CIUDAD DE MÉXICO.- El Gobierno de México reconoció este lunes que la masacre de estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 1968, conocida como la masacre de Tlatelolco, fue un "crimen de Estado" y una violación a los derechos humanos.
La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) emitió una resolución, difundida hoy, en la que además de reconocer "una de las páginas más trágicas de la historia reciente de México", presenta la primera reparación colectiva a 50 años de los hechos.
De acuerdo con un comunicado, el titular de la CEAV, Jaime Rochín, "apuntó que el Movimiento del 68 es un parteaguas en la historia de la defensa y protección de los derechos humanos" y que la reparación presentada busca "detonar los procesos de verdad, justicia y memoria".
El 2 de octubre de 1968, una manifestación pacífica estudiantil fue duramente reprimida por las autoridades en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en Ciudad de México, un hecho que dejó 37 muertos documentados, aunque organizaciones de derechos humanos hablan de hasta 300 fallecidos.
La masacre puso fin al Movimiento estudiantil de 1968 y está por cumplir 50 años. La represión ocurrió diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos en México y marcó al país.
Rochín explicó que la reparación también busca reconocer a las víctimas de la masacre y trabajar para reivindicar su dignidad. Además, constituye "un reconocimiento oficial de los hechos, condenando así las violaciones a los derechos humanos y sentando las bases de las medidas de no repetición".
Esta primera reparación colectiva consiste en dos iniciativas: la "Colección M68. Ciudadanías en Movimiento" y el proyecto "Intervención 68-18: Monumento a la ausencia".
La primera será una recopilación de documentos en formato digital que incluye acervos públicos y privados. Los documentos darán cuenta de los movimientos sociales en México desde la década de 1960 hasta la actualidad.
La segunda es un proyecto de la artista Yael Bartana, mediante el cual se imprimirán 400 pares de huellas en el patio central del Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
"Las huellas representan el punto más alto en las versiones sobre el número estimado de estudiantes asesinados en la masacre, creando un espacio que denuncia la ausencia", indicó la CEAV.
FUENTE: EFE
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