WASHINGTON.- El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró "muy preocupado" por la represión ejercida desde el régimen de Nicaragua sobre organizaciones y personalidades de la sociedad civil, entre ellas varias vinculadas a la Iglesia católica.
La Policía de Nicaragua emprendió las últimas semanas operaciones sobre líderes religiosos, la última de ellas este viernes en la Diócesis de Matagalpa, lo que se tradujo en la detención del obispo Rolando Álvarez.
Para Guterres, citado en rueda de prensa por uno de sus portavoces, las informaciones llegadas desde Matagalpa en las últimas horas no hacen más que "subrayar" las "preocupaciones" que ya tiene la ONU sobre el empeoramiento de los Derechos Humanos en el país centroamericano.
Por este motivo, llamó a respetar los derechos de "todos los ciudadanos", con especial vigilancia en el de reunión y en las libertades de asociación y credo, entre otras, según el portavoz Farhan Haq.
La ONU también reclama la excarcelación de todas las personas detenidas "arbitrariamente" en estos últimos meses, fruto en gran medida de una ola represiva que comenzó tras las protestas de 2018 y se agudizó en las semanas previas a las
Tensión entre régimen e Iglesia
La situación con el obispo ocurre en medio de los roces de la Iglesia con el régimen de Ortega, un exguerrillero de 76 años que se mantiene en el poder desde el 2007, amparado en tres reelecciones sucesivas, la última en noviembre de 2021 con sus opositores presos o exiliados y en medio de cuestionamientos internacionales.
El dictador acusa a los obispos de "golpistas" por apoyar las protestas opositoras en reclamo de su dimisión en 2018.
En medio de la crisis, la Iglesia intentó en 2018 y 2019 mediar un diálogo entre el régimen y la oposición.
El dictador reprochó a los obispos haber acogido una propuesta opositora que buscaba resolver la crisis adelantando los comicios del 2021 para recortar su período en la Presidencia.
Desde entonces, las relaciones entre el régimen y la iglesia han ido en deterioro. Este año hubo cierre de medios católicos, entre ellos el canal de la Conferencia Episcopal, y la reciente detención del sacerdote Oscar Benavídez, sin que se conozcan las razones.
También se ilegalizó a la Asociación Misioneras de la Caridad, de la orden de la madre Teresa de Calcuta, que abandonó el país en julio. En marzo ya había sido expulsado al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, quien participó en 2019 en las negociaciones entre la tiranía y la oposición.
El miércoles, 26 exjefes de Estado o gobierno de España y América Latina publicaron un llamado al papa Francisco --que no se ha manifestado en público sobre la situación-- a adoptar "una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa".
La "primitiva dictadura de los Ortega-Murillo" (en alusión a su esposa y vicepresidente Rosario Murillo) avanza "hacia la persecución de los líderes episcopales católicos, los sacerdotes y las religiosas", deploran los estadistas de tendencia conservadora, entre ellos José María Aznar (España), Iván Duque y Álvaro Uribe (Colombia) o Luis Lacalle Herrera y Julio María Sanguinetti (Uruguay).
FUENTE: Con información de AFP