LA HABANA - La organización Cubalex denunció esta semana que el régimen cubano obligó a estudiantes menores de edad a firmar una declaración política en respaldo al dictador venezolano Nicolás Maduro, en un acto que calificó como una “grave violación de los derechos de la niñez” y una muestra del “uso de las escuelas como instrumentos de propaganda estatal”.
De acuerdo con la denuncia, a finales de septiembre el régimen cubano promovió en centros educativos —especialmente de nivel preuniversitario— una campaña de recolección de firmas en apoyo a su aliado venezolano.
Las imágenes fueron difundidas por medios oficiales y cuentas afines al castrismo; las mismas muestran a adolescentes rubricando el documento en actos escolares.
"Obligados a firmar"
Fuentes consultadas por Diario de Cuba confirmaron que los estudiantes de primaria no fueron obligados a firmar, aunque sí participaron en actividades políticas relacionadas con la campaña. “
La situación es especialmente grave en el caso de los más pequeños, que no tienen edad suficiente para comprender hechos ocurridos en otro país. En los adolescentes, además, se recurrió a la amenaza: si no firmaban, podían ser catalogados como contrarrevolucionarios, lo que implica discriminación, pérdida del derecho a estudiar e incluso persecución política o cárcel”, advirtió el equipo legal de Cubalex.
La organización alertó que la práctica vulnera el derecho a la educación libre de presiones ideológicas, así como principios internacionales como el interés superior del niño y el derecho a expresar libremente su opinión.
“Obligarles a firmar un documento que no comprenden equivale a negarles su capacidad de opinar y de ser escuchados”, destacó el organismo.
"Proceso de adoctrinamiento"
La abogada Maylin Fernández Suris, especialista en Derecho de Familia, coincidió en que el hecho contraviene los estándares internacionales de protección a la infancia. “En toda decisión institucional que involucre a niños y adolescentes debe primar su interés superior. Nada es beneficioso para un menor cuando se le introduce en debates políticos, mucho menos sobre asuntos ajenos a su país o su realidad cotidiana”, afirmó.
Fernández recordó que los menores carecen de capacidad legal para adoptar decisiones de carácter político y que cualquier acción pública debe contar con la autorización de sus padres o tutores. “Obligar a un niño a firmar una declaración que será difundida públicamente, sin el consentimiento de sus representantes legales, es ilegal y vulnera su derecho a la protección”, precisó.
Cubalex añadió que el hecho constituye una forma de violencia psicológica. “El Estado no protege a los niños; los expone a un proceso de adoctrinamiento que destruye su confianza y su libertad de pensamiento”, señaló. “En lugar de garantizar buenos maestros y condiciones adecuadas de estudio, se destinan recursos para forzar a los estudiantes a apoyar causas políticas que no entienden ni les corresponden”.
Las publicaciones oficiales confirman que la campaña, organizada por el Ministerio de Educación (MINED) entre el 24 y el 30 de septiembre, se desarrolló en escuelas de todo el país bajo los lemas #CubaConVenezuela y #CubaMined.
En instituciones como el preuniversitario Tomás David Royo, en La Habana, y el Máximo Gómez Báez, en Camagüey, se grabaron videos de alumnos firmando el documento de respaldo al dictador Maduro. En escuelas primarias, los niños participaron en actos matutinos dedicados al mismo tema.
El periodista exiliado José Raúl Gallego denunció en redes sociales que “niños y adolescentes, sin noción de lo que ocurre en Venezuela, son inducidos a asumir una posición política en actos organizados por el Estado”, lo que consideró “otra prueba del carácter adoctrinador de la educación cubana”.
Una semana después de la campaña escolar, el régimen volvió a exhibir su alianza con Caracas durante el acto en el que el dictador Maduro condecoró al embajador cubano saliente, Dagoberto Rodríguez, con la Orden Francisco de Miranda en su Primera Clase, ceremonia ampliamente difundida por Prensa Latina y Cubadebate.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba