que está desnutrido, enfermo y pobre. Carecen de los suministros médicos y de alimentos básicos que necesitan como resultado de las absurdas políticas de Maduro. Los Estados Unidos y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de apoyarlos y hacer lo que se pueda para que la ayuda humanitaria se haga realidad en Venezuela, porque esta situación ya es terrible, y temo que empeorará.
Como saben, Maduro y sus matones se están aprovechando del empeoramiento de la situación humanitaria, defrauda a las organizaciones que buscan llevar los alimentos y medicinas que tanto necesita el sufrido pueblo de Venezuela, y obstaculiza la entrega de ayuda a quienes la necesitan desesperadamente. Esta es la razón por la cual mi colega Eliot Engel y yo presentamos la ley Venezuela Humanitarian Assistance Act. Este proyecto de ley llama la atención sobre la escasez de alimentos y agua, la grave falta de medicinas y suministros médicos, y la falta de otros bienes y servicios vitales en Venezuela. Más importante aún, ordena a USAID desarrollar un plan, para determinar cómo los Estados Unidos puede ayudar a enviar ayuda humanitaria a través de organizaciones no gubernamentales, confiables e independientes, que operan en Venezuela o en países vecinos.
Este proyecto de ley fue aprobado por la Cámara Baja del Congreso el año pasado, enviando un fuerte mensaje de que vemos a millones y millones de personas que sufren en Venezuela y que tenemos que ayudar. La situación política sigue deteriorándose, con Maduro anunciando su simulacro de elecciones, los líderes políticos que siguen en prisión y los manifestantes que siguen enfrentándose a la violencia. Debemos hacer todo lo posible para que se resuelva esta grave crisis humanitaria. Es por eso que el trabajo que estos líderes hicieron y continuarán haciendo, es tan importante. El sur de la Florida puede ayudar a construir el apoyo que necesitamos en el Congreso para que aprueben estas importantes medidas para que podamos ayudar al pueblo venezolano. Seguiré trabajando con nuestra comunidad hasta que Venezuela pueda volver a ser una sociedad libre, abierta y democrática.