jueves 3  de  octubre 2024
Colombia

¿Cómo queda el mapa político en Colombia con el triunfo de Iván Duque?

El discurso de revisión de los acuerdos de paz que Duque mantuvo desde la campaña electoral fue uno de los factores que contribuyeron a su triunfo en la segunda vuelta que se celebró el domingo.

En los comicios presidenciales de Colombia no hubo sorpresas y tal como pronosticaban las encuestas Iván Duque del partido uribista (del exmandatario Álvaro Uribe) Centro Democrático, se convirtió en presidente electo de ese país con un resultado histórico de 10,3 millones de votos, mientras que Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, recibió un poco más de 8 millones (41,81 %), algo jamás soñado por la izquierda.

- ¿Qué contribuyó al triunfo de Iván Duque?

La aglutinación alrededor del uribismo de las fuerzas de la derecha, que ya habían mostrado su capacidad de movilización el 2 de octubre de 2016 cuando, contra todo pronóstico, el "no" derrotó al "sí" en el plebiscito por la paz.

Tanto en la primera vuelta del pasado 27 de mayo, en la cual fue el más votado, como en la segunda de este domingo, Duque mantuvo su discurso de revisión del acuerdo de paz firmado con las FARC, aclarando, eso sí, que en su gobierno no lo hará "trizas" como sugirió hace meses el exministro uribista Fernando Londoño, sino que lo modificará.

"Esa paz que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas, de verdad, sean el centro del proceso y garanticemos verdad, justicia, reparación y no repetición", subrayó Duque en su primer discurso como presidente electo.

Al respecto, el analista Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, de Bogotá, dijo que "meterse de lleno a modificar los acuerdos no es tan fácil" no solo por la oposición interna, principalmente de movimientos sociales que apoyan a Petro, sino también por el rechazo de una comunidad internacional que se la ha jugado por la paz.

Para el académico y experto en derecho constitucional Juan Manuel Charry, Duque seguramente presidirá un Gobierno moderado, aunque frente al acuerdo de paz hay incertidumbre por los cambios que pueda promover.

"Para Duque es muy difícil desconocer los acuerdos de paz, pues la Corte Constitucional ya dijo que algunos aspectos son irreversibles, como la amnistía y el indulto, pero en puntos neurálgicos podría haber modificaciones fuertes", dijo Charry.

- Desde la perspectiva del Congreso, ¿cuál es el escenario para Duque?

El presidente electo, que asumirá el próximo 7 de agosto, tendrá que mostrar cintura para gobernar con una bancada legislativa que, si bien le da mayorías en el Congreso, es demasiado amplia en términos ideológicos y de lealtades.

"Conciliar con todos esos grupos será una prueba de mucho aplomo y mucha grandeza y así lo vamos a medir como estadista", afirmó Jaramillo Jassir.

En el Capitolio, Duque tendrá, sin embargo, como punta de lanza la bancada de 16 senadores del Centro Democrático, que son la primera fuerza, capitaneados por el expresidente Álvaro Uribe, otro ganador de estas elecciones, pues pese a estar hace ocho años en la oposición a Juan Manuel Santos, los resultados muestran que sigue siendo el gran barón electoral del país.

"El uribismo, sin duda, es el gran triunfador porque hace unos años se le menospreció y se pensó que el país estaba cansado de Uribe, que había pasado la página, pero desde la victoria del 'no' no se ha cansado de ganar en las urnas", dijo Jaramillo Jassir sobre las elecciones legislativas del 11 de marzo, la primera vuelta presidencial y la definitiva de hoy.

- ¿Cuáles son los retos para Gustavo Petro, como líder de la oposición?

Petro se convirtió en el primer candidato de izquierda en pasar a una segunda vuelta electoral y sumar más de ocho millones de votos en la historia de Colombia. Incluso, superó la votación que llevó a Santos a la presidencia en 2014.

Los ocho millones de votos obtenidos son casi un mandato para que se convierta en jefe de la oposición, pero falta ver si logra mantener unidos a los que lo apoyaron, entre quienes está su gente del movimiento Progresistas, un sector del Polo Democrático Alternativo, la Alianza Verde y liberales descontentos con el apoyo a Duque.

"Hay un mandato inédito para la izquierda que es en buena medida ganadora porque ahora tendrá que ejercer control político especialmente en el tema de la paz", agregó Jaramillo.

- ¿En qué posición quedan las fuerzas del centro político y el Partido de la U del presidente Juan Manuel Santos?

Habrá que ver qué papel jugarán en adelante las fuerzas de centro, como la Alianza Verde, porque no todos apoyaron a Petro, o Compromiso Ciudadano, del excandidato presidencial Sergio Fajardo, que quedó tercero en la primera vuelta con 4,5 millones de votos y que se decantó por el voto en blanco en la segunda vuelta.

Tampoco está claro el futuro del alicaído Partido de la U, del presidente Santos, que sin un liderazgo fuerte, que le llevó a abstenerse de presentar candidato, tampoco encontró su lugar en esta segunda vuelta y puede acabar diluido entre las nuevas fuerzas de la escena política colombiana.

- ¿Cuál es el escenario para el partido FARC?

Convertido ahora en el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) sus dirigente han asegurado que no regresarán a las armas y que continuarán su actividad política, aunque existe el temor de que los cambios que haga el nuevo Gobierno lleven a algunos antiguos mandos bajos del grupo a retornar a la clandestinidad.

Habrá que ver cómo van a hacer las relaciones del nuevo Gobierno con la antigua guerrilla. La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común emitió un comunicado en el que "expresa su disposición a reunirse con el presidente electo para exponer sus puntos de vista sobre la implementación del acuerdo de paz".

- ¿Qué puede pasar con el diálogo con el ELN?

Otro frente en el que también se abren interrogantes es en el proceso de paz con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), que empezó en febrero del año pasado en Ecuador y hace poco se trasladó a Cuba, donde se efectuaron las negociaciones con las FARC.

Duque ya anticipó que condicionará la continuación del diálogo a que el ELN acepte concentrar a todos sus miembros, alrededor de 1.500, en sitios específicos.

Se debe esperar a que Duque jure como presidente y formalice su exigencia, pero se presume que la condición no caerá bien en el ELN, al que varios observadores consideran como un grupo históricamente más radical que las FARC.

Delegados del Gobierno de Uribe (2002-2010) tuvieron en el pasado contactos con el ELN que avanzaron en varios puntos en la agenda, pero el proceso de paz fracasó cuando se le planteó al grupo una exigencia idéntica para concentrar a sus miembros.

Por ahora se abre un compás de espera que mantendrá a los colombianos a la expectativa hasta el inicio del Gobierno de derecha radical en agosto.

FUENTE: EFE/dpa

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