MIAMI. – El cirujano general de Florida, Joseph Ladapo, anunció el miércoles en Tampa su respaldo a las nuevas directrices de la administración Trump que sugieren una posible asociación entre el uso de Tylenol durante el embarazo y el autismo, una medida que busca alinear la política estatal con la federal.
La discusión pública comenzó el lunes cuando el presidente Donald Trump, acompañado por el secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., realizó un anuncio desde la Casa Blanca. "No tomen Tylenol. Simplemente no lo hagan", declaró el presidente.
Trump informó que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) comunicaría a los médicos que "el uso de acetaminofén durante el embarazo puede estar asociado con un riesgo muy aumentado de autismo" y recomendó a las mujeres embarazadas evitar el fármaco "a menos que sea médicamente necesario".
Posición de Florida
En la conferencia de prensa en Tampa, Ladapo se convirtió en el primer funcionario estatal de alto nivel en secundar la nueva política federal. "Ahí tienes la fusión de buenas intenciones y valor", expresó Ladapo en referencia a la acción de la Casa Blanca.
Sobre la evidencia científica, Ladapo señaló: "Los datos son desordenados. Los he revisado un poco, con acetaminofén y embarazo, pero, nuevamente, creo que están en un lugar que es más honesto".
Añadió que, si bien "no todos los estudios muestran daños", algunos sí encuentran una relación. "No es una explicación total para el autismo de ninguna manera, pero parece ser que es razonable concluir que puede estar contribuyendo a la prevalencia del autismo en los niños", explicó.
Ladapo indicó que la orientación de Florida "probablemente estará muy en línea con donde está yendo la FDA".
Rechazo de organizaciones médicas
Tras los anuncios, diversas organizaciones médicas y científicas emitieron sus posturas. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), a través de su presidente, Steven J. Fleischman, calificó las afirmaciones como "altamente preocupantes para los clínicos" e "irresponsables dado el mensaje dañino y confuso que envían".
La Academia Estadounidense de Pediatría declaró que el evento de la Casa Blanca estuvo "lleno de información peligrosa y engañosa".
A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que "la evidencia sigue siendo inconsistente" y que la "falta de replicabilidad requiere precaución al sacar conclusiones causales".
Por su parte, Kenvue, la empresa fabricante de Tylenol, emitió un comunicado en el que afirmó que "la ciencia independiente y sólida muestra claramente que tomar acetaminofén no causa autismo" y que el medicamento sigue siendo "la opción de alivio del dolor más segura para las mujeres embarazadas".
Presidente Donald Trump / AFP
El presidente Donald Trump habla con periodistas en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca en Washington, DC el 22 de septiembre de 2025.
AFP
Apoyo a nueva directriz
En contraste con la postura de la comunidad médica, un sector de la población expresó su respaldo a la nueva directriz federal. Este apoyo proviene principalmente del movimiento "Make America Healthy Again" (MAHA), algunos padres de niños con autismo y legisladores conservadores, quienes consideran el anuncio presidencial como un acto de liderazgo que valida sus preocupaciones de larga data sobre el sistema de salud.
Para el movimiento MAHA, una coalición que incluye a seguidores del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y otros grupos que aseguran desconfíar del sistema médico, el anuncio fue un momento decisivo.
Del Bigtree, fundador del grupo Informed Consent Action Network, lo describió como si "las nubes oscuras finalmente se hubieran disipado". Tony Lyons, presidente de MAHA Action, sugirió que Trump debería ser conocido como el "presidente MAHA" por su disposición a desafiar al estamento médico.
Durante la conferencia de prensa en la Casa Blanca el lunes, una madre declaró que había estado "llorando por ayuda, por respuestas, durante años. La profesora Josephine Lukito, de la Universidad de Texas, señaló que apelar a estas preocupaciones "puede ser increíblemente persuasivo".
El respaldo también se manifestó en el ámbito político. Aliados republicanos elogiaron la medida, como la representante Diana Harshbarger, quien afirmó que la iniciativa representa "acción real" sobre el autismo, en contraste con un Washington que, según ella, "permaneció en silencio" mientras aumentaban las tasas de autismo.