Torres Victoria, quien estuvo en el equipo negociador por parte de la insurgencia en los diálogos de paz en La Habana, está más que convencido del apoyo popular de ese acuerdo que busca poner fin a un conflicto que dejó 220.000 muertos en medio siglo.
Catatumbo respondió desde Cuba, vía correo electrónico, a un cuestionario en el que repasa el impacto de los acuerdos tras cuatro años de negociaciones. Cómo los antiguos guerrilleros se preparan para la vida política, el espinoso tema de la justicia para quienes cometieron delitos y, según las FARC, lo que consideran el nuevo enemigo tras firmarse la paz. “Sigo pensando que el paramilitarismo va a ser una amenaza muy seria para lo que viene”, opinó el guerrillero.
El 26 de septiembre se firmará en Cartagena, Colombia, el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto. Más claro: un acuerdo de paz que, por encima del epíteto “histórico”, significará el respiro para un país que estuvo al borde de ser un Estado fallido, donde la mala noticia era el viacrucis diario.
-Al final de este proceso de cuatro años, ¿qué fue lo que más le costó a las FARC negociar y aceptar?
-Tratamos y acordamos cuestiones sensibles. Pero no debemos diseccionarlo, el acuerdo es integral, cada parte está allí, porque actúa en correspondencia e interrelación con otra parte del mismo. La clave está en verlo y analizarlo como un todo que abre las puertas a la democracia, a la reconciliación del país, y además, cierra el ciclo del enfrentamiento.
-¿Qué sucede si el 2 de octubre gana el "no" a los acuerdos de paz? Me parece un poco simple cuando se dice del otro lado, “bueno al día siguiente se vuelve a la guerra…”
-Nosotros hemos dicho que la paz no tiene reversa. Pero permítame recalcar lo siguiente: estamos completamente convencidos de que el acuerdo tendrá un apoyo masivo por parte de todo el pueblo colombiano, ya que el mayor anhelo de todos los colombianos es la paz.
-¿Se logró contener la disidencia del Frente Primero que rehusaba entregar sus armas? ¿Cómo harán con eventuales guerrilleros que no aceptan este proceso de paz?
-El caso de la escisión de una parte del Frente Primero es un hecho aislado. Llevamos más de tres años de intensa pedagogía con las bases guerrilleras sobre lo que venimos acordando. Se abrieron todos los espacios para que los combatientes manifestaran sus inquietudes y propusieran, o cuestionaran, lo que se venía acordando en La Habana por parte de la delegación de paz.
-El propio comandante Timochenko [alias de Rodrigo Londoño Echeverri, máximo líder de las FARC] ha respondido personalmente a inquietudes de varios combatientes de base. Además, la delegación de paz realizó más de siete visitas de pedagogía en el terreno y en todos los frentes guerrilleros se realizaron asambleas de base para discutir el desarrollo de los acuerdos. Todas estas medidas nos llevan a asegurar que la democracia interna ha sido respetada y que situaciones como las de la fracción del Frente Primero, no se volverán a presentar.
-¿Cuál es la cifra esperada de guerrilleros a desmovilizarse? ¿Cuántos menores de edad están con ustedes y cuántos regresarán a la vida civil? Según el Ministerio de Defensa hay al menos 170 menores, mientras que el líder guerrillero Iván Márquez asegura que apenas hay 20.
-Excúseme pero nosotros preferimos referirnos a la reincorporación de nuestros combatientes al pleno ejercicio de sus garantías y deberes constitucionales. Tal y como está pactado de común acuerdo con el Gobierno, una vez iniciadas las Zonas Veredales Transitorias de Normalización, se hará público el número de quienes integran las FARC, antes, no.
-La bandera de quienes impulsan el "no" es que habrá impunidad ¿Cómo se preparan las FARC para ese nuevo proceso de justicia, cuando hay miembros del Secretariado que podrían ir a prisión?
-Por primera vez en la historia de Colombia y como pocos procesos de paz en el mundo, aquí hemos podido construir de mutuo acuerdo, una Jurisdicción Especial Para La Paz (JEP).
-Este es un nuevo modelo de justicia restaurativa, que según los expertos es uno de los mejores del mundo. Tiene como base el esclarecimiento de la verdad y de lo ocurrido para restaurar los cimientos de una sociedad devastada y destruida por la guerra. Es una nueva forma de hacer justicia. El modelo fue ampliamente consultado y compartido con las organizaciones de víctimas que le dieron su total respaldo.
-Debo aclarar también que la Jurisdicción Especial para La Paz no es un tribunal contra las FARC. Es un mecanismo de justicia restaurativa, al que deben comparecer todos quienes tomaron parte en el conflicto y hayan cometido crímenes que no están comprendidos en el proceso de amnistía. Nosotros hemos asumido un compromiso pleno con la verdad de los hechos ocurridos con ocasión del conflicto. Estaremos en la primera línea del esclarecimiento de la verdad.
Ese mismo compromiso lo deben asumir todos, porque como he dicho, el modelo es para todos los que han intervenido en el conflicto y cometido excesos. Y aclaro también: las penas de prisión son sólo para quienes hayan cometido excesos y rehúsen a aportar verdad plena al proceso. Habrá sanciones restaurativas para quienes de manera decidida aporten verdad y asuman un compromiso de no repetir lo ocurrido.
-Si bien muchos alabaron el discurso del cese el fuego definitivo, no se escuchó la palabra "perdón" que quizá se quería ¿Vendrá ese perdón?
-Nosotros venimos en un proceso de reconocimiento temprano de responsabilidades con comunidades y colectivos afectados por los excesos que pudieron haber sido cometidos durante la guerra. El perdón es mucho más que una simple palabra e implica reconocimiento y procesos complejos que no pueden ser convertidos en shows mediáticos. Es más bien un acto íntimo que implica reconocimiento y compromiso de no repetición.
-Nosotros le apostamos a la reconciliación y los resultados ya se están viendo. Lo hicimos en Bojayá y pronto se verán nuevos hechos de contrición que seguramente impactarán positivamente en la población.
-Mientras tanto, la guerrilla del ELN, que no forma parte del proceso de paz, incrementa los ataques ¿Qué opina de esta situación?
-Que como organización rebelde soberana está en todo su derecho. En la mesa de diálogo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con el Gobierno no han pactado ceses de fuego de ningún tipo y, mientras sea así, la confrontación seguirá. Hemos puesto todo de nuestra parte para que el proceso de paz con el ELN avance. El balón está en la cancha de ellos, y creo que está especialmente en el lado del Gobierno.
¿Cómo se preparan para la décima conferencia de las FARC? cuando la guerrilla debe abandonar la lucha armada y convertirse en un movimiento político?
Es un debate vivo y muy rico de contenidos que ya se inició en todos los frentes y bloques a través de asambleas de guerrilleras y guerrilleros de base, jornadas colectivas de estudio y pedagogía permanente. El panorama es muy positivo y de mucho optimismo. Vamos por la paz.
-¿Mantendrán la ideología del marxismo leninismo como bandera política?
-Eso será fruto de la discusión de la conferencia. Cualquier adelanto o postura personal mía afectaría el debate interno. En todo caso, nuestra lucha seguirá siendo al lado de los oprimidos, de los menos favorecidos, al lado de los que no tienen tierras para cultivar y son excluidos.
-Las negociaciones de paz y la decisión de hacer política legal nos generan un nuevo reto: la construcción de una nueva gramática para hacer la política sin perder nuestra perspectiva, de ser una opción política que represente a las grandes mayorías excluidas por el actual sistema.
-¿Presentarán candidatos que sean parte del Secretariado para 2018?
Pues vamos camino a convertirnos en una nueva fuerza política y por supuesto que iremos a tener candidatos.
-Hay países, como EEUU, donde varios miembros de las FARC tienen órdenes de captura o citaciones ¿Cómo quedará todo esto en vista del acuerdo de paz?
-La extradición de nacionales hacia otros países ante todo es una decisión soberana de cada estado. En el Acuerdo de Paz se ha abordado ese tema, que será dado a conocer en el momento indicado.
-"Castrochavistas" es el lema que acuñan para criticarlos en este momento ¿qué opinan de esto?
-Esa acusación, de hecho, no la hacen contra nosotros -que nunca hemos negado nuestra simpatía por el legado de los programas sociales que desarrollaron Fidel Castro y Hugo Chávez- sino a nuestra contraparte, al Gobierno. Surge de una maniobra política que no tiene otro trasfondo que apelar a la descalificación, a la mentira, para negarse a la verdadera discusión, que es sobre la apertura democrática.
-Hay quien opina que el acuerdo de paz es una “entrega del país a las FARC”
- Es toda una falacia. Al finalizar el proceso de paz, cada una de las partes mantiene sus plataformas políticas. Ni nosotros los convencimos a ellos, ni ellos a nosotros. Ni ellos se van a convertir en revolucionarios, ni nosotros en defensores del capitalismo salvaje.
-¿Qué es lo que más le preocupa del proceso de paz?
-Yo sigo pensando que el paramilitarismo va a ser una amenaza muy seria para lo que se viene. La realidad en las regiones es que la presencia paramilitar crece. Lo que acordamos es apenas un primer paso para esclarecer y combatir el fenómeno, pero la amenaza sigue existiendo y pone en serio peligro a todos quienes luchan por sus derechos y reivindicaciones, el paramilitarismo es un peligro para la democracia colombiana y una gravísima amenaza para toda la sociedad en general.
Y frente a lo que más me alegra, pues por supuesto que es haber podido contribuir a construir la paz de mi país y poder vivir en una Colombia sin guerra y con democracia plena. También me complace la integralidad de Acuerdo Final que alcanzamos. Fue un consenso maduro y robusto para los cambios que Colombia necesita. Es un verdadero patrimonio para toda la nación. La paz es el mayor anhelo de todos los colombianos. Nuestro mayor propósito nacional como nación.
FUENTE: Especial