JOCHEN WIELOCH.-dpa
Un elemento clave para que un subwoofer suene bien es su ubicación en la habitación. No hay que ponerlo en las esquinas porque se producen zumbidos. Su mejor ubicación es en medio de los dos altavoces laterales
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Las grandes imágenes no son ya un problema para el cine en casa desde que existen los televisores planos y los proyectores, pero los éxitos del cine se disfrutan de verdad cuando el sonido también es el adecuado y los graves reverberan. Y para eso hace falta un subwoofer o altavoz para frecuencias graves.
"También al escuchar música los subwoofers pueden aumentar de forma considerable el disfrute según el género musical del que se trate y dar al volumen un fundamento que lo mejora mucho", afirma Carsten Rampacher, del servicio online "Area DVD".
El set Heos HomeCinema de Denon cuenta con un subwoofer inalámbrico (dpa)
Básicamente se distingue entre subwoofers activos y pasivos. Los modelos activos llevan un amplificador integrado y se han extendido en el uso privado. Se pueden combinar con un par de altavoces estéreo o con un equipo completo de cine en casa.
Los altavoces graves son óptimos para la reproducción de sonido de baja frecuencia, entre 20 a unos 200 hercios. "Uno o dos subwoofers pueden mejorar mucho una película o la música, si están bien calibrados y si se les adapta a las condiciones acústicas y la combinación con los altavoces normales", afirma Rampacher.
En el caso de las películas, el subwoofer es una necesidad. Al fin y al cabo, los formatos de sonido Dolby Digital y DTS tienen un canal específico para la reproducción de efectos de bajas frecuencias.
Por eso, Carsten Rampacher recomienda a quienes tengan un cine en casa usar un subwoofer activo de alto rendimiento para reproducir ese canal. Cuando se compra un paquete de altavoces, normalmente siempre hay un subwoofer.
Si se compra uno por separado, es importante elegir uno con una carcasa que pese y sea resistente, para evitar vibraciones del propio aparato o bien también comprar los llamados "spikes" o soportes antivibraciones, que desacoplan el aparato del suelo.
El set de cine en casa SKS-HT978THX de Onkyo con un gran subwoofer (D) cuesta unos 700 euros (dpa)
El experto recomienda además un chasis de graves de al menos 25 centímetros de diámetro. Además de un elevado número de vatios, es importante que tengan controles de fase y frecuencia que no den saltos.
"Una baja frecuencia de transición permite una mayor flexibilidad si se trabaja con dos subwoofers", señala Rampacher. Gracias a la sencilla integración espacial, la forma en que se esparcen los impulsos y la propagación homogénea de los graves, dos subwoofers son una solución ideal.
Un elemento clave para que un subwoofer suene bien es su ubicación en la habitación. No hay que ponerlo en las esquinas porque se producen zumbidos. Su mejor ubicación es en medio de los dos altavoces laterales. Lo mejor es probar diferentes posiciones en el suelo, y allí donde los graves suenen más potentes, es el sitio indicado.
El subwoofer S 10000 de Teufel cuesta unos 3.500 euros (dpa)
El cine en casa suena mejor cuando se ha optimizado el espacio de la sala de estar, el sótano o la buhardilla. "Cuanto más superficies duras se vean abiertamente, como piedra, cemento, parquet o cristal, más retumbará el sonido", señala Malte Ruhnke, de la revista Stereoplay.
Se pueden hacer pruebas sencillamente aplaudiendo. Los muebles acolchados, alfombras, cortinas o las bibliotecas abiertas y llenas ayudan a absorber el sonido al menos en algunas frecuencias.
El subwoofer TDC 610 W SE de T+A cuesta unos 3.800 euros (dpa)
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