La necesidad de llevar al menos un plato de comida al día a la mesa en medio de un panorama como el de Cuba, donde escasea prácticamente todo —desde huevos y leche hasta cigarros y condones— y los precios se han disparado, ha obligado a los habaneros a buscar alternativas que saquen de la ecuación al devaluado peso cubano, según un artículo de Diario de Cuba.
El medio de prensa recopiló testimonios en la capital: "Mi madre lleva mes y medio sin tomar leche, fundamental para niños y ancianos. El precio de una bolsa de un kilogramo sobrepasa los 350 pesos. Pero tampoco es que esté ahí, sata, sino que te salen ampollas en los pies zapateándola en vano. Por otra parte, la gente ya no quiere dinero cubano. Ahora, muchos ni compran ni venden en esta moneda; intercambian", dijo Alain Daniel Echevarría, vecino del consejo popular Plaza.Luego de tres meses de implementado el "ordenamiento monetario", las únicas fuentes de abastecimiento regular para productos básicos son las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y el mercado negro. Sin embargo, en ambos casos los precios son prohibitivos para los trabajadores estatales que solo cuentan con su salario y para aquellas familias que no reciben remesas desde el exterior.
"El nombre exacto no es reordenamiento, sino empeoramiento monetario", criticó Deisy Oropesa, trabajadora de Salud Pública. "Ahora mismo, dos bolsas de leche (a 400 pesos cada una) y dos cartones de huevos (a 400 pesos cada uno) representan la mitad de mi salario neto mensual", añadió.
El sueldo de Oropesa, de 3.400 pesos, ni siquiera le permite comprar un cake para el cumpleaños de su hijo más pequeño.
Por un cake de bombón, que antes del "reordenamiento monetario y cambiario" costaba entre 150 y 200 pesos, actualmente hay que pagar 500 pesos.
"Es cierto que estos precios los impone el mercado negro y no el Estado. Pero si el Estado no garantiza ni abastece prácticamente nada, entonces ese mercado negro con todo y sus precios abusivos se convierte en el héroe de la película. El Estado tendrá sus razones para combatir a revendedores y coleros, pero tiene que comprender que los cubanos no podemos sentarnos a esperar por el Estado para comer, bañarnos y vestirnos", criticó Oropesa.Habaneros consultados aseguraron que las redes de tiendas MLC son las únicas que reciben surtido regularmente y, por tanto, "los productos se acaban más rápido y la mitad de la cola no alcanza".
"Las tiendas en MLC se abastecen como promedio dos veces a la semana. Ahora bien, eso no significa que alcances lo que buscas y necesitas, o que los precios sean amables", apuntó Guillermo Valle, vecino de Santo Suárez y artesano privado.
"Por otra parte, espero que ningún cubano se olvide que todo lo que se compra en MLC es financiado por nuestros familiares radicados en el extranjero, o aquellos emprendedores privados a los que su negocio les permite un margen para comprar dólares o euros en el mercado negro", dijo Valle.
"El Gobierno podrá ufanarse de que mantiene las tiendas en MLC surtidas, como si eso fuese una solución frente a su ordenamiento, pero la realidad, como bien sabemos, es que allí no pueden ir los obreros, ni los técnicos ni los profesionales que dependen de un salario estatal", recordó.
La desconfianza ciudadana ante la unificación monetaria, que dejó al peso cubano como única moneda corriente en la Isla, se evidencia en alternativas como el trueque, que han asumido muchos habaneros para evitar las extensas colas, lidiar con la escasez y con lo inservible que resulta la moneda nacional frente a "la dolarización de la realidad cubana".
Diario de Cuba reseña que Grupos de WhatsApp, como "Cambio de Artículos y Alimentos", han surgido impulsados por habaneros que, en su mayoría, no tienen acceso a las tiendas en MLC.
"Creamos estos grupos, en primer lugar, porque no tenemos ninguna confianza en el peso cubano que, a pesar de la unificación monetaria, sigue y seguirá desprestigiado", dijo Luisa Rodríguez Palma, extrabajadora del sector de Educación y administradora de uno de estos grupos de WhatsApp
FUENTE: DIARIO DE CUBA