"El régimen de Venezuela se va a caer, porque se tiene que caer"

En ese entonces, 2014, Londoño advirtió en su escrito titulado Venezuela en llamas. Santos calla, que lo que pasa en Venezuela tenía que llegar y llegó, así sea que todavía falte lo peor, Por desgracia.

El funcionario colombiano y el diario El Tiempo parecían tener una bola de cristal. No se equivocaron y desde entonces Venezuela, secuestrada por la narcodictadura que lidera Maduro, no ha vuelto a mejorar. Incluso, año tras año la crisis social y económica del país ha endurecido.

Venezuela, que en otrora fue receptor de migrantes, desde que el tirano se apoderó de la nación -incluso antes con Hugo Chávez- ha tenido que ver a sus hijos partir. Hoy se estiman que al menos 7 millones de venezolanos estén por el mundo, incluso en lugares impensables como Islandia o Japón.

La grave crisis económica por la corrupción en Pdvsa, la industria petrolera que mantenía a flote a Venezuela, así como las decisiones gubernamentales del pasado para buscar apoyo con populismo y no con un plan de gobierno autosustentable, fue vaticinada por Londoño, que decía que iban a "convertir en despojos una de las más organizadas, pujantes y serias empresas petroleras del mundo, no es cualquier tontería".

No se equivocó, hoy la gigante petrolera de América del Sur está en ruinas y el chavismo, para lavar su cara, investiga la corrupción dentro de ella.

Tareck El Aissami, pieza icónica aliado del chavismo y posterior régimen de Nicolás Maduro, renunció de su cargo como presidente de Pdvsa, mientras que otros 60 ejecutivos fueron detenidos por un caso en el que se estima hayan robado más de 23 mil millones de dólares.

Este trama, aunado a la crisis económica y social que vive Venezuela, fue visualizado por Londoño, que dijo que el pueblo saldría a las calles a hacerse matar, de ser necesario. Tal como ocurrió en en 2017, cuando durante casi cuatro meses las protestas por la falta de insumos hospitalarios, bajos sueldos e inseguridad - también señalados en el artículo citado- culminaron con alrededor de 160 muertos.

"En esa frenética carrera hacia el desastre, el gobierno castrochavista tuvo que proceder a la eliminación paulatina de todas las libertades, al sacrificio del pensamiento y la conciencia, a la ruina de las instituciones, del periodismo, de los partidos, de la universidad, de los gremios, de los sindicatos. Pues todo se ha cumplido tras el designio implacable de los ancianos inspiradores del sistema, Fidel y Raúl Castro, que una vez más han demostrado su audacia, su carencia total de consideración y respeto por los valores más caros de la especie humana, pero también su falta absoluta de talento. Llevar a Venezuela a la ruina total es matar su propia fuente de subsistencia. Y es lo que han hecho, moviendo los resortes del fanatismo más imbécil, de los odios más cerriles, de los desquites más torpes".

Maduro sigue usurpando Miraflores y en complicidad con su cónyuge Cilia Flores, Diosdado Cabello, los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, Tareck William Saab, entre otros, continúan destrozando a Venezuela en lo social y en lo natural. Todo con el afán de llenar sus arcas, con ese objetivo han destruido el ecosistema y lugares sagrados como la Amazonía.

Londoño aseguró en 2014 que "el régimen de Venezuela se va a caer, porque se tiene que caer. No podría subsistir sino amordazando totalmente al pueblo, imponiendo cartillas de racionamiento, levantando un paredón, como el del Che Guevara en La Cabaña. Y no están dadas las condiciones para que el mundo soporte estas afrentas. Con una Cuba le basta a América".

Londoño y El Tiempo visualizaron el futuro de Venezuela, un futuro que podría estar muy cerca y acabar con la dictadura de Nicolás Maduro.