La ilusión de la recuperación económica recorre algunas de las principales ciudades de Venezuela. La emergencia humanitaria compleja y la crisis económica han generado una división profunda entre los ciudadanos: aquellos que tienen acceso a monedas extranjeras, principalmente dólares, y los que deben vivir en función de reinventarse mientras esperan por la prometida ayuda del régimen de Nicolás Maduro.
“Hay quien cree que porque una cantidad creciente de venezolanos está usando dólares para pagar ciertas cosas, el país está mejor. Eso es un espejismo”, reitera constantemente Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma Ecoanalítica.
“En estos días es común escuchar: la cosa se está moviendo, volvieron las colas, hay restaurantes full”, recuerda Oliveros. No obstante, no es una opinión generalizada.
Hasta hace dos meses Jose Rodríguez trabajaba en una tienda de electrodomésticos en el centro de la ciudad de Caracas. “Renuncié a mi trabajo porque el salario no me alcanzaba para pagar el pasaje (...) es mucho más rentable trabajar haciendo las colas a otras personas, mandados a los abuelos que se han quedado solos. Con ese dinero que gano por hacer mandados, pude comprar algunas de las cosas que necesito para mi casa en donde estamos viviendo mis tres hermanos con mis padres. Me gustaría ganar en dólares, todo sería más sencillo. Algunos me pagan en dólares, esos son los clientes más rentables”.
Según el director de Ecoanalítica “hay nichos de la población que gastan y consumen y tienen dólares. Estos nichos se dividen a su vez en dos grupos: una minoría que no solo tiene dólares, sino que los genera y por ende su capacidad de gastar es alta (...). Luego hay un grupo más amplio y heterogéneo, más o menos 35% de la población, que ve algo de divisas, pero en forma muy limitada y eso les permite cubrir gastos básicos y hasta una salida al cine”.
No obstante, la mayoría de los venezolanos no tiene acceso a las divisas. “Luego está el resto (insiste Oliveros en sus canales digitales) con una capacidad de compra casi inexistente y dependiendo de la ayuda del Estado”.
Según las estimaciones de la Asamblea Nacional, durante el mes de octubre se registró una inflación de 20,7%, lo que equivale a decir que la inflación acumulada llegó a 4.035% y la inflación interanual se ubica en 24.312%. Si se analiza por rubros durante el mes de octubre, los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron un alza de 17,9%, los servicios de 34%, la salud tuvo un incremento de 36%, mientras los gastos de esparcimiento llegaron a 66,7%.
Oliveros admite que la inflación se ha desacelerado y el abastecimiento mejoró. “Lo primero se logró eliminando prácticamente el crédito, el consumo y el gasto. ¿El resultado? La caída de la economía no se detiene (...). ¿Hay más consumo? No. Lo que hay son unos segmentos de la población, no la mayoría, con acceso a divisas que pueden comprar. En este momento las importaciones, incluyendo el segmento de los bodegones (tiendas especializadas en la venta de productos importados en divisas) apenas representa el 25% de las exportaciones de hace 6 años”.
León González administra una pequeña venta de hortalizas. Admite que aunque las ventas sean malas, puede llevar parte de la mercancía a casa. Un negocio cada vez menos rentable, admite, porque a veces debe “poner dinero de mi bolsillo para mantenerme abierto, especialmente cuando a causa de las precios las frutas y verduras se dañan (...). En esta semana lo fuerte de la dieta en mi casa han sido los plátanos que estaban por dañarse. Así vamos sobreviviendo. Algunos me pagan en dólares, pero siempre es un problema porque no tengo para darles vuelto”.
No obstante, el acceso a divisas tampoco garantiza estar protegido contra la hiperinflación.
Según cálculos de la firma Ecoanalítica, en el mes de septiembre se necesitaban $300 para adquirir los mismo productos que en enero de este año se podían comprar por $100.
Solo 3 de cada 10 venezolanos usan divisas
Según el más reciente estudio de la firma Datanálisis, solo 27% de los venezolanos admiten haber realizado compras o ventas de productos y servicios en divisas.
Si este grupo se divide por su autodefinición política destaca que solo admiten haber realizado transacciones en divisas 35% de los opositores, 25% de los independientes y apenas 10% de los chavistas.
Convertir los bolívares a divisas tampoco es una opción que tengan la mayoría de los ciudadanos. Según el estudio de Datanálisis, solo 23% de los ciudadanos admiten haber comprado divisas durante el último mes, mientras 25% reconoce que tiene el beneficio de recibir “remesas” de familiares.
La cantidad de venezolanos que produce divisas en este momento es mínima. Según el estudio de Datanálisis, apenas 1 de cada 10 venezolanos sostiene que recibe compensación laboral en moneda extranjera. Si se divide este grupo por su ideología política se descubre que mientras 10,7% de los opositores y 9,8% de los independientes dicen recibir compensaciones en moneda extranjera, apenas 2,6% de los chavistas sostienen encontrarse en este grupo.
Los venezolanos que no tienen acceso a moneda extranjera deben hacer frente al colapso económico y a la crisis en el poder adquisitivo a través de las ayudas sociales del régimen socialista.
El 82% de los hogares en Venezuela están registrados para recibir bolsas y cajas de alimentos subsidiados, pero ese beneficio llega apenas al 57% de los inscritos. En septiembre, solo el 36,8% de los hogares necesitados de esa ayuda recibieron bolsas y cajas CLAP. La cifra aumentó a 47% en octubre, mientras en noviembre llegó a 57,6%.
Sin embargo, el beneficio de los alimentos subsidiados ha sido recibido principalmente por quienes se definen como chavistas. En el mes de octubre, el 78% de quienes de dicen afines a Maduro tuvieron acceso a cajas o bolsas CLAP, mientras que entre los independientes solo llegaron a un 55% y apenas al 49% entre los que se declararon opositores al régimen.
Entre los que aseguran no tener acceso a divisas, al menos el 56% sostiene que durante los últimos seis meses recibió “algún bono” de ayuda pública de los que emite el régimen. El promedio de bonos que están recibiendo los venezolanos es de 5,5. Si el grupo de beneficiados se divide por autodefinición política destaca que mientras el 91% de los chavistas dicen recibir ayudas sociales, ese indicador solo alcanza al 56% de los independientes y el 42% de los opositores.
Los cinco principales bonos son:
- Pueblo Soberano, equivalente a Bs. 75.000 (Aproximadamente 2,5 USD, considerando que 1USD equivale a Bs. 30.000)
- Pueblo de Paz, equivalente a Bs. 75.000
- Hogares de la Patria, entre Bs. 34.000 y Bs. 150.000, dependiendo de la cantidad de integrantes de la familia (aproximadamente entre 1,13 USD y 5 USD)
- Pueblo Libre, Bs. 50.000 (aproximadamente 1,6 USD)
- Pueblo Unido, Bs. 50.000
- Regreso a clases, Bs. 50.000
Verónica Quevedo, una mujer que pertenece al grupo que depende directamente de las ayudas del Estado, asegura: “Tengo 32 años y no me alcanza el salario para vivir sola. Me tuve que devolver a casa de mis padres y entre ellos y mis hermanos hacemos el mercado (...). Cada mes recibimos los bonos del presidente Maduro y con eso ayudamos en las compras que hace mi papá en los sitios baratos que él conoce”.