Nicolás Maduro, dictador de Venezuela, en compañía del nuncio apostólico Algo Giordano, y demás mediadores internacionales en el proceso de diálogo.
CARACAS.- "La Santa Sede no cierra ninguna puerta, pero si no somos invitados, no vamos a imponer el diálogo; es falso que la Iglesia quiere imponer el diálogo, la Iglesia se ofrece para ayudar", señaló el nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, quién funge de intermediario entre el Vaticano y Venezuela en el proceso de mediación que se vive en el país.
Durante declaraciones a la prensa en el estado Carabobo, el religioso indicó que el papa Francisco pidió tanto al gobierno nacional como a la oposición buscar intereses en común de los ciudadanos para poder avanzar en las negociaciones.
Reiteró que es necesario tener "paciencia, temple y valentía"; de igual manera denunció que "hay también una minoría que hace ruido contra el diálogo", por ello se debe "considerar todo".
A juicio del religioso "en Venezuela tenemos una situación de polarización, el país esta dividido, el diálogo es intentar enfrentar los problemas de las familias, juntos. El diálogo es un proceso que necesita mucha valentía".
Giordano comentó además que "la última vez que pregunté al Papa Francisco en septiembre dijo que 'se sienten en la misma mesa y se ocupen en los problemas del pueblo', por eso participamos. El diálogo es muy difícil, pero a las partes fue dado el texto escrito de los expresidentes de Unasur con acuerdo de la Santa Sede. La oposición está preparando su texto, que yo no conozco pero es una propuesta".
Desde el pasado pasado 30 de octubre existe en Venezuela un proceso de diálogo entre ambos polos políticos que intentan resolver la crisis que vive el país. En este protocolo diplomático participa un grupo de expresidentes en representación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), entre quienes se encuentra José Luis Rodríguez Zapatero, de España, Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana.
FUENTE: REDACCIÓN
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